El apellido Polonia en el «Libro XIV de Bautismo de La Vega de 1805»

Parte del monumento en la rotonda sur de la entrada a Concepción de La Vega, ciudad conocida como «La Ciudad Olímpica». (Ministerio de Turismo de la República Dominicana)

El origen de los apellidos es una información valiosa en la historia familiar de cualquier familia. Desafortunadamente, no siempre se conserva y transmite esta información de generación en generación, produciendo un vacío que perdura entre aquellos que quisieran saber cómo fue que los apellidos que ostenta llegaron a lugar X.

Tal es el caso con el apellido Polonia de República Dominicana. Si bien se conocen ciertos rasgos de su origen, para muchos con este apellido dominicano desconocen cuándo fue que aparece en la geografía dominicana. No pretendemos dar el veredicto final para con ello, aunque sí mostrar una luz adicional en la investigación de los Polonia de República Dominicana y de sus descendientes que viven en el exterior, con mención especial a los Estados Unidos. Polonia es un apellido que se encuentra con más frecuencia en el Cibao, las zonas de Santiago y La Vega recibiendo una mención especial. Aquí nos enfocaremos con respecto a los Polonia de La Vega.


Concepción de La Vega

(DesdeLaVegaRD)

Concepción de La Vega es uno de los pueblos más antiguos de La Española y uno de los primeros fundados por los españoles en América. Su fundación se remonta a 1495 por el mismo D. Cristóbal Colón. Su escudo fue otorgado por los Reyes Católicos en 1508 y todavía es el escudo de la ciudad sin modificación, uno de los escudos más antiguos de América. Fue destruido por el terremoto de 1562 y todavía quedan algunas de las ruinas al nordeste del Santo Cerro. Se refundó, esta vez en la orilla del río Camú, al suroeste del Santo Cerro. Ha permanecido en la orilla del río Camú hasta nuestros días. La segunda destrucción de Concepción de La Vega tuvo lugar a finales de febrero de 1805 por los haitianos.

El incendio de 1805 y su efecto en los Polonia

Página titular del «Libro XIV de Bautismos de La Vega de 1805». Es lo único que existe de La Vega antes de ser destruida por Jean Jacques Dessalines en la invasión haitiana de 1805, también conocida como la Campaña del Este.
En la primera página de los registros de bautismo dice «Año de 1805».

El «Libro XIV de Bautismo de La Vega de 1805» contiene una de las evidencias de la destrucción de La Vega que hicieron los haitianos en febrero de 1805. Es por ello que los registros de bautismo de 1805 se corta abruptamente en el segundo mes de ese año. Lo poco que se registró hasta ese tiempo no incluyó a un Polonia. Luego de redescubrirse y retornar a sus legítimas autoridades eclesiásticas, el libro de bautismo retorna a usarse como lugar de registrar los bautismos veganos. Debido a que no se tenía constancia del libro después del incendio ocasionado por los haitianos en febrero de 1805 y se pensaba que se había esfumado en el mismo, brinca a finales de octubre de 1811.

Que no existan records de bautismos de Polonia en La Vega antes de 1805, no quiere decir que los Polonia no existían en el pueblo vegano y en sus campos, sino que toda esa documentación se perdió en el incendio de febrero de 1805.

Debajo del bautismo registrado número 48 de Tomás Encarnación, último para el año de 1805 por la destrucción de La Vega que hicieron los haitianos en febrero de ese mismo año, aparece una nota de don Agustín Tabares, presbítero y soncharte de la parroquia de La Vega, en la que explica el por qué se brinca de febrero de 1805 a octubre de 1811.

Primera vez aparece el apellido Polonia en el «Libro XIV de Bautismo de La Vega de 1805»

Esta es la primera vez que aparece el apellido Polonia en el «Libro XIV de Bautismo de La Vega de 1805». Corresponde al bautismo número 126 de Bárbara Polonia. Se efectuó el 7 de marzo de 1812 y se registró el 8 de marzo de 1812 por José Tabares. Ella había nacido el 4 de diciembre de 1811, por lo que tenía 3 meses y 3 días el día de su bautismo. Era hija natural de Francisca Polonia. Es oportuno señalar que no aparece el nombre del padre, por lo que asumimos que éste no la reconoció al nacer sea porque murió antes de ella nacer, era irresponsable y decidió no reconocerla u otra razón. El apellido de la niña era el mismo de su madre.

Reiteramos que esto no quiere decir que la primera vez que el apellido Polonia aparece en La Vega fue en 1812, sino que en ese año aparece el primer registro de bautismo en La Vega. Tampoco quiere decir que no hubieron registros en los años anteriores porque al destruirse los archivos veganos, ese dato quedó perdido para siempre.

¿Los Polonia de La Vega son descendientes de los soldados polacos mandados a Haití?

Algunos soldados polacos.

Una pregunta interesante sería en relación al origen del apellido Polonia en territorio dominicano o al menos en La Vega. Cualquier persona puede percatarse del hecho que el apellido Polonia es idéntico en español al nombre del país en Europa. Por tanto, no es del todo descabellado asumir que quizás hay una conexión entre el apellido Polonia y el país Polonia. Para responder si hay un vínculo entre las dos Polonias, debemos revisar la información que sigue.

No sabemos si Bárbara Polonia de la sección anterior era la primogénita de Francisca Polonia o hermana menor de otros hijos a los que dio a luz su madre. Asumiendo que ella fue la primogénita, quiere decir que la madre estaba en su segundo lustro de su adolescencia o en sus 20s. Lo que sí sabemos es que Francisca Polonia era nativa de Concepción de La Vega porque lo dice en el registro de bautismo de Bárbara Polonia. Si asumimos que tenía 25 años al nacer Bárbara, Francisca debió nacer en 1791. Si tenía 15 años al nacer Bárbara, Francisca debió nacer en 1796. Es decir, el nacimiento de Francisca Polonia en Concepción de La Vega tuvo que ocurrir en la década de los 90 del siglo XVIII.

Esta información es de suma importancia para afirmar si los Polonia de La Vega tienen nada que ver con los soldados polacos mandados a Haití. Napoleón Bonaparte, alarmado que en 1801 Toussaint Loverture había invadido la parte española de Santo Domingo en nombre de Francia aunque sin la autorización francesa, manda tropas partiendo de Francia a la isla de Santo Domingo con la finalidad de capturar a Toussaint Loverture y asegurarse que el control político de la isla estuviera en manos verdaderamente francesas. Las tropas francesas llegaron a la isla de Santo Domingo en 1802 y rápidamente todos los pueblos españoles (entiéndase dominicanos) se rindieron a los franceses sin el menor disturbio militar. Al suceder esto, los pueblos españoles (Concepción de La Vega siendo uno de ellos) pasan de seguir las órdenes de los haitianos a seguir las órdenes de los franceses. En ese mismo año de 1802, Napoleón Bonaparte mandó a la isla de Santo Domingo un refuerzo de miles de soldados polacos, quienes llegaron a Cabo Francés (hoy Cabo Haitiano) y se esparcieron por la parte francesa de Santo Domingo (hoy Haití) debido a que la captura de Toussaint Loverture inició una nueva guerra en contra de Francia liderada por Jean Jacques Dessalines. Esta guerra, que se convertiría en la Revolución Haitiana, culmina con la independencia de Haití el 1 de enero de 1804. En ese mismo año, Dessalines da la órden para que se masacraran a todos los hombres blancos en Haití y unos meses después a todas las mujeres y los niños blancos. Algunos blancos fueron salvados por órden de Dessalines y entre estos se incluye a los soldados polacos por no saber nada de Haití.

Aquí entra el dilema con respecto a si los Polonia de La Vega son descendientes de algunos soldados polacos que de una forma u otra lograron entrar a la parte española entonces bajo mando francés y una parte establecida en La Vega. Es un dilema porque de ser cierto, entonces no debería haber ningún Polonia en territorio dominicano antes de 1802. Francisca Polonia había nacido en los 1790s en La Vega, antes de la llegada de los soldados polacos a la isla de Santo Domingo. Además, esto es en base a la documentación histórica que tenemos. Lo más probable es que antes de Francisca Polonia habían Polonias en territorio dominicano, bien si eran oriundos de Concepción de La Vega o inmigrantes españoles canarios. Estos últimos llegaron a la parte española de Santo Domingo (la actual República Dominicana) en los siglos XVII y XVIII principalmente. Si bien Concepción de La Vega no fue fundada por estos españoles canarios, sí tuvo un aumento poblacional al recibir a varias familias españolas canarias a las que les asignaron establecerse en La Vega y sus campos. Procedían de Santo Domingo, la primera ciudad de la isla a la que llegaron los españoles canarios procedente de España.

Los Polonia, un apellido verdaderamente dominicano

República Dominicana, el país en donde los Polonia han vivido por al menos tres siglos. Considerando que los Polonia hubieran sido destruidos todos en las distintas guerras llevadas a cabo en este territorio antes, durante y después de su independencia, los Polonia le deben su existencia y derecho a la vida al país y al pueblo que lo hizo posible. (Instituto Cartográfico Militar)

Los Polonia de La Vega no solo estuvieron en el pueblo mucho antes de la llegada de los soldados polacos a Haití, sino es un apellido que estuvo presente durante todas las vicitudes por la que pasó el pueblo dominicano. Estas incluye la temible invasión de Dessalines en 1805, la guerra de la Reconquista que terminó en 1809, la independencia efímera de 1821, la dominación haitiana de 1822 hasta 1844, la independencia dominicana de 1844, las demás invasiones haitianas entre 1844 y 1856, la anexión a España en 1861, la guerra de la Restauración que terminó en 1865, etc. Estos hechos no son simples historias de libros para los Polonia porque su apellido estuvo ahí cuando sucedieron. Las amenazas de someter a todos los dominicanos a un degüello general de Jean Jacques Dessalines en 1805, Charles Rivière-Herard en 1844 y Faustín Soulouque en las invasiones haitianas de 1849, 1853 y 1856; si los dominicanos hubieran perdido tan solo una batalla, como parte del castigo que les esperaba a todos los dominicanos por sus dominadores, los Polonia hubieran sido destruidos todos y sus descendientes actuales no hubieran nacido. La existencia misma de los Polonia se lo deben al pueblo dominicano y a la República Dominicana. Los primeros condujo a la creación de lo segundo y por ello es que han podido sobrevivir los Polonia. Hoy muchas personas tienen este apellido que se deriva de los Polonia que se asentaron en La Vega y pocos saben que su existencia en la actualidad está ligada a las victorias de los dominicanos en cada una de las batallas en defensa de su país y su razón de ser.

27 de febrero: La fecha más dominicana

El 27 de febrero de 2805 y de 1844 son fechas en los que se decidieron la supervivencia e independencia de los dominicanos. (Pngtree)

La República Dominicana se donvirtió en un país independiente el 27 de febrero de 1844. Por esa razón sola para los dominicanos debe ser suficiente para ser una fecha con un significado especial y realmente lo es. Es una fecha feriada nacional con la mayoría de los negocios y las instituciones, desfiles en pueblos y ciudades, y generalmente es una atmósfera festiva y/o relajante. La importancia de esta fecha se manifiesta con calles, avenidas y otros espacios públicos a nivel nacional nombradas «27 de Febrero». Es evidente para todos la importancia de ests fecha, pero lo que no siempre es conocido es que el 27 de febrero no es solamente el día de la independencia de los dominicanos.

El 27 de febrero de 1805 (39 años antes de la independencia) es otra fecha en la que lo que ocurrió en Santo Domingo impactó la misma existencia de los dominicanos. En ese día Jean Jacques Dessalines cesó el sitio a Santo Domingo y comenzó la retirada a Haití de las tropas haitianas. En ese día avistó Dessalines unas maniobras de las embarcaciones francesas en las costas de Santo Domingo las cuales le ocasionó en pensar en un error, que iban rumbo al oeste los franceses para atacar los pueblos costeros haitianos, en ese momento sin protección debido a que todas las tropas haitianas estaban en los alrededores de Santo Domingo.

Una de las arterias principales este-oeste de Santo Domingo es la avenida 27 de Febrero. A pesar que es una avenida oficialmente, es híbrida en realidad entre una autopista expreso en sus cuatro carriles centrales (dos carriles por sentido) con varios viaductos, pasos a desniveles y túneles que esquivan los semáforos. Los carriles adicionales en los laterales son expuestos a los semáforos y a intersecciones a grado.

Aunque la retirada de las tropas haitianas por el Cibao y el Sur estuvieron acompañadas de atrocidades y horrores cometidos en contra de los antepasados dominicanos incluyendo los civiles y los campesinos, el saqueo y los incendios de los pueblos dominicanos, etc. El plan que tenían las tropas haitianas de someter a los antepasados de los dominicanos a una masacre general no se pudo completar porque no fue posible la capitulación de Santo Domingo. Ese hecho fue gracias a los franceses y las maniobras de las embarcaciones francesas en las costas de Santo Domingo el 27 de febrero de 1805.

El 27 de febrero no es sólo el día de la independencia de la República Dominicana cuando los dominicanos hicieron respetar su derecho a seguir hablando español y libres para decidir el árbitro de su destino. Es también el día que los dominicanos recibieron una segunda oportunidad para existir como pueblo, como cultura y como seres humanos. Todos los dominicanos de hoy deben mantener al 27 de febrero en sus más altas consideraciones porque en más de una ocasión esa fecha marcó la misma existencia de los dominicanos.

Jean Jacques Dessalines; «Alocución del Emperador al pueblo a su regreso del sitio de Santo Domingo»; Corte Imperial en Laville, 12 de abril de 1805.  
Jean Jacques Dessalines; «Alocución del Emperador al pueblo a su regreso del sitio de Santo Domingo»; Corte Imperial de Laville, 12 de abril de 1805.  
Jean-Louis Ferrand; «Siege of Santo Domingo Report» publicado en «The Enquire» el 20 de octubre de 1805: página 2.

«Me informó que los proyectos de ellos (haitianos) después que tuvieran el control de Santo Domingo era de ofrecer todos los artículos demandados. Ya penetrados (los haitianos) adentro de las murallas debían masacrar a toda la población sin ninguna distinción. Luego debían abandonar el lugar excepto los hombres (haitianos) necesario para demoler el pueblo (Santo Domingo). Masacrar a todos los españoles blancos y libres del país (los antepasados de los dominicanos) y secuestrar a la parte francesa (Haití) al resto de los esclavos y los animales.

El Sr Gailard me detalló todas las crueldades que las brigadas (haitianos) hicieron por todo el país (República Dominicana actual)»…

El mito que el territorio dominicano le pertenece a los haitianos

Imagen satelital de la isa de La Española. (NASA)

Un mito se ha difundido en años recientes y se ha hecho popular en ciertos círculos reducidos que implica que el territorio dominicano le pertenece a Haití y a los haitianos. Esta creencia se basa en que los dominicanos fueron dominados por los haitianos desde 1822 a 1844 y lo que ocurrió en 1844 fue una simple separación de los dominicanos de los haitianos y no una independencia. Por lo tanto, es el deber de los haitianos reclamar el territorio «robado» por los dominicanos, lo cual es por completo la República Dominicana. Es una noción muy incorrecta que tiende acercerse de la vista gord y omite realidades históricas que contradicen ese mito. Aquí vamos a exponer la naturaleza de esa manipulación y resaltaremos aspectos ignorados por ellos de la realidad histórica dominicana.

Antes que entremos de lleno al tema, debemos estar claros que este artículo no es de si los haitianos pueden estar en la República Dominicana. Toda persona que migra legalmente es bienvenida en la República Dominicana y es su derecho vivir, trabajar, etc en la República Dominicana y en todos los tiempos. Mientras exista Haitì y la República Dominicana es su vecino más cercano, van a existir haitianos en la República Dominicana. De lo que se trata este artículo es el mito que contempla que la República Dominicana le pertenece a Haití y a los haitianos.

Ahora vamos a recordar aspectos históricos que han ocurrido en la República Dominicana desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX. Los creyentes del mito tienden a pensar que estas cosas no ocurrieron o tergiversan los hechos.

Tratado de Aranjuez de 1777


La frontera oficial establecida en el Tratado de Aranjuez de 1777. Esta fue la frontera oficial desde 1777 a 1801, 1802 a 1822 y 1844 a 1929. (Ramón L Sandoval)

La frontera entre España y Francia en la isla de La Española no fue acordada de inmediato cuando España reconoce la presencia francesa en la costa occidental de la isla en el Tratado de Nimega del 290 de agosto de 1678. Este tratado de paz entre España y Francia tuvo repercusiones en La Española. No fue hasta un siglo después en el Tratado de Aranjuez del 3 de junio de 1777 cuando España y Francia acuerdan establecer una frontera como la que se muestra en el mapa. La frontera de 1777 es la misma cuando la República Dominicana se independiza en 1844 debido a que los dominicanos heredaron toda la antes parte española de la isla mientras los haitianos tenìan la antigua parte francesa, que era el lugar de la isla en la que ocupaban los haitianos durante la época colonial.

Debemos estar conciente que la proclama que se hizo en Cabo Francés (Cabo Haitiano) en 1680 respecto a que la frontera norte era el río Guayubín (Rebouc) fue hecho entre los franceses. En ningún momento hubo participación de los españoles. Por tanto, nunca tuvo validez esa proclama. Acuerdos de fronteras siempre deben incluir la participación de los dos países que delimitará la frontera.

Tratado de Basilea de 1795

Banderas de España y Francia.

El 22 de julio de 1795 se firmó entre España y Francia el Tratado de Basilea. Entre las cosas que acordaron ambos países estaba la cesión por España de la parte española de La Española a Francia, lo que sería la actual República Dominicana. Esta decisión nunca tomó en cuenta por vía de un plebiscito si los habitantes de la parte española de la isla querían que se cediera su territorio y/o si querían emigrar a otras tierras del Imperio Español. Desde el principio los habitantes de la parte española de la isla nunca aceptaron lo acordado respecto la cesión. Debemos recordar que estos habitantes son los antespasados de los dominicanos.

A pesar que desde 1795 existíaen papel éste acuerdo, Napoleón Bonaparte decidió que la convulsionada parte francesa de la isla desde 1791 debía pacificarse antes de poner en vigencia ese aspecto del Tratado de Basilea. No fueron inconvenientes los habitantes de la parte española por este hecho y tenían la esperanza que nunca se aplicara el Tratado de Bailea respecto la cesión. En 1801 la parte española seguía gobernada por el español D. Joaquín García en nombre de España. La invasión no autorizada que en 1801 hizo Toussaint Loverture alarmó a Napoleón Bonaparte e hizo que mandara una expedición francesa porque no pensaba Toussaint Loverture hizo su invasión con las mejores intenciones para Francia. Esta falta de confianza fue creada por Toussaint Loverture nunca pedir permiso a París antes de hacer su invasión. La tropas francesas llegaron a La Española en 1802 y en efecto tomaron el control de todos los pueblos españoles, comenzando la Era de Francia en Santo Domingo. La Española fue dividida en dos partes, la antes parte española que estaba en tranquilidad bajo mando francés y la parte francesa que se encontraba en rebeldía y necesitaba ser pacificada por los franceses.

La invasión de Toussaint Loverture en 1801

Toussaint Loverture circa 1802. (New York Public Library)

En 1801 Toussaint Loverture invade la parte española y ésta duró hasta el siguiente año de 1802. A pesar que hizo su invasión alegando que lo hacía en nombre de Francia y la bandera francesa reemplazó a la española en todas las plazas en los pueblos en la parte española de la isla, lo hizo sin autorización de Napoleón Bonaparte en París. Esto produjo que su intención verdadera cayera en duda. En respuesta Napoleón Bonaparte manda tropas francesas de Francia y para 1802 sacaron del poder a los haitianos de la antes parte española de la isla. Irónicamente Toussaint Loverture tuvo una reacción negativa a la llegada de las tropas francesas a la isla a pesar que supuestamente hizo la invasión en nombre de Francia. Parece que eso era un cuento de su parte para luego declarar la isla completa independiente de Francia. El disgusto de Toussaint Loverture fue tan grande que ordena el asesinato de todos los soldados españoles (entiendase dominicanos porque de no haberse ido de Santo Domingo lo más probable que parte de su descendencia o toda fuera dominicana al día de hoy) y sus esposas que había sacado de Santo Domingo y llevados a Puerto Príncipe al finalizar su invasión. Ni una person se salvó de ese atropello.

Uno de los beneficios de la invasión de Toussaint Loverture fue el prohibimiento de la esclavitud en Santo Domingo. Contrario al caso en la mayoría de las islas del Caribe en las que la mayoría de la población eran esclavos, en la parte española de Santo Domingo la liberación de los esclavos beneficiaba desde el 10% al 15% de la población. Para el restante 85% a 90% de la población de la parte española de la isla el día anterior a la liberación de los esclavos y el día después de ese hecho eran lo mismo. Debe reconocerse que la mayoría de la población de color y negros de la parte española de Santo Domingo eran libres desde mucho antes de la invasión de Toussaint Loverture.

Era de Francia (1802 – 1809)

Jean-Louis Ferrand fue enviado en la expedición francesa de La Española y comenzó a gobernar la parte antes española en 1802. Cuando murió Charles Victoire Emmanuel Leclerc de la fiebre amarilla, Ferrand le reemplazó en el poder y fue el gobernador de Santo Domingo por el resto de la Era de Francia hasta su fin en 1809.

La armada francesa enviada por Napoleón Bonaparte fue liderada por Charles Victoire Emmanuel Leclerc (en adición a otros como Jean-Louis Ferrand y Jean-Baptiste Donatien de Vimer, conte de Rochambeau). En 1802 reemplazaron a las autoridades haitianas en la parte española de la isla e iniciaron la Era de Francia en Santo Domingo. Al poco tiempo de tomar el control de la parte española, Charles Victoire Emmanuel Leclerc se enfermó con la fiebre amarilla y muere con Jean-Louis Ferrand tomando su lugar y gobernando la parte española por el resto de la Era de Francia hasta 1809. A pesar que hubo intentos de invasiones francesas a la parte francesa bajo control haitiano, estaba tan generalizada la revuelta de los esclavos al punto que se convirtió en la Revolución Haitiana y culmina con la declaración de la independencia de Haití el 1 de enero de 1804. Desde ese momento en adelante, la isla volvió a dividirse entre dos países: el recién creado Haití que ocupaba las costas occidentales de la isla bajo control de los haitianos y los franceses seguían gobernando la antes parte española. No obstante que la población de la antes parte española estaba constituida por españoles (dominicanos) por completo casi quienes no hablaban ni entendìan el francés y deseaban que la antes parte española regresara al seno de España.

El gobierno de Jean-Louis Ferrand tenía la intención de reducir la antipatía que la población le tenía a los franceses e incrementar la simpatía con el gobierno francés. Por tal motivo se adoptaron medidas como el requerimiento del gobierno de Francia que todas las leyes y decretos en Santo Domingo fueran bilingües (francés/español). El efecto de las leyes francesas creadas en Santo Domingo no fueron inofensivas a la población, quienes eran los antepasados de los dominicanos.

Luego que Haití se estableciera como un país independiente, en el mismo año de 1804 quien se había declarado emperador vitalicio Jean Jacques Dessalines, dio la órden para que se masacraran a todos los hombres blancos en Haití con la excepción de algunos de ciertas profesiones como los médicos, los soldados polacos mandados por Francia a pelear contra los haitianos por ser ignorantes de todos los aspectos del país haitiano y un puñado de hombres cuyas vidas fueron perdonadas por capricho de Dessalines. Unos meses después de completar la destrucción de los hombres blancos en Haití, Dessalines ordena que todas las mujeres y niños blancos (incluyendo los recién nacidos y los bebés) deben ser masacrados también. La excepción eran las mujeres blancas casadas con generales militares haitianos aunque no dice nada respecto a si tenían niños y/o bebés blancos. A pesar de la órden de masacrar, no fue todo lo que implicó. Muchas de las mujeres y niñas sufrieron abusos sexuales y torturadas antes de ser asesinadas. La noticia de la masacre general en Haití se esparció en la antes parte española como cosa loca. El resultado fue la indignación por parte del mando francés que gobernaba la antes parte española y eso llevó a Jean-Louis Ferrand a declarar el reestablecimiento de la esclavitud en la antes parte española. Añadiéndole leña al fuego, la gente a ser sometida a la esclavitud no era la gente de color ni los negros del país, incluyendo aquellos que se beneficiaron por la liberación de los esclavos en 1801. Esta vez sería exclusivamente niños y jóvenes haitianos que eran secuestrados en la zona fronteriza. Cuando los oídos de Jean Jacques Dessalines recibieron la noticia del nuevo decreto francés en Santo Domingo, de inmediato comenzó a prepararse para la Campaña del Este o la invasión haitiana de 1805.

La Era de Francia terminó en 1809 con la guerra de la Reconquista. Algunos dominicanos que se habían refugiado en Puerto Rico deciden invadir la antes parte española con soldados dominicanos y puertorriqueños, éstos últimos aportados por el gobernador de Puerto Rico D. Toribio Monte, y liderado por el nativo de Cotuí Juan Sánchez Ramírez. Ya estando en tierra dominicana fueron engrandecidos por la añadidura de más dominicanos que se unieron a la revuelta en contra de los franceses. El final fue de dos partes. Primero, Jean-Louis Ferrand comete suicidio en Palo Hincado, cerca de El Seibo, al ver que las fuerzas francesas estaban perdiendo a la furia de los dominicanos. Segundo, con la muerte de Jean-Louis Ferrand, la destrucción de la milicia francesa y Pedro Santana llevar la cabeza de Ferrand como prueba de su muerte, los dominicanos se dirigieron a Santo Domingo y con la ayuda de los ingleses tomaron el control de la capital. Los franceses no tuvieron otra opción que capitular y entregarle la llave de la ciudad a las tropas inglesas y posteriormente, éstas se la traspasan a los dominicanos. Luego Juan Sánchez Ramírez retorna la antigua parte española a España y con ello se le pone fin a la Era de Francia en Santo Domingo.

La invasión de Dessalines de 1805

Durante la invasión haitiana de 1805 liderada por Jean Jacques Dessalines, el asesinato a sangre fría de los antepasados se los dominicanos sin distinción de edades, sexo, color, etc fue extendido en la parte antes española de La Española. (Hilario R.)

Jean Jacques Dessalines invade la antes parte española en 1805. Tenía dos propósitos: primero, la victoria haitiana contra el gobierno francés establecido en Santo Domingo y, segundo, la destrucción de todos los pueblos españoles y una masacre general a todos los habitantes incluyendo a los que eran de color y negros libre. No pudieron cumplir la victoria contra los franceses durante el sitio que le hicieron los haitianos a Santo Domingo. Aunque todo favorecía la eventual victoria de los haitianos, una maniobra de caravelas francesas cerca de las costas de Santo Domingo le dieron la impresión a Jean Jacques Dessalines que las fuerzas francesas se dirigían al oeste para atacar los pueblos haitianos, los cuales estaban desprotegidos debido a que toda la milicia haitiana se encontraba haciéndole el sitio a Santo Domingo. Evidentemente que esto fue un error de su parte que produjo el cese inmediato del sitio a Santo Domingo y la marcha de retorno de las tropas haitianas a Haití tanto por el Sur como por el Cibao.

La retirada de las tropas haitianas fue uno de los eventos más dolorosos y sangrientos en la historia dominicana. De acuerdo al historiador haitiano Jean Price-Mars en su obra de dos volúmenes «La República Haitiana y la República Dominicana» describe el episodio de las siguientes maneras.

Jean Price-Mars; «La República Haitiana y la República Dominicana»; página 97. 

El mismo Jean Jacques Dessalines se enorgullecía de haber cometido tal hecho y en su diario de la Campaña del Este dice que la devastación que produjo en la antes parte española fue muy extensa.

Jean Jacques Dessalines; «Alocución del Emperador al pueblo a su regreso del sitio de Santo Domingo»; Corte Imperial en Laville, 12 de abril de 1805. 

La devastación de Jean Jacques Dessalines no sólo fue muy extensa en el este de la isla, sino que incluyó la destrucción de los mulatos y a los negros por las tropas haitianas. Tener sangre africana en sus venas, aunque estuviera mezclada con la europea y la indígena, y un o varios rasgos africanos incluyendo un color de piel oscuro y/o un cabello encrespado, no importaba para morir a costa del sable y las bayonetas de los haitianos. Tampoco importaba si eras hombre o mujer, adulto o niño. Desde los equivalentes a un Freddy Beras Goico, Cheddy Gacía, Joel López, Mariasela Álvarez, Liza Blanco, Al Horford, Félix Gutiérrez, Tatico Henríquez a Carlos de la Mota, José Guillermo Cortinés, Zoila Luna, Silvio Torres-Saillant, Aquiles Correa, Hony Estrella, Consuelo Despradel, Hipólito Mejía y muchos más, sus antepasados dominicanos hubieran sido asesinados por el simple hecho de ser habitantes de la antes parte española en 1805.

Jean Price-Mars; «La República Haitiana y la República Dominicana»; página 98. 
Gaspar Arredondo Pichardo; »A mi salida de Santo Domingo el 28 de abril de 1805». 

Guarico = Cabo Francés = Cabo Haitiano.
Jean-Louis Ferrand; «Siege of Santo Domingo Report» publicado en «The Enquire» el 20 de octubre de 1805: página 2.

«Me informó los planes de los haitianos si Santo Domingo hubiera capitulado. Eran de conceder sin reservas todos los artículos pedidos. Ya entrados por las puertas en la muralla de la ciudad eran masacrar a toda la población sin distinción alguna. Luego la milicia haitiana era de dejar el sitio excepto la cantidad de hombres necesarios para demoler la ciudad. Masacrar a todos loa españoles blancos y libertos en todo el país. Llevarse secuestrados a Haití a los esclavos y los animales».

«El Sr Gailard me detalló las crueldades que la milicia haitiana habían hecho por todo el país»…

Este fue el caso durante la invasión haitiana de 1805 a pesar que la mayoría de la población, incluyendo a la mayoría de los blancos, nunca fueron dueños de esclavos y la destrucción incluía a mulatos y negros libertos. En este tiempo el grueso de los mulatos y negros en la antes parte española eran libres, por lo que estaban incluidos a ser destruidos.

Primera constitución de España de 1812

Ejemplar de la primera constitución española de 1812 conservado en el Senado en Madrid. (Barcex)

Un detalle interesante de la antes parte española de la isla fue su retorno al Reino de España entre 1809 y 1814. Mientras el territorio estuvo bajo control de los dominicanos tras ganar la guerra de la Reconquista en 1809 y fue retornada a España ese mismo año, esto fue en los hechos. No fue hasta el Tratado de París de 1814 cuando Francia le cede a España de forma oficial la antes parte española de Santo Domingo. En esencia, lo que se hizo en 1814 fue poner en papel lo que ya existía en los hechos desde 1809. Es mucho más interesante lo que se evidencia en la primera constitución de España de 1812, tres años después de la antes parte española ser retornada a España en los hechos y dos años antes de Francia cederle a España la antes parte española de Santo Domingo en papel.

Constitución de España de 1812.
Constitución de España de 1812.

Es oportuno mencionar que España puso en papel como parte de su propiedad la parte española de Santo Domingo antes de Francia retornarle oficialmente el territorio a España.

La noción que Haití heredó toda la isla en 1804

Mapa de Haití. (US Library of Congress)

Lo ocurrido en la guerra de la Restauración, la constitución de España de 1812 y el Tratado de París de 1814 tuvo implicación con respecto a la noción que Haití heredó la isla completa con su independencia el 1 de enero de 1804. De acuerdo a la primera constitución haitiana, las fronteras de Haití eran las asignadas por la naturaleza con el mar en todas las direcciones incluyendo las islas adyacentes de la Tortuga, Saona y las demás islas. En realidad Haití heredó la parte francesa la cual consistía de las costas occidentales de La Española, las islas adyacentes y las dos penínsulas grandes de San Nicolás en el norte y Tiburón en el sur.

Aunque Francia se hizo dueña oficialmente de la parte española con el Tratado de Basilea de 1795, el mismo no se puso en efecto en los hechos con respecto a Santo Domingo porque la parte francesa estaba convulsionada. Toussaint Loverture invade la parte española en 1801 con la excusa que estaba ejecutando en los hechos la cesión a Francia de la parte española según lo estipulada el tratado. Sin embargo, la milicia francesa llegó a la isla en 1802 y le arrebató el control a los haitianos de la parte española. Se dividió la isla en esta ocasión entre la parte española ahora bajo el mando de los franceses y la parte francesa bajo el mando de los haitianos. Francia siguió gobernando la parte española hasta 1809, el año que vuelve a gobernar España a la parte española de Santo Domingo. Desde 1802 nunca tuvieron el control de la isla completa los haitianos hasta 1822 con la invasión de Jean Pierre Boyer.

Existe otro detalle que pone en limbo el reclamo de Haití sobre la parte española de Santo Domingo. Aparte del hecho que los haitianos nunca habitaron en la parte española en el tiempo de su independencia, ningún país del mundo reconocía a Haití hasta que Francia es el primero que lo reconoce en la Ordenanaza Real de 1825. Según entendía el mundo, los reclamos de Haití sobre el territorio dominicano eran ilegítimos debido a su estatus de país no reconocido. De hecho, el mismo Haití era territorio francés en rebeldía post la independencia de Haití hasta su reconocimiento en 1825. Distinto a Haití, Francia sí era reconocida por los gobiernos del mundo.

Como si no fuera poco, tenemos una copia de la Ordenanza Real de 1825 entre Francia y España. Se evidencia que dice «la parte francesa de Santo Domingo» y no «la isla de Santo Domingo». Quiere decir que en ningún momento los acordantes Francia y Haití consideraban a la parte española de Santo Domingo como una parte integral de Haití ni tampoco a los dominicanos como haitianos, no obstante que desde 1822 hasta 1844 existía la Dominación Haitiana.

Las traducciones al español se limitan a lo que está resaltado en rojo.

«Los puertos de la parte francesa de Santo Domingo»…  

«Los habitantes actuales de la parte francesa de Santo Domingo»…

…«La suma de 150 millones de francos»… 

…«A los habitantes actuales de la parte francesa de Santo Domingo se les reconocerá su independencia completa del gobierno francés».

Por último en esta sección, el Tratado de Basilea de 1795 no fue un acuerdo entre Francia y Haití o entre España y Haití, sino entre España y Francia. Debido a que Francia no reconocío a Haití hasta 1825, por ello se produce el Tratado de París de 1814 en la que Francia le cede oficialmente a España la parte española de Santo Domingo. No fue una cesión a España o cualquier otra potencia de la parte francesa de la isla. Aquella siguió siendo un territorio francés en rebeldía. Los únicos capaz de hacer cualquier cosa con el este de La Española eran los dueños de ese territorio y estos no eran los haitianos.

La independencia efímera de 1821

El abogado José Núñez de Cáceres era originario de Santo Domingo y líder de la declaración de independencia de España en 1821 mas el creador del Haití Español. Debe notarse que era descendiente de españoles.

Un abogado oriundo de Santo Domingo D. José Núñez de Cáceres, declara independiente a Haití Español de España el 1 de diciembre de 1821. El nombre de Haití no era sólo el de un país en las costas occidentales de la isla, sino uno de los nombres que usaban los indígenas taínos para referirse a la isla al momento de su descubrimiento el 5 de diciembre de 1492 por Cristóbal Colón. Como era de esperarse, Haití Español no debía confundirse con el Haití «francés» que no era otra cosa que la República de Haití. La parte española de la isla por completo y todos sus habitantes era el territorio y el pueblo de Haití Español. Esta declaración de independencia de España se produjo sin derramamiento de sangre ni alboroto alguno debido a que España nunca le hizo una guerra a Haití Español. Su propósito era ser un Estado transicional a ser admitido a la Gran Colombia de Sudamérica. La invasión haitiana liderada por Jean Pierre Boyer invadió a Haití Español antes que se pudiera materializar la unión con la Gran Colombia.

Dominación Haitiana (1822 – 1844)

Jean-Pierre Boyer y las 10,000 tropas haitianas que le acompañaron en la tercera invasión haitiana de la parte dominicana. Con ello comenzó la Dominación Haitiana de 1822 a 1844. (Ramón L Sandoval)

La Dominación Haitiana tuvo su inicio el 9 de febrero de 1822 y terminó el 27 de febrero de 1844. La invasión de Jean Pierre Boyer a Haití Español le puso final al movimiento independentista dominicano a tsn solo dos meses de su declaración. Por ello se le conoce como la independencia efímera. La invasión haitiana consistía de 10,000 hombres armados a un Haití Español que carecía de un armamento adecuado y suficientes municiones para su defensa, uniformes para su milicia, includo el dineto era no existente entre otras cosas debido sl corto tiempo desde su creación. A pesar que Jean Pierre Boyer decía que su invasión no era tal cosa sino que llegaba a Santo Domingo como un hermano invitado por los dominicanos. Es un poco chocante que este «hermano» llegó con 10,000 haitianos armados a un país que no tenía milicia. Los dominicanos no tenían otra opción que hacer lo que digan los haitianos so pena ser el destino de las balas que salían de las escopetas haitianas y los bayonetazos de las bayonetas haitianas en el momento de la invasión.

Sin embargo, cuando la naturaleza verdadera del gobierno haitiano comienza a manifestarse en la Dominación Haitiana, los dominicanos mostraban un deseo incontenible de ponerle fin al yugo haitiano. El 22 de septiembre de 1822, a tan sólo 7 meses del comienzo de la Dominación Haitiana, se publica una carta en la vecina Puerto Rico de un reporte a las Cortes del diputado dominicano por la provincia de Santo Domingo D. Francisco Brenes, se menciona el descontento general de los dominicanos.

No queda la menor duda que desde el inicio de la Dominación Haitiana, los dominicanos estaban descontentos con la forma que los trataba el gobierno haitiano y el maltrato que recibían en carne y hueso de las tropas haitianas establecidas en todo el territorio de la antes parte española. A pesar que hubo muchas revueltas por parte de los dominicanos para ponerle fin a la Dominación Haitiana, en cada ocasión las autoridades haitianas era exitosa en capturar a los líderes dominicanos de estas revueltas y asesinarlos. La situación llegó a tal nivel que un segmento importante de la población se vio en la obligación de emigrar a Puerto Rico, Cuba y Venezuela. Esto llegó a su fin con el surgimiento de La Trinitaria, la cual logró su objetivo con la independencia de la República Dominicana el 27 de febrero de 1844.

No se debe perder de vista que mientras el 1 de diciembre de 1821 se creó el Haití Español, lo ocurrido en 1844 no fue un reestablecimiento de Haití Español sino el establecimiento de un gobierno nuevo llamado la República Dominicana. Cuando culmina la guerra de la Restauración en 1865, se reestablece la República Dominicana que había existido desde 1844 a 1861, no es la creación de un gobierno nuevo. Por eso en 1844 se establece la República Dominicana y no se reestablece el Haití Español, y en 1865 se reestablece la República Dominicana y no se crea un gobierno nuevo.

La noción que la nación dominicana comenzó con la creación de la República Dominicana en 1844

Título oficial de la declaración de independencia de 1821 de la independencia efímera. Nótese que menciona al «pueblo dominicano» a pesqr que el nuevo país tenía el nombre de «Haití Español». Además, la República Dominicana no sería creada por los próximos 23 años.

Un dato que no se debe pasar por alto es que el pueblo dominicano no se formó a partir de la creación de la República Dominicana en 1844, sino desde hace dos siglos antes como mínimo. Existe documentación del siglo XVII (1600s) en lo que se usa el gentilicio «dominicano» para referirse a los habitantes de la parte española de Santo Domingo. Esta costumbre es una tradición española para referirse a los habitabitantes de una región o provincia con un gentilicio propio. En Europa están hasta el día de hoy los andaluces para Andalucía, los catalanes para Cataluña, los gallegos para Galicia, etc no obstante españoles son todos a la vez. Los nativos de Puerto Ricl eran llamados los puertorriqueños, los de Cuba eran los cubanos, los del Perú los peruanos, los de Chile los chilenos, los de Guatemala los guatemaltecos, etc. De la misma manera, los de la parte española de Santo Domingo eran los dominicanos, un gentilicio que se deriva de «Domingo».

Otro ejemplo de cómo la gente de la República Dominicana se refieren a ellos mismos como los dominicanos desde antes de la creación de la República Dominicana es la creación de Haití Español. En su declaración de independencia dice «Declaratoria de independencia del pueblo dominicano». Nótese que no dice pueblo haitiano español, sino pueblo dominicano. Era el caso a pesar que no serían hasta 22 años después que lse crea a República Dominicana, equivalente a una generación casi o un cuarto de siglo casi.

La situación de los dominicanos contrasta con la de los haitianos. A nadie llamaban haitiano hasta que la parte francesa de La Española se declara independiente en 1804 y se llama ella misma Haití. Ni siquiera los indios taínos en su tiempo se llamaban haitianos. Antes de la independencia de Hqití no existía un gentilicio para los esclavos de la parte francesa por ser propiedad y no hombres libres. Ni siquiera la población libre compuesta por todos los blancos, algunos mulatos y muy pocos negros se les conocía como franceses simplemente. Durante el tiempo de la creación de grandes fortunas en Saint-Domingue en Europa existía un dicho que decía «tan rico como los de Saint-Domingue» en referencia a aquellos de la parte francesa de La Española. No mencionaban a los dominicanos a quienes se les conocía también como españoles sin importar si la persona era blanca, mezclada o negra. A pesar de ello, a los de la parte francesa de la isla se les conocía como «los franceses» y a los esclavos como «los esclavos de los franceses».

La guerra Domínico-haitiana (1844 – 1856)

La guerra Domínico-haitiana (1844 – 1856) consistió de 14 batallas contra las milicias haitianas en sus múltiples invasiones de la República Dominicana. Los dominicanos salieron victoriosos en todas las batallas en parte porque perder significaba la masacre de la población dominicana por completo. Todas las guerras entre los dominicanos y los haitianos fueron peleadas en territorio dominicano como respuesta de defender el territorio y al pueblo dominicanos de los invasores haitianos. Mientras los dominicanos nunca violaron el derecho que tienen los haitianos de organizarse como país independiente, los haitianos nunca quisieron honrar ese mismo derecho a los dominicanos.

La guerra Domínico-haitiana tuvo lugar durante un periodo se 12 años, lo que la convierte en la guerra de independencia más larga de América. Todas las batallas tuvieron lugar en territorio dominicano porque correspondían a al menos 8 invasiones haitianas principales del territorio dominicano y varias batallas pequeñas. Se prevía la masacre general de los dominicanos si hubieran perdido una sola batalla, las invasiones haitianas lideradas por Faustín Soulouque en particular. Todo se resume a dominicanos peleando en defensa de su independencia, su territorio y su existencia como seres humanos y pueblo; mientras Haití quería negarles esos derechos a los dominicanos, incluso el derecho a la vida. Es un hecho que los dominicanos nunca invadieron Haití con la intención de finalizar la independencia haitiana. La guerra Domínico-haitiana comenzó cuando los haitianos comienzan a invadir a los dominicanos y termina cuando los haitianos dejan de invadir a los dominicanos. Nunca fue de la forma inversa. De hecho, si fuera por los dominicanos nunca hubiera surgido la guerra Domínico-haitiana.

La guerra de la Restauración (1863 – 1865)

Originario de Puerto Plata, Gregorio Luperón fue el líder de la guerra de la Restauración (1863 – 1865).

Gregorio Luperón fue la cabecilla de la guerra de la Restauración de la República que comenzó en 1863 y terminó en 1865. Surge cuando la República Dominicana es reincorporada a España en 1861. La población dominicana fue sorprendida cuando se produce la anexión a España porque no fue consultada similar a lo ocurrido con el Tratado de Basilea de 1795. Empeorando la cosa fue el hecho que muchos gobernadores y tropas españolas maltrataban a los dominicanos porque se sentían superior.

El racismo jugó un rol. Las tropas españolas eran de Puerto Rico y Cuba, dos islas que seguían siendo parte de España y donde la esclavitud era legal. Para muchos españoles se les hacía difícil aceptar que la gente de color y los negros estaban en posiciones de poder y/o a la par de ellos, además que la población de color por completo era libre. Distinto a los casos de Cuba y Puerto Rico, la gente de Santo Domingo estaban en igualdad de condiciones con los españoles sin importar si los líderes dominicanos eran blancos, mulatos o negros.

Había otro problema y era con los impuestos que pusieron las autoridades españolas a la población dominicana. Los dominicanos veían los impuestos como un tipo de robo debido a que no veían mejoras en las carreteras, construcción de puentes, etc. Además, los dominicanos estaban acostumbrados a llevar mercancías de un pueblo a otro sin que se les exija ningún tipo de impuesto y de la noche a la mañana llega esta gentes de fuera de la isla imponiendo impuestos a diestra y siniestra. A pesar que no existe mucho cariño al pago de impuestos en cualquier lugar del mundo incluso en nuestros días, sin embargo los dominicanos detestaban eso en parte porque antes de la llegada de los españoles estaban acostumbrados a que no se les exija impuesto de ningún tipo.

Las disputas fronterizas domínico-haitianas (1844 – 1929)

Las modificaciones a la frontera original de 1777 se hicieron en 1929 y otra vez en 1935. En ambas instancias, Haití obtuvo territorio a expensa de la República Dominicana. El propósito de los acuerdos fronterizos era ponerle fin a las disputas, invasiones y guerras fronterizas entre una República Dominicana que defendía su integridad territorial y un Haití que deseaba quitarle territorio a la República Dominicana. Esta ha sido la frontera oficial desde 1936 hasta hoy, unos 87 años. (VOX)

Desde el momento de la creación de la República Dominicana en 1844, los dominicanos han reclamado que su territorio era aquel que formaba la parte española y a Haití le correspondía la parte francesa. Ese fue el hecho al momento de establecerse la Dominación Haitiana en 1822. Esta no era una proposición aceptada por los haitianos quienes alegaban que la frontera estaba mucho más al este de lo que decían los dominicanos incluyendo territorio que nunca fue parte del Santo Domingo francés. Esto llevó a crear de nuevo las disputas fronterizas las cuales existían en la época colonial entre España y Francia en la isla hasta que se firma el Tratado de Aranjuez en 1777. La nueva disputa fronteriza entre la República Dominicana y Haití comienza en 1844 hasta 1929. Estas disoutas fronterizas ocasionaron tensiones muy severas entre ambas naciones al punto que de vez en cuando se produjeron batallas en la frontera y ambos Estados tenían una actitud como de guerra al punto que en Haití no se aceptaban embarcaciones de la República Dominicana y viceversa. Al principio del siglo XX las didputas fronterizas habían llegado a un extremo que el gobierno dominicano pidió un préstamo de US$1 millón a bancos estadounidenses para financiar una guerra contra Haití, Intevención diplomática de parte de los Estados Unidos convenció a los dominicanos y a los haitianos para que se mantuvieran en la calma y se olvidaran de comenzar una guerra en la isla de La Española.

Como un intento de ponerle fin a las disputas fronterizas, el presidente dominicano Horacio Vásquez le cede a Haití 4,575 KM2 ó 8% del territorio dominicano. En ese momento Haití se encontraba en una intervención militar de los Estados Unidos. En 1936 Rafael Leonidas Trujillo le cede a Haití 1,628 KM2 ó 1% adicional del territorio dominicano. A partir de esa revisión la frontera entre la República Dominicana y Haití ha sido la misma de nuestros días.

La falsa creencia de Jean Price-Mars que el racismo creó a la República Dominicana

Jean Price-Mars (CIDIHCA, D.R)

El historiador haitiano más respetado en el siglo XX fue Jean Price-Mars. En adición a su capacidad intelectual y ser un médico, él fue un diplomático y por un tiempo fue Embajador de Haití en la República Dominicana. Además fue uno de los contribuyentes principales al movimiento haitiano que buscaba enaltecer a los negros y hoy se consideraría un tipo de afrocentrismo, noirisme. Publicó muchos libros que influenciaron a la clase intelectual de Haití y ninguna otra obra influencio más a los intelectuales haitianos respecto a la República Dominicana que «La República Haitiana y la República Dominicana» de dos tomos en 1953.

En este libro se pretende que el racismo creó a la República Dominicana y mientras sean racistas los dominicanos, seguirá existiendo la República Dominicana y la isla completa no será un solo país gobernado por los haitianos. Existen muchos ejemplos en el libro que evidencian esta creencia, aunque por cuestión de espacio y tiempo nos limitaremos a citar tres.

Jean Price-Mars; “La República Haitiana y la República Dominicana,” 1953; página 175. 

Aquí Jean Price-Mars cita a Manuel Arturo Peña Batlle en una alocución que hizo en Elías Piña el 8 de noviembre de 1942.
Jean Price-Mars; “La República Haitiana y la República Dominicana,” 1953; página 180.  
Jean Price-Mars; “La República Haitiana y la República Dominicana,” 1953; página 180.  

Como es evidente en las tres citas anteriores, Jean Price-Mars intenta decir que los españoles eran los blancos y no los mulatos y los negros. Sin embargo, existen evidencias históricas que muestran que con españoles no se limitaban a referirse sólo a los blancos. Al contrario, los españoles eran la población dominicana completa incluyendo a los mulatos y los negros. Lo que citaremos a continuación lo más probable que eran desconocidas por Jean Price-Mars y esta ignorancia de su parte muy probablemente lo llevó a asumir desde una óptica racial que los españoles eran los blancos que eran de, o se originaron de, la península de Iberia en Europa.

La primera constitución de España de 1812. El capítulo 2, artículo 5 define quiénes son españoles. Nótese que en ningún momento menciona el color de la piel o la raza o siquiera que nos no blancos no son españoles. Para ver lonque era el territorio de España, véase la sección de este artículo titulado «La primera constitución de España de 1812.
Sección del Reporte del Sitio a Santo Domingo en 1805 de Jean-Louis Ferrand publicado en «The Enquire» de Richmond, Virginia, EEUU el 29 de octubre de 1805.

Nótese que en la parte resaltada en amarillo dice «masacre de todos los españoles blancos y libertos del país» con «españoles blancos y libertos» refiriéndose a los antepasados blancos y los de color que estaban con libertad de los dominicanos. En ese entonces la mayoría de la población en la parte española de la isla consistía de blancos y gente de color libres.

Otra influencia a la que quizás fue expuesto Jean Price-Mars fue la creación de Haití y cómo Francia instaló en la parte francesa de Santo Domingo el racismo como modo de control social mientras España hizo lo opuesto en la parte española de Santo Domingo en la que todo fue conjugado para favorecer la mezcla entre los blancos y los negros. Este trato tan distinto en un y otro lado de la isla quizás explica que mientras los partidos políticos basados en el color de la piel, raza o étnia nunca ha existido en la República Dominicana, partidos políticos basado en la raza sí han existido en Haití y de hecho, por muchos años existían partidos políticos para mulatos y otros para negros.

Otro ejemplo es que ningún grupo racial ha sido excluido, masacrado o expulsado de la República Dominicana mientras Haití sí fue en sus inicios y por muchas décadas muy antiblancos al punto que se llegó a prohibir que ningún blanco pudiera convertirse en ciudadano haitiano y se cometió la masacre de los blancos de Haití en 1804.

Constitución haitiana de 1805. Contrario a las constituciones de la República Dominicana, varias de las constituciones haitianas mencionan el color de la piel y la raza, además que excluyen a los blancos. En el artículo 14 dice que todos los haitianos son negros sin importar el color de la piel, es decir incluyendo a los de sangre mezclada quienes suelen tener un color de piel claro.
Título del un artículo publicado en «The Ostega Herald» de Cooperstown, NY, EEUU el 21 de junio de 1804. Trata la masacre de los blancos en Haití en 1804 según otra nota de prensa del 4 de junio de 1804. A pesar que se aplicó por todo el territorio haitiano, en esta ocasión se enfoca en la ciudad de Cabo Francés (Cabo Haitiano al día de hoy). Esto es una evidencia más de cómo la raza y el color de la piel ha dado origen a y ha sido una constante de Haití desde los inicios de su existencia.
Gustave D’aulaux; “Soulouque and His Empire,” 1861; página 296. 

«Mientras aquí (Haití) principios verdaderamente cristianos según lo contenía el edicto de 1698 paulatinamente fue reemplazado por una legislación que prohibía los matrimonios entre personas de razas diferentes, prohibían la enmacipación de los esclavos y abiertamente se estableció el racismo como forma de control; allí (República Dominicana) todo fue organizado para facilitar la fusión de los blancos con los negros».
Charles Mackenzie, “Notes on Haiti” Vol 1, 1830; página 26. Cuando el autor llegó a Puerto Príncipe, Haití y describe lo siguiente (lo resaltado en amarillo):

…«Prejuicios»…

…«Respecto al color de la piel»…

…«En ninguna parte del mundo existen los prejuicios como en la misma capital haitiana»…

…«El mantenimiento del artículo 38 de la constitución dónde prohibe a todos los blancos en naturalizarse como haitianos»…
Contrario a la bandera dominicana, el origen de la bandera haitiana es en sí mismo un elemto racista, a lo mejor como evidencia del racismo rancio que han heredado los haitianos desde los tiempos que fue colonia francesa. Está basada en la bandera de Francia la cual consiste de bandos blanco, azul y rojo. Se puso a su lado para que los bandos verticales parecieran horizontales y el bando blanco del medio fue arrancado como símbolo de la exclusión de los blancos en Haití. El bando azul representaba a los mulatos y el bando rojo a los negros de Haití, de nuevo tomando en mensaje racial.

Repetimos que Jean Price-Mars fue uno de los contribuyentes principales al movimiento noirisme, lo cual hoy sería considerado afrocentrista, tenía esta visión racial. Los haitianos fueron los herederos en sentido general del racismo que fue impuesto por Francia y muy extendido en la parte francesa de La Española. ¿Es sorprendente que cualquier estudio que Jean Price-Mars hubiera hecho de la República Dominicana y de los dominicanos era analizado por un prisma racial, lo cual daría resultados equivocados?

El problema de Jean Price-Mars y su visión racial al analizar los asuntos dominicanos tenían otro propósito: negar o no reconocer que elementos como el idioma, costumbres, etc que diferencian a un país del otro en la isla de Santo Domingo. Además, él nunca reconoció que Haití maltrató a los dominicanos y su deseo, o al menos de varios líderes y presidentes haitianos, de masacrar a la población dominicana por completo desde el siglo XIX hasta 1856. A eso le sumamos que nunca reconoció el maltrato que recibieron los dominicanos por Haití y sus tropas en la Dominación Haitiana desde 1822 hasta 1844. Sin lugar a dudas, Haití fue una especie de matón a los dominicanos durante una buena parte del siglo XIX que se evidenciaban en sus múltiples invasiones del territorio dominicano. Reconocer estos hechos significarían dos cosas: 1) pretender que los dominicanos son los beligerantes a Haití y éstos vistos de una forma benigna colapsa porque la realidad histórica fue lo opuesto y 2) el rechazo dominicano a una unión política con Haití tiene nada que ver con el color de la piel, la raza o el racismo.

Conclusión

Monumento a los Héroes de la Restauración en Santiago de los Caballeros, República Dominicana.

Como hemos evidenciado, existen muchos aspectos de la historia de La Española que son ignorados por aquellos que quieren manipular y pretender que el territorio dominicano le pertenece a Haití. Reconocer que ha existido el racismo en la época colonial de la parte francesa de La Española y posteriormente por su heredero Haití es el primer paso en ser honesto con uno mismo y con la historia. Desde el comienzo Haití ha tenido el deseo de apoderarse del territorio de la República Dominicans y ponerle un fin a la independencia de los dominicanos. Sin embargo los dominicanos desde siempre han respetado el derecho que tienen los haitianos de formar su país y mantener su independencia en la misma isla de La Española. No hay nada malo que existan dos países en una isla, pues ha sido el caso por más de un siglo y en una isla que más veces que no ha tenido a más de una entidad política, incluso en los tiempos de los taínos cuando habían 5 cacicazgos o reinos de los indígenas.

Eh aquí a los dominicanos, la gente que en determinados momentos Haití no quería que existieran como pueblo, como seres humanos y como entidad política.

Gerardo Rodríguez y su canal en Youtube tiene nada que ver con LosDominicanos.org.
Gerardo Rodríguez y su canal en Youtube tiene nada que ver con LosDominicanos.org.
Ningún ministerio del Gobierno de la República Dominicana tiene nada que ver con LosDominicanos.org.
Ningún ministerio del Gobierno de la República Dominicana tiene nada que ver con LosDominicanos.org.
Recaito Digital tiene nada que ver con LosDominicanos.org.

El plan de Dessalines de destruir los ancestros de los dominicanos de hoy sin importar el color

Mapa de la segunda invasión haitiana liderada por Jean Jacques Dessalines en 1805. Su nombre oficial fue la «Campaña del este». En esta invasión los dominicanos mezclados y negros fueron personas a destruir igual que los blancos, no importaba el color de piel o si tenía algún origen africano sea en con o sin mezcla.

La Campaña del Este de 1805 fue la segunda invasión haitiana al territorio dominicano, en aquel entonces la parte española de Santo Domingo gobernada por Jean-Louis Ferrand desde 1802. Ferrand estaba a la cabeza de 2,000 franceses e instaló el gobierno francés en la parte española cuando fue enviado desde Francia por Napoleón Bonaparte a capturar a Toussaint Loverture y pacificar a la parte francesa de la isla. Al llegar los franceses, todos los pueblos dominicanos en la parte oriental de la isla se les ofrecieron a expensa de los haitianos que tenían el control de la parte española desde la primera invasión haitiana de 1801. A pesar que el líder haitiano Jean Jacques Dessalines puso en práctica la segunda invasión haitiana de 1805 por un decreto del gobierno de Jean-Louis Ferrand en restablecer la esclavitud en la parte española con los nuevos esclavos ser haitianos jovencitos solamente capturados en la zona fronteriza y no a los dominicanos que en otra época fueron esclavos y recibieron su libertad en 1801. Dessalines consideraba a los dominicanos, quienes eran la mayoría de los pobladores de la parte española, que eran aptos para ser castigados junto con los franceses y por ello debían ser destruidos todos, incluyendo a los mixtos y los negros libres.

En este artículo nos vamos a enfocar en un aspecto de la invasión haitiana de 1805 que regularmente es ignorada o muy poco detallada, a pesar que es un capítulo preponderante para la existencia de todos los dominicanos vivos hoy y los que nacerán en el futuro. La gente tiene derecho a conocer su historia verdadera, especialmente si es tan importante para que existiera la posibilidad que pudieras nacer varios años después. Contrario a la mayoría de la gente del Hemisferio Occidental, muchos de los cuales sufrieron invasiones por un grupo de extranjeros, nunca supuso una destrucción total de la gente y, por consiguiente, de los antepasados de las personas vivas hoy. Lo que implicaría es que al día de hoy tuvieran una lengua materna diferente, una alianza política diferente y/o una cultura diferente. No así con los dominicanos. Una invasión haitiana de 1805 que hubiera sido exitosa por completo significaba el final de los antepasados de los dominicanos de hoy y, por consiguiente, los dominicanos vivos hoy no hubieran nacidos jamás.

El plan de Jean Jacques Dessalines era destruir los antepasados de los dominicanos de hoy y es detallado con lujos de detalles en el reporte del sitio a Santo Domingo de 1805 en el periódico «The Enquire» de Richmond, Virginia, Estados Unidos del 29 de octubre de 1805, página 2.

Españoles blancos y libres – No exceptuaban a los dominicanos mixtos y negros

Los españoles libres eran la gente de color que era libre en lo que ahora es la República Dominicana. Cuando se produce la invasión haitiana de 1805, la mayoría de los mixtos y negros lo constituían los libertos mientras los esclavos no llegaban al 1% de la población. La esclavitud hsbía sido abolida en 1801 y en ese tiempo se estimaban entre un 10% a 15% de la población. Esto era muy diferente a la situación en las colonias caribeñas francesas e inglesas donde los esclavos era entre el 80% a 85% de la población. En esencia, los españoles libres en 1805 eran los antepasados de los dominicanos mixtos y negros de hoy. (Andra Mihali)

El reporte menciona a los «españoles blancos y libres» haciendo referencia a los pobladores de la parte española de Santo Domingo, ahora la República Dominicana. Estos son los antepasados de los dominicanos de hoy tanto los que viven en la República Dominicana y regados por el mundo. Es de conocimiento común que los blancos nunca fueron esclavos en el Hemisferio Occidental incluyendo la parte española de Santo Domingo. Por tanto, no tiene sentido que se mencione a los blancos como «libres» en un lugar cuando todos los blancos siempre fueron libres. Mientras los españoles blancos son los antepasados de muchos dominicanos blancos de hoy y debido al mestizaje, muchos de ellos son los antepasados de dominicanos mezclados también. Sin embargo, los «españoles libres» es una juxtaposición a los que eran esclavos. Las únicas personas que podían ser esclavos eran gente de color y en la parte española de Santo Domingo de 1805 la inmensa mayoría de la gente de color eran libres.

Mientras se abolió la esclavitud en 1801, incluso en ese tiempo los esclavos eran una minoría de la población. Esto se puede evidenciar en la descripción que hace Moreau de Saint-Mery en 1798 en su obra de dos volúmenes «A Political Description of the Spanish Part of Santo Domingo».

Moreau de Saint-Mery; «A Political Description of the Spanish Part of Santo Domingo» Vol I, 1798; página 29.

«La población de la parte española está compuesta por tres clases: los blancos, de los cuales ya he hablado, la gente de color libre y los esclavos.

La gente de color libre son pocos en números si se compara con el tamaño de los blancos, mas son muchos si los comparamos a la cantidad de los esclavos
».

La minoría que era esclava en la parte española de Santo Domingo tenían la peculiaridad de recibir un trato mucho más humano que el esclavo típico del Caribe no español. Hay mucha evidencia de ello, aunque nos limitaremos a dos.

Moreau de Saint-Mery; «A Political Description of the Spanish Part of Santo Domingo» Vol I, 1798; página 30.  

«Los esclavos son tan bien alimentados como sus patronos y se les da un trato tan humano que es desconocido en las colonias de otros países».
Charles Mackenzie; «Notes on Haiti» Vol II, 1830; página 7.

«La mejor evidencia que he tenido confirmando el trato humano que le daban a los esclavos los habitantes de Santo Domingo fue posteriormente corroborado por haitianos y otros extranjeros. A pesar que los comerciantes españoles (dominicanos) tenían la costumbre de llevarse sus esclavos cuando hacían viajes de negocio a la república vecina (Haití), no hubo ni un instante en que un esclavo abandonara a su patrón, no obstante que tan pronto cruzara la frontera el esclavo era libre de hecho.

Por otro lado, los franceses no eran dados a tratar humanamente a sus esclavos (haitianos)».
Los dominicanos de hoy no hubieran nacido según el deseo de Jean Jacques Dessalines, quien en sus planes estaba el de asesinar a los antepasados de la gente de la República Dominicana.

El plan de asesinar a los antepasados de los dominicanos de hoy

El reporte de Jean-Louis Ferrand menciona a un doctor francés que se le escapó a los haitianos en Santo Domingo y fue forzado acompañar a los haitianos desde Cabo Haitiano en su invasión de 1805, el Sr Gailard. Se familiarizó con Jean Jacques Dessalines y el resto de los haitianos hasta estar al tanto de todos sus planes durante la invasión. Entre los cuales estaba la intención de someter a todos los españoles blancos y libres (los antepasados de los dominicanos de hoy) y no sólo a los que habitaban el pueblo de Santo Domingo sino en todo el paìs, de masacrar a tofos cuando los haitianos se apoderaban de Santo Domingo.

«Me informó que los proyectos de ellos (haitianos) después que tuvieran el control de Santo Domingo era de ofrecer todos los artículos demandados. Ya penetrados (los haitianos) adentro de las murallas debían masacrar a toda la población sin ninguna distinción. Luego debían abandonar el lugar excepto los hombres (haitianos) necesario para demoler el pueblo (Santo Domingo). Masacrar a todos los españoles blancos y libres del país (los antepasados de los dominicanos) y secuestrar a la parte francesa (Haití) al resto de los esclavos y los animales.

El Sr Gailard me detalló todas las crueldades que las brigadas (haitianos) hicieron por todo el país (República Dominicana actual)»…

Es obvio que si la invasión se hubiera ejecutado a la perfección, un solo dominicano y descendiente de dominicanos en otros países vivo hoy hubiera nacido. Esto implica que incluso los dominicanos mezclados y negros hubieran sido asesinados todos debido a que el plan incluía a los «españoles libres».

El fracaso de implementar el plan por completo

El hecho que ti¡odavía existen los dominicanos como pueblo y como seres humanos es indicativo del fracaso del plan de Jean Jacques Dessalines en 1805. Si fuera por él, ningún dominicano existiera hoy. El fracaso de masacrar la población completa y destruir a Santo Domingo (lo que hoy es la Ciudad Colonial) ocurre por un simple milagro. Todo favorecía la victoria de los haitianos y su intento de eliminar por compketo a los dominicanos de una vez por todas si no fuera por lo siguiente.

Jean Jacques Dessalines se atrincheró en las immediaciones oeste de Santo Domingo (ahora sería los alrededores del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte más o menos). Avistó unas embarcaciones franceses cerca de la costa de Santo Domingo. Estas embarcaciones iban rumbo al oeste y pensó que iban hacia Haití para atacar los pueblos haitianos, los cuales estaban desprotegidos porque la milicia haitiana por completo estaba atrincherada en los alrededores de Santo Domingo haciéndole el sitio. Con esta premisa es que hace la orden que se terminara abruptamente el sitio a Santo Domingo y comenzaran la retirada a Haití por el Sur y por el Cibao. El plan de destruir a Santo Domingo y masacrar a toda la población en el país se vió frustrado.

La población adentro de las murallas de Santo Domingo consistían de los habitantes permanentes y de los antepasados de los dominicanos que se refugiaron en ella de otros puntos del país en busca de mayor seguridad. Esto incluía a los esclavos ya que incluso estos antepasados negros de los dominicanos sufrían de la agonía y las muertes espantosas en las manos de los invasores haitianos.

«Una población prodigosa del país (República Dominicana actual) compuesta de mujeres, niños, ancianos, esclavos; huían de las brigadas (haitianos) y buscaron refugio en el pueblo (Santo Domingo)».

Lo que sí se ejecutó del plan de asesinar a los antepasados de los dominicanos de hoy

Aunque Jean Jacques Dessalines abandonó muy rápido el plan del sitioma Santo Domingo hasta que ella capitule y masacrar a toda la población. esto no quiere decir que el plan de asesinar a los antepasados de los dominicanos regados por el país fuera abortado en su totalidad también. A pesar no pudo hacerse en su totalidad, algo del cual se lamentó Dessalines a su regreso a Haití, sí lograron hacer una destrucción muy extensa del territorio dominicano. Lo siguiente es por lo que pasaron los antepasados de los dominicanos mientras ocurría la retirada de los haitianos. Lamentablemente, por esto vivieron muchos otros que hubieran sido antepasados de dominicanos que nunca nacieron porque fueron asesinados vil e injustamente por los haitianos.

«No puedo abstenerme en deplorar las atrocidades de todo tipo que ellos (haitianos) cometieron en su retirada. Sus pasos estuvieron marcados por el incendio y el asesinato. Ningún crimen fue descartado por ellos. Llamaron a los pobladores (antepasados de los dominicanos actuales) con palabras de paz para engañarlos y sacrificarlos. El jefe de las brigadas (haitianas) en la retirada le dijo a los pobladores de San Juan de la Maguana y Neiba que habiendo tomado a Santo Domingo, regresaba a la parte francesa (Haití) y que les mostraría las evidencias que traía. Estos pobladores crédulos (antepasados de los dominicanos de hoy) le creyeron. Salieron de sus escondites en los montes y todos fueron matados. La otra brigada hizo lo mismo con los pobladores de Cotuí, engañados por su cura quien era un traidor al gobierno, hizo que sus feligreses cometieran la misma traición que él mismo.

El jefe de la primera columna causó que se incendiaran los pueblos de Baní, Azua, Neiba y San Juan de la Maguana. Los jefes de la segunda columna incendiaron a Cotuí, La Vega y mandó que demolieran a Santiago de los Caballeros».
«El jefe de otra brigada con 8,000 hombres (haitianos) atacaron a las fuerzas del Cibao y se entrincheraron en las afueras de Santiago de los Caballeros con éxito por el tamaño de sus fuerzas. El valiente coronel José Serapio Reynoso del Orbe (un dominicano mezclado oriundo de La Vega) encontró la muerte en la ocasión mientras peliaba como un hombre. Sus soldados (dominicanos) al ver que mataron a su jefe tomaron refugio en los montes. El enemigo (haitiano) marchó hasta el pueblo, entró sorprendiendo a sus pobladores infortunados incapaz de coger un arma y los masacró a todos sin ninguna distinción de edad o sexo. Ahorcaron a varios miembros del cabildo. Supe de este evento trágico por el Sr Franco, presidente de ese departamento, y por algunos individuos que lograron librarse de una muerte segura gracias a la rapidez de sus caballos».

La promesa de volver a Santo Domingo de Dessalines

Sería un error pensar que el final abrupto del sitio a Santo Domingo y la retirada a Haití de los haitianos acompañado de horrores, incendio y muertes fue el final intencional. Lo fue en la práctica porque la nueva invasión que prometió Jean Jacques Dessalines no llegó a concretarse. El hecho que Dessalines fue asesinado en Puerto Príncipe, Haití al año siguiente de 1806 por personas muy cerca de él impidió que cumpliera su deseo de volver a invadir la parte española de Santo Domingo, ahora la República Dominicana. Además, la intención de volver no era un secreto.

«Los jefes (haitianos) se reunieron y ejecutaron la retirada diciendo que nada los obliga a parar el sitio, sino que quieren preservar sus tropas para otro momento».

¿Para otro tiempo? ¿Qué era lo que iban hacer? ¿Terminar lo que comenzaron en la invasión de 1805? ¿Cumplir al pié de la letra asesinar a todos los antepasados de los dominicanos que se salvaron en 1805? ¿Destruir a los antepasados mezclados y negros de los dominicanos? ¿Qué hubiera pasado si no asesinan a Jean Jacques Dessalines en 1806?

Artículo

Algunos dominicanos de hoy y de origen dominicano cuyoas existencia nunca se hubiera producido

Las personas que se muestran a continuación son o eran dominicanos o de origen dominicano quienes nunca hubiersn nacido (por un lado tampoco sus padres, abuelos, bisabuelos, etc y por otro lado sus hijos, nietos, etc) según el deseo de Jean Jacques Dessalines en la invasión haitiana de 1805. No había piedad para el color de piel en esta invasión, todo el que era blanco y libre estaba condenado a ser asesinados por los haitianos. ¿Cómo iban a nacer estas perdonas si se destruían a sus antepasados?

Carlos de la Mota. El actor dominicano nació en La Vega, República Dominicana de padres dominicanos. (Foto por Reynaldo Brito)
Luis Abinader. El Presidente actual de la República Dominicana nació en Santo Domingo de una madre dominicana. (Raquel Arbaje)
Oscar de la Renta. El fenecido diseñador de moda dominicano que le abrió el camino a los hispanos en la alta costura de los Estados Unidos nació en Santo Domingo de un padre dominicano. (Matti Hilling)
Pedro Martínez. El famoso pelotero de la MLB fue recibido en el Baseball Hall of Fame nació en Santo Domingo de padres dominicanos. (Andrew Melone)
Romeo Santos. El bachatero famoso es hijo de un padre dominicano. (Alex Cancino)
Pedro Santana. El primer presidente de la República Dominicana nació en territotio dominicano en 1801 de padres españoles de las Islas Canarias.
Cardi B (Belcalis Marlenis Almánzar). La cantante muy exitosa nació en El Bronx, NY de un padre dominicano. (Katie Krause)
Francisco del Rosario Sánchez. Uno de los tres Padres de la Patria de la República Dominicana nació en Santo Domingo de padres dominicanos.
Domingo García Henríquez (Tatico Henríquez). Fue uno de los artistas del merengue típico que más sobresalía, en particular su dominio del acordeón. Nació en Nagua de padres dominicanos.
Amelia Vega. Miss Universo 2003 fue la primera de la República Dominicana en ganar esa corona y nació en Santo Domingo de padres dominicanos. (Reynaldo Brito)
Juan Bautista Vicini Lluberes. El empresario muy conocido de la República Dominicana es de padres dominicanos. (Noticias SIN)
Antonio Maceo. Nació en Cuba de una madre dominicana y se convirtió en uno de los héroes de la independencia de esa isla.
Juan Pablo Duarte. Uno de los tres Padres de la Patria de la República Dominicana nació en Santo Domingo de una madre dominicana.
Alex Rodríguez. El famodo pelotero de la MLB nació en la Ciudad de Nueva York de padres dominicanos.
Hipólito Mejía. Presidente de la República Dominicana (2000 – 2004) nació en Santiago de los Caballeros de padres dominicanos.
Adriano Espaillat. Político en los Estados Unidos nació en Santiago de los Caballeros de padres dominicanos. (US House Office of Photography)
Junot Díaz. Autor, profesor de MIG y ganador de un Pulitzer Prize nació en la República Dominicana de padres dominicanos. (Christopher Peterson)
The Mirabal Sisters. Patria, Minerva y María Teresa fueron asesinadas en 1960 por estribos del dictados Rafael Leonidas Trujillo y las Naciones Unidas le dedica cada 25 de noviembre como el «Día en contra de la violencia a la mujer». Las tres nacieron en la República Dominicana de padres dominicanos. (Barnaby David)
Diana Reyna. Política en los Estados Unidos nació en la Ciudad de Nueva York de padres dominicanos. (Marc A. Hermann)
Gregorio Luperón. Líder de la guerra de la Restauración en 1865 y presidente de la República Dominicana, nació en Puerto Plata de un padre dominicano.
Julia Álvarez. Autora de varios libros nació en la Ciudad de Nueva York de padres dominicanos. (Valerie Hinojosa)

La importancia ignorada de José Serapio Reynoso del Orbe

Entrada moderna a Santiago de los Caballeros, ciudad que fue asiento del departamento del Cibao cuando es elegido como su gobernador José Serapio Reynoso del Orbe.

El dominicano más dominicano de todos. Se puede decir que José Serapio Reynoso del Orbe fue la primera persona en poner en acción la conciencia inicial respecto a la existencia del pueblo dominicano. Esto se logró el 25 de febrero de 1805 en Santiago de los Caballeros durante la invasión haitiana de Jean Jacques Dessalines y comandada por Henri Christophe al, como líder del departamento del Cibao (que comprendía la totalidad del norte de la parte española de la isla), tomar la decisión de hacerle frente a los invasores. Esta acción heróica, si bien fue un fracaso por lo mencionado más adelante, la tomó en un momento cuando se sabía que las tropas invasoras eran muy superiores en número y armas, además de mejor disciplinado. A pesar de ello, se optó por la defensa de un pueblo que desde hace mucho se perfilaba como diferente por cuestión de idioma, costumbres, modo de vida, etc. Veamos quién fue este gran señor llamado José Serapio Reynoso del Orbe.

Orígenes

Zona rural típica en La Vega, el suelo patrio que vio nacer a José Serapio Reynoso del Orbe. No existe un retrato en pintura o fotos de José Serapio Reynoso del Orbe.

Se desconoce la fecha exacta de su nacimiento. Lo que se puede decir es que nación en el siglo XVIII en La Vega como hijo natural del hacendado vegano José del Orbe. Es oportuno señalar que era mulato, es decir mezcla entre blanco y negro o español y africana. Su padre biológico lo reconoció y lo educó a la par de y juntos con sus hijos legítimos (quienes eran sus medio hermanos). No se le dio un trato de indiferencia o de rechazo como sucede en algunas situaciones de hijos naturales.

Gobernador del Cibao

El departamento del Cibao es el mismo territorio de la región Cibao actual.

Durante el periódo 1802 a 1809 se conoce como la Era de Francia por la parte española de la isla estar bajo dominio del gobierno francés. De hecho, poblacionalmente habían unos 2,000 franceses que tenían el poder sobre la masa de los dominicanos quienes descendían de españoles, africanos y mezclados entre españoles, africanos y taínos; con la ascendencia francesa siendo tan poca que era nula casi.

Los galos acaparraban los puestos políticos y los altos mandos militares. La parte española de la isla la tenían dividida en dos departamentos, el departamento del Cibao en el norte y el departamento del Ozama en el sur. Ambos departamentos tenían comandantes franceses elegidos por el gobernador francés Jean-Louis Ferrand.

La diferencia que supuso la implantación de un gobierno afrancesado a un pueblo hispanoamericano como el dominicano produjo roces sociales. A tan sólo unos meses de iniciar el mando francés en Santiago de los Caballeros, capital del departamento del Cibao, el descontento de los lugareños culminó el 15 de octubre de 1804 con una conmoción entre dominicanos y franceses que incluyó una pequeña batalla que dejó a un poco más de dos docenas de personas muertas. En el intento de apaciguar el disturbio y tranquilizar a los dominicanos, el gobernador Ferrand le dio la libertad a los cibaeños en elegir el comandante que reemplazaría al general Deveaux. Es en este contexto que los cibaeños eligen por vía del voto a José Serapio Reynoso del Orbe como gobernador y comandante de armas del departamento del Cibao.

Significado de ser elegido como gobernador

Dominicanos ejerciendo el voto. La creencia dominicana en el voto popular es mucho más antiguo que el siglo XX y las invasiones de los Estados Unidos.

Un aspecto al que no se le ha dado la atención e importancia que se merece es el significado que tiene que José Serapio Reynoso del Orbe sea elegido como gobernador por voto de los dominicanos. Pues se trata que José Serapio Reynoso del Orbe fue el primer dominicano en ser elegido a esa posición en todos los tiempos, ya que antes estos puestos eran ocupados por extranjeros sean oriundos de España en la península ibérica o, en este caso, de Francia. A esto se le añade otra cosa y es que si bien para ese entonces la población de Santiago era blanca en su mayoría, eligieron a un mulato. Es decir, la raza y/o tener sangre africana mezclada en sus venas no fue impedimento alguno por parte de los dominicanos, una costumbre que se mantiene hasta hoy día mayormente. Entonces aquí tenemos un caso en que por primera vez un dominicano y, por demás, un mulato producto del mestizaje entre españoles y africanos, ocupa por decisión de una población blanca en su mayoría para que los gobierne y los represente ante un gobierno, que era el francés, constituido en su totalidad casi de blancos, y en los años iniciales del siglo XIX. Una persona que haya logrado esto debería tener estatuas, parques, calles, autopistas, aeropuertos, etc nombradas en honor a su memoria.

Defensa en 1805

Ante la amenaza de la invasión militar haitiana que iba rumbo a Santo Domingo y la columna norte debía pasar primero por Santiago, José Serapio Reynoso del Orbe se vio en la necesidad de tomar una decisión. Henri Christophe había mandado una pequeña delegación del lugar donde se acampaban las tropas haitianas en la zona de Gurabo (hoy un suburbio de Santiago, en aquel entonces un área rural afueras de la ciudad) a la gobernación del departamento del Cibao que se encontraba en Santiago. Al recibir la noticia que las tropas haitianas querían asegurarse que Santiago no les iba hacer ningún daño al ellas pasar por su cercanía y territorio rumbo a Santo Domingo. Es oportuno señalar que al hacer este gesto las tropas haitianas, están reconociendo la legitimidad del gobierno que representa José Serapio Reynoso del Orbe. En esencia, los haitianos querían que los dominicanos fueran complices de lo que los haitianos pretendían hacer.

La reacción de José Serapio Reynoso del Orbe y el gabinete fue de tal desagrado, que decidieron hacerle frente a las tropas haitianas en un intento de defender la parte española. Aunque el ataque bélico de los dominicanos a los invasores haitianos fue muy sangriento y produjo mucha confusión, y a José Serapio Reynoso del Orbe se le atribuye dar ejemplos de actos de valentía mientras estaba en plena batalla; fue de los dominicanos en ser asesinados por las tropas haitianas con una bala que le dio por la espalda mientras peleaba, tumbándolo del caballo que montaba. El odio que le tenían las tropas haitianas a José Serapio Reynoso del Orbe, y por consiguiente a los dominicanos, fue tan intenso que aún estando muerto con su cadáver irreconocible por el desfiguramiento y la polvadera que lo envolvía, que cada vez que le pasaban por el lado militares haitianos le daban al cadáver con su bayoneta, como si tenían miedo que después de muerto se iba parar.

Recordemos una vez más que José Serapio Reynoso del Orbe era un mulato y, al parecer, tener sangre africana mezclada en sus venas significó nada a los haitianos, juzgando por el desprecio tan intenso que le tenían a el y otros mulatos y negros dominicanos que fueron asesinados por las tropas invasoras. Se supone que si tener origen negro aunque sea en parte haría que otros negros le dieran un trato más benigno, aún sea una represalia, que en odio tan intenso que sentían los haitianos no debería de ocurrir, de hecho desfiguraron a más de la cuenta el cadáver del primer gobernador dominicano en la historia que actuó en defensa de su pueblo querido.

Conmemorando su memoria en La Vega

Calle en el centro de La Vega.

Hoy existe muy pocos recuerdos de José Serapio Reynoso del Orbe en la República Dominicana, a pesar de la importancia que tuvo este señor para que se le respete su pueblo, el dominicano. Esto sin contar el hecho que fue el primer gobernador dominicano en todos los tiempos. Es algo lamentable y que debe corregirse con el nombramiento en su honor de una infinidad de calles, parques, sectores, etc por todo lo largo y ancho de la República Dominicana; además del levantamiento de múltiples estatuas y monumentos a su honor por todo el país incluyendo Punta Cana.

Sin embargo, existe una calle en La Vega que lleva su nombre y se encuentra detrás del Mercado Municipal. Aunque es un gesto muy bonito de su pueblo natal, se debería mover el nombre al aplicársele a una de las avenidas principales de La Vega y en un espacio en la misma que las autoridades levanten un monumento a este gran señor.

Otro dato, y con esta concluyemos, es que en los alrededores de La Vega todavía existen familias con los apellidos Reynoso y Del Orbe. La ascendencia directa e indirecta de los dominicanos de hoy de los alrededores de La Vega es mucho más extenso que sugiere portan uno de los apellidos por situaciones que ocurren como cambios de apellidos, matrimonio de mujeres, etc.

Los dominicanos negros y mulatos fueron víctimas en la invasión de Dessalines (1805)

Los dominicanos negros y mulatos de hoy cuentan con antepasados que vivieron lo que ellos nunca pueden siquiera imaginarse.

Una de las invasiones haitianas mas dramáticas y sangrienta de los dominicanos fue liderada por Jean Jacques Dessalines en 1805. Se conoce lo desastroso que fue ese evento para los dominicanos. He aquí un enfoque en las víctimas dominicanas negras y mulatas, los llamados «afrodominicanos» por algunos y «afrodescendientes» por otros. Tener sangre africana, ser descendiente en parte o por completo de africanos negros no le sirvió para nada. Jean Jacques Dessalines, quien también había nacido en África, y sus demás generales los mató, los torturó, les llevó el sufrimiento y los castigo de la peor manera. Por razón de consecuencia, es obvio que todas estas personas, de no ocurrir este hecho tan lamentable, hubieran tenido descendencia que al día de hoy fueran miles y miles de compatriotas dominicanos.

Mapa de la invasión haitiana de 1805 liderada por Jean Jacques Dessalines

Mapa de la invasión haitiana de 1805. Se puede ver que nuestro país fue invadido por dos columnas de la milicia de Haití y se reunieron en las afueras de Santo Domingo para hacerle un sitio a la ciudad capital, la cual se salvó de un degüello por su muralla del siglo XVI que circundaba a la ciudad (y todavía existe grandes porciones de la misma). También se observa las retiradas de las tropas haitianas de regreso a Haití y varios de los pueblos que primero sometieron a una masacre, luego lo pillaron y por último lo incendiaron hasta que quedara cenizas y huesos. Así le hicieron a todos los campesinos a lo largo de los trayectos en su retirada. No incluye a todos los pueblos que sufrieron esa suerte como Baní, Azua, Bánica, Las Caobas, etc por la banda del sur y Sabaneta, Dajabón y otros lugares por la banda del norte. Dessalines = Jean Jacques Dessalines, Cristóbal = Henri Christophe, Petión = Alexandre Petión.
Puerta del Conde, Santo Domingo. La capital fue el único pueblo dominicano atacado por los haitianos en la invasión haitiana de 1805 que nunca pudieron penetrar y someter a los habitantes dominicanos a un degüello general, el pueblo al pillaje y luego a su destrucción. Esto se debió a la muralla que fue construida en el siglo XVI y todavía se conserva grandes pedazos de ella. La puerta del Conde, vista en la imagen, es la puerta mas grande de la muralla, entrada principal de Santo Domingo.

Jean-Price Mars describe la horrible invasión de 1805

El historiador haitiano, el mas admirado y respetado de los historiadores haitianos en el siglo XX, es Jean-Price Mars. En su libro de dos volúmenes «La República Haitiana y la República Dominicana» describe la nefasta y sangrienta invasión haitiana de 1805 del territorio dominicano (o como la llaman los historiadores haitianos y de esta forma fue llamada por Dessalines y sus tropas, «la campaña del Este»). Lo describe de la forma siguiente.

Dessalines asesina también a dominicanos negros y mulatos

Dominicanos jugando dominó en República Dominicana.

En la penosa invasión haitiana de 1805, la masacre no se limitó a los dominicanos blancos. Jean-Price Mars asevera que las víctimas incluyeron a negros y mulatos por sus sentimientos hacia los blancos. ¿Qué culpa tenían nuestros negros y mulatos que se les daba un trato menos severo que los franceses les daban a los negros en su parte de la isla o los ingleses en Jamaica? ¿Qué culpa tenían los «afrodominicanos» que la esclavitud fuera minoritaria en nuestra sociedad y, por tanto, la mayoría de nuestros blancos, mulatos y negros vivían en libertad? ¿Qué culpa tenían al no sufrir resentimientos raciales hacia nuestros blancos por éstos no darle una razón para odiarlos? A Dessalines no le importó nada de eso. Muerte para todos aunque fueran «afrodominicanos» y negros igual que los haitianos. Muerte y sufrimiento para todos.

Dessalines se enorgullece de matar y llevar el sufrimiento a los dominicanos

Atletas dominicanos para el equipo de beísbol estadounidense Washington National.

Una de las partes mas dolorosas para nosotros los dominicanos es lo que se vislumbra en las próximas palabras. Se puede pensar que alguien no puede ser tan cruel, tan inhumano, tan malvado. No contentarse con matar a los dominicanos por todo lo largo y ancho en el Cibao y la Línea Noroeste y destruirles todos sus pueblos, degollar incluso a nuestros campesinos. Pero con este «señor», no conocía límites de maldad y mas a un pueblo que nunca le hizo daño alguno. Peor que los hechos diabólicos cometidos en contra de nuestra gente, al llegar a Haití se enorgullece de llevar el dolor, el sufrimiento y la muerte a nuestro pueblo. Sintió regocijo en hacer sufrir a los dominicanos de todas las razas, colores, edades, sexo y clase social.


Gaspar Arredondo Pichardo: En su testimonio también menciona que negros y mulatos fueron asesinados

Una joven dominicana hermosa.

Gaspar Arredondo Pichardo presenció el evento en Santiago de los Caballeros. Después de vivir esa odisea sangrienta y malvada, decide abandonar el suelo que lo vio nacer y se muda a la vecina isla de Cuba, a Camagüey (se llamaba Puerto Príncipe en aquella época). Salió de La Española el 28 de abril de 1805 por Puerto Plata. Fue la última vez que vio a suelo dominicano.

En la cita que sigue dice sin tapujos lo que vio, que ni la gente de color eran excentas de la crueldad de las tropas haitianas.

Los haitianos no permitían que dominicanos negros y mulatos abandonaran la isla

Una mujer dominicana con sus dos hijos apunto de entrar a una tienda en Santiago, República Dominicana.

Las tropas haitianas tampoco permitían que los dominicanos negros y/o mulatos salieran de la isla. Cualquiera puede pensar que al menos a los negros, afros como los haitianos, les dieran el nivel de respeto y admiración tan sólo por ser negros como los haitianos. De nada valió esa sangre africana en sus venas y ese color oscuro en su piel.

La furia de las tropas haitianas al invadir un pueblo para masacrarlo

Lo siguiente lo describe según pudo ver la soldadesca haitiana al entrar a Santiago con la intención de matar a los dominicanos.

El caso del mulato Fernando Pimentel

Uno de los casos particulares que menciona con nombre y apellido es Fernando Pimentel. Fue asesinado por las tropas haitianas en la misma puerta del templo Mayor (hoy catedral Santiago Apóstol de Santiago).

Lo que hicieron los haitianos en el templo Mayor de Santiago (en el mismo lugar de la catedral Santiago Apóstol)

En el mismo lugar que estuvo el templo Mayor de Santiago está la catedral Santiago Apóstol en Santiago de los Caballeros, República Dominicana.

En la parte que sigue relata lo que hicieron las tropas haitianas en el templo Mayor de Santiago. En ese tiempo todos los templos eran católicos. Entre la muchedumbre buscando el asilo en la casa de Dios habían muchos negros y mulatos, todos asesinados por las tropas haitianas.

El templo de ahora data de finales del siglo XIX y reemplazó uno que estaba en ese mismo lugar y fue destruido por un terremoto en ese mismo siglo. El templo de principios del siglo XIX, que estaba en ese mismo lugar y del que se describe en el relato, fue destruido por las tropas haitianas durante la invasión de 1805. Después de asesinar a todos los que se encontraban adentro, las tropas haitianas incendiaron el templo y los restos de las víctimas, incluyendo los del sacerdote, sirvieron de combustible para ese siniestro. Tener sangre africana por sus venas no le salvó la vida, pues sus asesinos eran de origen africano, tal como en parte lo era muchas víctimas dominicana.

La gente de color eran de los que iban a ser asesinados por los haitianos en Santiago

Una pareja joven de dominicanos llegando de compras en la República Dominicana.

Como es de esperarse, Santiago era de los pueblos mas blancos del país. No obstante, eso no significa que no habían negros y mulatos viviendo las alegrias y las penurias con el resto de los santiagueros. Como pueden observar, en ningún momento de este pedazo del relato se hace mención del color de la gente. Pero todo cambia con la llegada del mulato Campos Tavárez que era un general de las tropas haitianas en ese momento. Los haitianos tenían a los dominicanos reunidos cerca del río y a punto de matarlos cuando aparece este señor muy oportunamente. Es ahí que nos damos cuenta que el grupo de dominicanos a punto de ser inmolados de la peor manera por las tropas haitianas, incluía a muchos dominicanos que eran gente de color. De nuevo, tener sangre africana y descender en parte de africanos no era motivo suficiente para no incluirlos en el degüello que iba ocurrir en ese momento por los haitianos.

El triste paradero del moreno Julián de Medina y su familia (aunque se conoció el degüello de Moca por dos de sus nietas)

Fueron muchos los dominicanos negros y mulatos que sufrieron, fueron torturados y vilmente asesinados por las tropas haitianas. He aquí el caso del moreno Julián de Medina y su esposa. Fueron de los santiagueros hechos prisioneros por las tropas haitianas y luego forzados a marchar a Cabo Haitiano (los que hablaban español la llamaban El Guárico) sin zapatos y con un sol caribe y sin gorra que les diera sombra, calor en demasía, polvo por doquier, hambre generalizada, picadera de mosquitos, atormentos de las tropas haitianas tanto a los hombres y a todas las mujeres y niñas, las cuales fueron violadas sexualmente en la orilla del río Esperanza, cerca del Mao actual.

Sin embargo, el degüello de Moca se sabe hasta el día de hoy con lujos de detalles por dos de sus nietas, María y Nicolasa, que fueron las dos sobrevivientes del degüello de las mujeres mocanas en la iglesia de ese pueblo y los 40 niños degollados en una habitación del mismo (los hombres fueron degollados en la plaza principal del pueblo). Se salvaron estas dos porque sus cuerpos se cubrieron de sangre del cadaver de su pariente que estaba arriba de ellas. Una escena escalofriante. Al final, todos fueron asesinados por los haitianos. Ser un afrodescendiente le importó poco a las tropas invasoras.

Conclusión

Una mujer criolla en un bikini patriótico, orgullosa de ser dominicana.

Esto es una pequeña parte de las desgracias que le han cometido los haitianos a los dominicanos por años. Aquí nos enfocamos en algunos dominicanos negros y mulatos durante la invasión haitiana de 1805. Sin embargo, estos son los que perduraron en tinta y papel hasta nuestros días. Así como sufrieron ellos, así también han sufrido dominicanos blancos, mulatos y negros por todo lo largo y ancho de la actual República Dominicana. Estos son nuestros antepasados, los que sufrieron la peor de las calamidades. Que los sufrimientos y las injusticias que vivieron estas personas, antepasados de nosotros, no se olvide nunca y se les rinde el respeto que se merecen con honrar la existencia de nuestro país, porque por ella seguimos hablando el mismo idioma que hablaron nuestros antepasados, perduran sus creencias y sus valores que hace mucho se hubieran perdido de no crearse nuestro país. Respeto a nuestra identidad y defendiendo a nuestra República Dominicana todas las veces que sea necesario y por todos los medios que hay y por haber. Ese es la mejor forma de honrar a nuestros antepasados, que dieron su vida de la peor manera por el simple hecho de vigir en nuestra tierra en aquellos momentos tan infortunados.

Terminamos con una parte incluida al pié del relato de Gaspar Arredondo Pichardo y que fue escrito por D. Eugenio Deschamps.

Evidencia del uso de «indio» antes de establecerse la República Dominicana

Una de las críticas que algunos sociólogos e historiadores hacen respecto a la categoría de «indio» en la sociedad dominicana es atribuirle esa costumbre a uno de dos aspectos históricos. Uno es a la creación de la República Dominicana alegando que es una identidad que busca diferenciarse de Haití. La otra es al dictador Rafael Leonidas Trujillo y su régimen de 1930 a 1961 y que antes de 1930 no se usaba esa categoría en la sociedad dominicana. Nosotros hemos encontrado evidencia que esto no es verdad y lo presentamos a continuación.

El significado de «indio» en la República Dominicana

Lo primero que hay que entender es que el término «indio» no es utilizado como sinónimo de una raza o incluso de una étnia. En República Dominicana el término «indio» es una descripción que se le aplica a ciertas personas en base a una gama de colores de piel en específico. No se utiliza el término hacia una persona muy clara o blanca de piel, al menos que en sus rasgos faciales es evidente rasgos negroides y rasgos caucasoides muy mezclados unos con otros. Los que alegan que ser catalogado como «indio» en la República Dominicana es equivalente a pertenecer a, o idearse ser perteneciente a, una raza o étnia tiene una visión totalmente errónea de lo que es en realidad.

El término «indio» como sinónimo de color y no raza o étnia no es único de República Dominicana

Algunas personas pueden pensar que República Dominicana es el único país en el mundo donde la palabra «indio» tiene un significado de color de piel en específico. Esto no es del todo correcto. En otros lugares como Puerto Rico y Cuba hay muy poco o nulas personas de raza o étnia «india o indígena» y, sin embargo, se utiliza el término «indio» como sinónimo de una gama de colores de piel y de demás rasgos como descriptores y no como raza o expectativas del comportamiento, gustos y demás formas de ser de la persona.

Un buen ejemplo de la descripción de alguien como «indio», en este caso sería «india» por ser femenino, es Linda Bell Viera Caballero. Esta cantante puertorriqueña lleva como nombre artístico el apodo que ella tiene desde que era una niña, «la india». Le fue otorgado como apodo por su abuela quien la llamaba «india» por sus rasgos que asemejan a los taínos, indígenas que habitaban Puerto Rico y otras islas del Caribe a la llegada de los españoles. En ningún momento esta artísta puertorriqueña se ha visto a sí misma como perteneciente a una raza o étnia de indios, sino que sus rasgos de color de piel canela es un recordatorio de uno de sus ancestros. Como todos los puertorriqueños, además de indígenas taínos ella es descendiente de una mezcla adicional de españoles y africanos, mas por sus rasgos lucen como los de una taína mas que de un español o de un africano.

La República Dominicana también tiene otros aspectos que la hacen diferente a la mayoría de los sitios en el mundo, incluso diferente a la mayoría de otros países de lengua hispana, y no por eso se busca cambiarlo o se interpreta por algunos como algo que no es. Dos buenos ejemplos es el color anaranjado y la fruta naranja. Los dominicanos a nivel general son los únicos seres humanos que el color anarajando tiene dos nombres que significan lo mismo. Uno es anaranjado, término usado en todos los países y todos los pueblos de habla española para referirse al color de la mezcla de amarillo y rojo. Otro nombre en adición a éste que se utiliza por los dominicanos es «mamey» y quiere decir lo mismo que anaranjado. Incluso, ambos términos se usan intercambiablemente. Lo mismo pasa al referirse a la fruta naranja aunque esto se limita a los alrededores de Santo Domingo ciudad. En esta zona a la naranja se le dice «china», igual que en la vecina isla de Puerto Rico. Una persona puede ir a Bogotá, a Lima, a Chicago, a Madrid y pedir una «china» y será vista de forma perpleja porque nadie entiende a lo que se refiere. Esa misma persona pide una «china» o un «jugo de china» en Santo Domingo o San Juan de Puerto Rico y los lugareños van a saber automáticamente que se refiere a una naranja. Así hay mas ejemplos de la utilización de varios términos que tienen un significado diferente en la República Dominicana.

Evidencia en el Libro de bautismo de La Vega XIV de 1805

Volviendo al término «indio» usado en la República Dominicana como sinónimo de una descripción de una gama de color de piel, nos llama la atención lo siguiente. Este apartado se encuentra en el Libro de bautismos de La Vega XIV. En este volúmen en especial cubre los años 1805 y brinca a 1810 por el efecto desastroso que tuvo la invasión haitiana de 1805 liderada por Jean Jacques Dessalines. La Vega fue uno de los pueblos afectados por las tropas haitianas en su afán de destrucción, siendo objeta de varias violencias incluyendo un incendio que consumió a todo el pueblo creado intencionalmente por las tropas haitianas. La mayoría de los residentes lograron huir del pueblo hacia el bosque y la campiña a su alrededor antes que llegaran las tropas haitianas. En su acto vandálico de asesinatos, secuestros, pillajes e incendio se perdieron muchos libros y documentos encontrados archivados en varias instituciones como el ayuntamiento y la iglesia, por mencionar a dos. El Libro de bautismo de La Vega XIV correponde a 1805 y se vio interrumpido a la llegada de los haitianos y por obra milagrosa no se perdió en el incendio, sino fue encontrado en 1810 en posesión de una persona cualquiera en la ciudad de Santo Domingo. Al encontrarse tan valioso libro e incorporarse de nuevo a la iglesia, se continúa registrando los bautismos ocasionados a partir del año 1810, pero sin antes escribirse el siguiente apartado.

Página titular indicando de qué se trata el libro, en la fecha que comienza, quién es el cura rector, etc.
El apartado de interés.

En el apartdo en cuestión dice lo siguiente.

Don Agustín Tabares Presbítero y Sochantre de la Sta. Iglesia Catedral encontró este libro de Bautismos: en Sto. Domingo en la capital; en manos de un cualquiera, con el motivo del incendio que hicieran los indígenas en las ciudades, pueblos y villas de esta isla, el año 5 de este siglo 800 (XIX), por esta causa no se siguió en este, y fue preciso poner las partidas en otro, donde principio a la vuelta de este otro año. Siguiendo el número y que comienza el de octubre.

Considerando que el incendio al que alude fue ocasionado por las tropas haitianas en la invasión de 1805 y que las tropas estaban compuestas en su mayoría por negros africanos, llama la atención que el presbítero don Agustín Tabares se refiera a ellos como «los indígenas» que viene siendo lo mismo a «los indios». Habida cuenta que faltaban 34 años para establecerse la República Dominicana como país libre e independiente y 120 años para que comenzara el gobierno de Rafael Leonidas Trujillo.

Incógnita final

Terminamos con una pregunta: ¿cómo es posible que algo que se utiliza entre los dominicanos desde mucho tiempo antes que se establezca el país y que no es único de los dominicanos, se le atribuya su origen a la creación misma del país e incluso a un régimen que surge cientos de años después?

Primer artículo periodístico del degüello de Santiago de 1805

Los haitianos cometiendo una matanza general en Haití en 1804. Al año siguiente invadieron la parte española (hoy República Dominicana) y se repitó la escena por todo lo largo y ancho del país. Esta vez era de haitianos matando a los dominicanos en su tierra natal. Si bien fue un hecho muy extenso y doloroso que dejó al territorio dominicano con muertes y destrucción por doquier prácticamente, no fue tan completa como hicieron en Haití.

Uno de los episodios más horrendos que se ha llevado acabo es el degüello ocasionado en Santiago de los Caballeros en 1805 por las tropas haitianas lideradas por Jean Jacques Dessalines. Si bien existe el relato del santiaguero Dr. Gaspar Arredondo Pichardo, quien fue testigo del degüello y una de las poquísimas personas a las que se les perdonó la vida; nunca se ha encontrado un artículo periodístico nacional o internacional donde se mencione este suceso. Por ello nos complace presentar nuestro descubrimiento del primer artículo periodístico del degüello de Santiago que se ha encontrado. 

El 25 de abril de 1805 el periódico The Otsego Herald de Cooperstown, New York; publica lo que hasta ahora es el único artículo periodístico enfocado en el degüello de Santiago. 

Puntualizaciones

  • La noticia fue dada por el capitán Richards tras llegar a Charleston, Carolina del Sur, EEUU procedente de Cabo Francés (Cabo Haitiano).
  • Las tropas haitianas consistían de unos 40,000 hombres, con el emperador Jean Jacques Dessalines a la cabeza.
  • Dessalines no arriesgó su vida en el asalto. El general Brave tomó su lugar en liderar las tropas.
  • Decidieron atacar sorpresivamente entrando rápidamente por todas las calles y atacando con sus espadas a todos los hombres, mujeres y niños que encontrasen tanto en las plazas y las calles, como también dentro de las casas, las escuelas, los negocios y las iglesias. 
  • El general Brave al parecer fue herido de muerte. Otros 1,000 haitianos perecieron en el ataque, supuestamente eran de los mejores soldados de las tropas haitianas.
  • Toda la población encontrada en Santiago fue inmisericordemente degollada. No se respetó rango social, color de piel, edades o sexo; todos fueron asesinados a sangre fría y solo por puro capricho.

El artículo

Traducción del artículo

El capitán Richards nos cuenta lo que se dice en Cabo Francés de la invasión haitiana de Santo Domingo. Las tropas consistían de unos 40,000 hombres. El emperador Dessalines estuvo a la cabeza de las tropas hasta que arribó a Santiago, una ciudad importante del interior. Hicieron una reunión de guerra y optaron por asaltar sorpresivamente la ciudad. Al emperador les sugirieron que no arriesgara su vida en el ataque, por lo tanto puso al general Brave al mando. Después de un conflicto sangriento y desesperado, tuvo éxito atacando la ciudad; mas no sin pérdidas considerables. Se rumorea que el general Brave recibió una herida mortal y perdió 1,000 de sus mejores hombres. Los españoles (dominicanos) y franceses que fueron encontrados en la ciudad fueron todos degollados con las espadas.

Relato de Gaspar Arredondo Pichardo

Con motivos para que se comprenda mejor la manera que sucedió este lamentable hecho, incluimos a continuación las partes relevantes del relato de Gaspar Arredondo Pichardo, uno de los pocos santiagueros que vivió en carne y hueso ese estremesante momento de exterminio y sobrevivió para contarlo. 

El trato a los esclavos en el Santo Domingo español

La esclavitud es quizás uno de los temas más controversiales en toda América. Al analizar esta temática, se debe mantener ciertas consideraciones en cuenta, dentro de las cuales se incluye que la esclavitud es tan vieja como la humanidad misma. Incluso aparece en la Biblia tanto el deber de los esclavos hacia sus dueños como el de los dueños hacia sus esclavos.

Al iniciarse la época del descubrimiento y la conquista de América en el siglo XVI, y a pesar que la historia universal relata que el clamor por los derechos y la igualdad del hombre surge en la Revolución Francesa de finales del siglo XVIII, la realidad es que fue precisamente en nuestra histórica capital de Santo Domingo donde casi tres siglos antes los frailes españoles Antonio de Montesinos y Bartolomé de las Casas inician el clamor por el respeto a los derechos y la igualdad de todos los hombres. Estos reclamos influyeron en la modificación de la conducta de los españoles hacia sus esclavos, a tal nivel que los esclavos españoles eran los mejor tratados y los que gozaban las mayores indulgencias en América. Es casi natural pues, que el Santo Domingo español se convirtiera en el escenario donde los esclavos fueron tratados como si fuesen meros compañeros en vez de esclavos, como lo dijo en una ocasión Moreau de Saint-Mery.

A continuación les presentamos varias pruebas originales de textos de los siglos XVIII y XIX donde se atestigua el trato que se les dio a los esclavos en la América española y especialmente en el Santo Domingo español. Esta es la base de las relaciones cordiales entre las distintas razas que ha caracterizado a lo interno de la sociedad dominicana desde hace siglos, lo que contrasta con otras sociedades, como la de Estados Unidos, donde han tenido una historia racial muy lamentable.

Santo Domingo español fue de las colonias con menos esclavos

En Atlas of World History (Atlas de historia mundial) aparece el siguiente mapa, donde se pone en evidencia que el Santo Domingo español fue de las colonias con menos esclavos.


La mayoría de los españoles en Santo Domingo no tuvieron esclavos

Era imposible que la mayoría de los españoles tuviesen esclavos cuando los esclavos eran la minoría más pequeña de la población.

El sacerdote español natural de Cotuí Antonio Sánchez Valverde, en su obra Idea del valor de la isla Española y utilidades que de ella puede sacar su monarquía, publicada en Madrid en 1785, explica que de una población de por lo menos 125,000 personas, solo el 11% (14,000) como mucho eran esclavos.

Posteriormente Sánchez Valverde reafirma que los criollos, en otras palabras los españoles nacidos en la parte española de la isla, superaban con creces a los negros, a los cuales se refiere como africanos.

Unos años después, el francés y natural de Martinica Moreau de Saint-Mery, quien se familiarizó bastante con el Santo Domingo español en una larga visita que hizo a finales del siglo XVIII, en su obra A Topographical and Political Description of the Spanish Part of Santo Domingo (Una descripción topográfica y política de la parte española de Santo Domingo), la versión traducida al inglés fue publicada en 1798, presenta el cuadro demográfico de esta manera.

La población de la parte española [de Santo Domingo] está compuesta por tres clases; los blancos, de quienes ya he mencionado, la gente libre de color y los esclavos. La gente libre de color es poca si la comparamos a los blancos, pero mucha si la comparamos a los esclavos.

Es por ello que se puede estimar que para la época los blancos constituían aproximadamente el 70% de la población dominicana, la gente libre de color (en su mayoría mulatos) consistían el 19% y los esclavos (en su mayoría negros) el 11% restante.

Moreau de Saint-Mery resalta el trato que se les daba a los esclavos en el Santo Domingo español

Moreau de Saint-Mery presenta con lujos de detalles el trato que se les daba a los esclavos españoles de Santo Domingo. Resaltamos estos aspectos por dos razones principales:

  • Saint-Mery era un francés y en esa época la rivalidad entre los españoles y los franceses hacía que con frecuencia los segundos se burlaran y presentaran una imagen desfavorable de los primeros.
  • La forma tan detallada que Saint-Mery describe las cosas elimina cualquier duda sobre el trato que los españoles les daban a sus esclavos era humanístico y no que parecía humanístico en comparación con el trato que recibían los esclavos en las colonias de otras naciones.

Es preciso puntualizar que el trato humanitario que caracterizó la mayoría de las relaciones entre los esclavos y sus dueños españoles es la base de donde surgen las relaciones raciales cordiales que ha caracterizado a la sociedad dominicana desde hace siglos.

Por un principio religioso que han adoptado los españoles de Santo Domingo, el legado de la libertad que un dueño le deja a sus esclavos es aceptado como un acto piadoso; y como son los sacerdotes quienes han inculcado esta creencia, no debemos sorprendernos que es muy común ver a muchos esclavos emancipados en los testamentos de sus dueños.

Una relación ilícita (amores entre el dueño y su esclava) con frecuencia le produce la libertad a ella quien lo ha inspirado (seduce a su dueño) al igual a aquellos que son sus frutos (los hijos mulatos que nacen de esa relación).

En este punto en particular queremos citar a Sánchez Valverde quien en 1785 dice lo siguiente respecto a la mayoría de las relaciones amorosas que surgían entre dueños y esclavas.


Ahora volvemos a citar a Moreau de Saint-Mery en otros puntos que ponen en evidencia el trato que se les daba a los esclavos en el Santo Domingo español.

El prejuicio de color (racismo), tan poderoso en otras naciones en las cuales fija una barrera entre los blancos y la gente libre de color y sus descendientes, es casi desconocido en la parte española de Santo Domingo.

Todas estas leyes [que privan a la gente libre de color de muchos derechos] son absolutamente desatendidas en la parte española [de Santo Domingo].

La constitución política de la colonia no hace diferenciación alguna entre los derechos civiles de los blancos y los de la gente libre de color.

Respecto al sacerdocio, la gente libre de color es admitida sin dificultad, de acuerdo con los principios de la igualdad que forma la base de la religión cristiana.

Con la eliminación del prejuicio de color (racismo) surge la lenidad hacia los esclavos.

[Los esclavos] son alimentados tan bien como sus dueños y son tratados con una suavidad que es desconocida en las colonias de otras naciones.

Mientras los negros sean tan pocos y esparcidos sobre un territorio tan grande, nunca podrá haber más que unos pocos por aquí y por allí; y, siendo imposible en ese estado de cosas someterlos a una disciplina exacta, que es provechosa solo para los pueblos y las industrias grandes, el trato [que reciben los esclavos] será análoga a la situación de sus dueños, para quienes son más como compañeros en vez de esclavos.

Las leyes coloniales españolas someten al negro cimarrón al castigo de flagelación y marcas con hierro caliente; el negro no puede ausentarse sin el permiso escrito de su dueño; si uno se atreve pegarle a un blanco puede ser castigado con la pena de muerte; y a todos se les prohibe portar armas. Pero, como ya he dicho, estas leyes [de castigo] son ignoradas en Santo Domingo. Sin embargo, cuando la corte real debe oír y dictar la justicia a los esclavos que piden su libertad o que se quejan de maltratos, estos son obedecidos al pie de la letra.


La minoría de los españoles que tenía esclavos trabajaba con ellos

Una de las características particulares en las colonias españolas y especialmente en el Santo Domingo español es que los mismos dueños solían fajarse en las labores del campo palmo a palmo con sus esclavos. Esto se debía a que la mayoría de los dueños solo tenían dos o tres esclavos como mucho, lo que hacía necesario que el mismo dueño se involucrara en las labores y, además, involucrar a sus hijos varones también. Esta circunstancia también creaba las condiciones para que el dueño conociera bien a sus esclavos y estos a sus dueños y la familia. Producía una suavización en la relación entre ambos y un apego que trascendía la jerarquía y terminaba, como lo dice Moreau de Saint-Mery, más como compañeros que como esclavos.

Antonio Sánchez Valverde dice lo siguiente respecto a la vida de un típico dueño de esclavos en el Santo Domingo español.

Luego Sánchez Valverde describe la vida de los dueños de esclavos más ricos del Santo Domingo español. Nótese que aún siendo de los ricos del país y dueños de mucho más esclavos de lo que era normal en la parte española de la isla, la mayoría de estos tenían que hacer las labores palmo a palmo con sus propios esclavos.



La Instrucción para los dueños de esclavos en todos los dominios [españoles] de América de 1789

En los archivos de la Biblioteca Nacional de España descubrimos la copia original del manuscrito de Instrucción para los dueños de esclavos en todos los dominios de América. El manuscrito se encuentra en su fase final antes que fuera transcrito tal como aparece para ser promulgado por el rey de España en 1789 y fuere aplicado en toda la América española.

Puntualizaciones respecto la Instrucción para los dueños de esclavos etc

Antes de presentarles el manuscrito, queremos resaltar las siguientes puntualizaciones del mismo que nos ayuda entender mejor lo que fue la esclavitud en Hispanoamérica desde la óptica legal.

  • Tiene un énfasis en hacer útiles a los esclavos sin poner de lado el respeto que dicta los principios de la religión y reconociendo siempre la humanidad ante todo.
  • Reconoce a los esclavos no como propiedad absoluta, sino como seres humanos.
  • Reconoce que los esclavos, como seres humanos, tenían almas; y por ello dicta que debían ser instruidos en los principios de la religión católica para prepararlos para el bautizo.
  • El procurador de las cortes de cada distrito estaba obligado a fungir como protector de los esclavos, a quien los esclavos podían acudir en caso que se les violara sus derechos.
  • Los dueños estaban obligados a suministrar los alimentos diariamente a sus esclavos, mas la vestimenta ajustada a las edades y sexo de los esclavos mas de la misma calidad que la ropa que usaban los trabajadores que no eran esclavos.
  • Todos los días de trabajo se les daba dos horas a cada esclavo varón de al menos 18 años para que atendiera el cultivo de la parte del terreno que los dueños estaban obligados proporcionarle para beneficio personal del esclavo y su familia.
  • Se prohibía que los esclavos trabajasen en los días feriados, ni siquiera para su propio provecho. Los dueños estaban obligados a dejar que los esclavos festejasen en los días feriados como les plazca, tan solo velando para que no se excedieran en el consumo de alcohol.
  • Tenían que proporcionarles viviendas dignas a los esclavos, separando a los sexos solteros, con camas cómodas y una habitación por esclavo o en su defecto no asignar más de dos por habitación. Los esclavos enfermos debían tener habitación propia y el dueño estaba obligado en asistirlo en sus necesidades hasta que se sanara. Si requería hospitalización, el dueño debía llevarle su alimentación; y si fallecía tenía que costear el entierro.
  • Se prohibía que se le diera libertad a los esclavos menores de edad, viejos o enfermos. Tampoco se les podía obligar a trabajar, sin embargo el dueño debía alimentarlos. Solo se podía concederle la libertad si demostraba que podía proveerles recursos para que pudieran mantenerse sin necesidad de auxilio de un tercero ni del Estado.
  • Se debía incentivar el matrimonio entre los esclavos y la formación de familias, mas el dueño no podía prohibir los casamientos con esclavos de otro dueño. Si la distancia que separaba a una pareja de esclavos casados era muy grande, el dueño del varón estaba obligado a comprar la esposa para que el matrimonio se mantuviera unido y los hijos crecieran con sus padres.
  • Los esclavos estaban obligados a respetar y obedecer a sus dueños y venerarlos como si fueran sus padres.
  • Si un esclavo cometía una falta o un delito contra su dueño o la familia de éste o al mayordomo, el dueño o el mayordomo debía castigarlo como castigaría a su hijo. Si en el castigo el dueño o mayordomo le producía marcas en la piel, efusión de sangre o lo invalida; el dueño debía ser sometido a la justicia y el esclavo sería representado por el protector de los esclavos.
  • Los sacerdotes, jueces especiales y demás personas designadas por ley debían ir a las haciendas y revisar a los esclavos para evidencia de maltrato o inducirlos para que los esclavos mismos contaran cualquier caso de abuso cometido por sus dueños. Si se comprobaba algún abuso, el dueño sería sometido a la justicia.
  • Los dueños que no cumplían con las instrucciones establecidas, la primera vez debía multarse cien pesos, la segunda vez trescientos pesos y la tercera vez seiscientos pesos. Es oportuno aclarar que cien pesos de finales del siglo XVIII equivaldría a decenas de miles de pesos al día de hoy.
  • Los dueños que se excedían en los castigos a los esclavos eran enjuiciados como criminales, se le confiscaba al esclavo y, en el caso que el esclavo quedara invalidado para trabajar, debía otorgarle la manutención y la vestimenta por el resto de la vida del esclavo.
  • Cada año los dueños tenían que suministrar a las autoridades una lista firmada y jurada de sus esclavos. Cualquier esclavo que no apareciera en una lista posterior, su ausencia debía ser explicada con evidencias. Si el dueño no lo hacía o se sospechaba que el esclavo sufrió una muerte violenta, el dueño sería enjuiciado por el crimen.

Instrucción para los dueños de esclavos etc en su estado original y completo














El buen trato hizo que los esclavos defendieran a sus dueños españoles en la invasión de Dessalines en 1805

No es sorpresa pues, que en la invasión con intenciones genocidas que hizo el haitiano Jean Jacques Dessalines en 1805 los mismos esclavos españoles lo enfrentaron y defendieron a sus dueños de los atropellos. Tal queda demostrado en muchos relatos, incluyendo este que en 1871 aparece en el libro del estadounidense Samuel Hazard Santo Domingo Past and Present with a Glance at Haiti (Santo Domingo en el pasado y el presente con un vistazo a Haití).

Los dominicanos se unieron a los franceses; y el terror creado por las crueldades y el nombre de Dessalines se había esparcido por toda la isla de tal manera que los mismos esclavos de la parte española lo enfrentaron en defensa de sus dueños, porque el buen tratamiento les había fortalecido el amor que les tenían.

William Walton describe el trato de los esclavos españoles en la práctica en 1810

En 1810 el inglés William Walton, quien vivió muchos años en la América española incluyendo en la parte española de Santo Domingo, publicó una obra de dos tomos titulada The Present State of the Spanish Colonies: Including a Particular Report of Hispañola or Spanish Part of Santo Domingo (El estado actual de las colonias españolas, incluyendo un reporte particular de La Española o la parte española de Santo Domingo). El capítulo XXI del tomo II se lo dedicó al trato que se les daba a los esclavos en Hispanoamérica.

Un impedimento considerable del progreso material de las posesiones españolas es la gran cantidad de días festivos que interfieren con las labores en las fincas, mas el régimen relajado con el cual gobiernan a los esclavos.

Con frecuencia los españoles son presentados como unos amos tiránicos y severos, pero esto no es cierto en lo absoluto. En Hispanoamérica los amos son humanísticos con frecuencia al extremo, y las indulgencias de las que gozan los negros no son compatibles con sus hábitos y carácter…


…Los españoles han hecho unas regulaciones muy imperfectas; lo que existe es un ensamblaje de excepciones y regulaciones en las que impera la humanidad más que la ley.

Los españoles se familiarizan mucho con sus esclavos; mas en vez de enseñarles las doctrinas de la moralidad y la virtud, les enseñan una serie de rezos cuyos objetivos son pocas veces explicadas y los cuales se aprenden por el hábito de la repetición.

…[Los esclavos] tienen un exceso de tiempo libre y gozan de más indulgencias que los esclavos de cualquier otro país.

Los esclavos tienen el derecho a la redención y en cualquier disputa con su amo tiene el privilegio de elegir su árbitro. Si no está contento trabajando para una persona en particular, si ha sido maltratado, y puede demostrar motivos suficientes y otro comprador, la ley obliga al amo a hacer la transferencia; o si el esclavo amasa ahorros de 300 dólares puede pedir su libertad al ofrecer el pago…


Los esclavos pueden recurrir a comisarios o jueces de la paz en casos de sufrir maltratos por sus dueños.

Entre los españoles la piedad pone la libertad de los esclavos entre las ofrendas aceptadas a Dios y muchas veces forma parte de los testamentos, en efecto depravando a un sucesor de la herencia. Generalmente se reserva para los últimos días de la vida [del dueño]…

En las colonias españolas los esclavos emancipados se convierten en ciudadanos del Estado en igualdad, pueden servir en las fuerzas armadas y gozan los mismos derechos de aquellos que nacen en libertad, con muy pocas excepciones que son más tinturas de etiquetas en vez de privaciones constitucionales…

El hombre que trata de insultar a un liberto aludiendo a su origen negro, sin importar qué tan remoto es ese origen, se convierte aceptable enjuiciarlo ante la ley.

El decreto de 1844 que refortalece la abolición de la esclavitud en República Dominicana

Tras producirse la independencia dominicana el 27 de febrero de 1844, se esparció entre la población de color el rumor que se pretendía restablecer la esclavitud. Se presume que este rumor fue creado y esparcido por agentes haitianos con el motivo de lesionar la unión nacional y debilitar el naciente Estado dominicano, lo que en un futuro podía crear las condiciones para los haitianos subyugar una vez más a los dominicanos. Para desmentir esta falsedad, el 17 de julio de 1844, casi cuatro meses después de lograrse la independencia y tres meses después que los haitianos inician la cuarta invasión que inicia la guerra de la independencia dominicana que duraría doce años, la junta gubernativa dominicana dicta un decreto.

Nótese los siguientes detalles que aparecen en el decreto.

  • Refuerza que la esclavitud no será restablecida en República Dominicana.
  • Dicta que cualquier negro que llegue a tierra dominicana en condición de esclavo recibe su libertad tan pronto pisa el territorio nacional.
  • Amenaza con castigar con pena de muerte a cualquier dominicano, sin importar rango social, que se dedique a la venta de esclavos. Al no precisar si esto se limitaba al territorio dominicano, es de entenderse que a los dominicanos se les prohibía lidiar con eso en cualquier parte del mundo y aún si era para beneficio de otras naciones.
  • Pedro Santana promulga este decreto, además de otros firmantes que aparecen al pie del mismo como los señores Bobadilla, Delorbe, Félix Mercenario entre otros.

El historiador haitiano Jean Price-Mars y la invasión de Dessalines en 1805

Jean Jacques Dessalines y su odio hacia los blancos y todos los que no deseaban su destrucción en la isla de Santo Domingo.

Jean Price-Mars fue el historiador haitiano de mayor prestigio en el siglo XX. Aunque sus juicios de la sociedad dominicana no son del todo correctos, la influencia de Price-Mars en la forma que los haitianos ven a la República Dominicana no tiene comparación.

Price-Mars menciona la temible invasión cometida por Jean Jacques Dessalines en 1805, lo que se conoce en la historiografía haitiana como La campaña del Este. La describe con lujos de detalles.

Detalles importantes de la descripción que hace Price-Mars de la invasión de 1805

  • Price-Mars reconoce que Haití fue fundado en base a crueldades y excesos cuando dice «la embriaguez de la sangre resultó como una psicosis colectiva que afectó a toda la comunidad [haitiana]».
  • A pesar que Price-Mars intenta justificar el desastrozo crimen que hizo Dessalines contra la población dominicana, en ocasiones se refiere a este barbárico episodio con los términos inhumano, pobres víctimas, episodios dramáticos y sangrientos, etc.
  • Price-Mars reconoce que Dessalines se enorgulleció de ordenar a sus subalternos a cometer tan injusta atrocidad contra la inocente e indefensa población dominicana.
  • Price-Mars acepta que el intento de genocidio contra los dominicanos no fue perpetrado solo contra los dominicanos blancos, sino también contra los dominicanos mulatos y negros. Dice que Dessalines mandó a torturar hasta morir a todos los «blancos y los que consideraba como tales, no por el color sino por sus sentimientos, aunque fueren negros o mulatos».

A diferencia de Dessalines y sus tropas haitianas, los dominicanos de color no odiaban a los blancos

Para entender el sentimiento de los dominicanos negros y mulatos para con los blancos, hay que fijarse en las relaciones raciales que existía entre los tres segmentos de la población dominicana. Esto se pone en evidencia en la descripición que hace el francés Moreau de Saint-Mery, en su libro Descripción topográfica y política de la parte española de la isla de Santo Domingo, publicado en 1796. Saint-Mery toma como base su extensa visita y recorrido unos años antes por la parte española de Santo Domingo.

«La población de la parte española [de la isla de Santo Domingo] está compuesta por tres clases; los blancos, de los cuales ya he hablado, la gente de color libre y los esclavos.

La gente de color libre son pocos si los comparamos con la cantidad de los blancos, pero son considerables si los comparamos con la cantidad de los esclavos”.

“El prejuicio con respecto al color, tan poderoso en otras naciones en las cuales ha fijado una barrera entre los blancos y la gente de color y sus descendientes, es casi desconocido en la parte española de Santo Domingo”.

«[Los esclavos] son normalmente alimentados tan bien como se alimentan sus amos, y son tratados con una delicadeza desconocida en las colonias de otras naciones”.

“…[La relación entre los esclavos y los amos en la práctica] seguirá siendo más como acompañantes que como esclavos”.

“Como ya he dicho, estas leyes [respecto a los castigos que se le debe dar a los esclavos] son ignoradas en Santo Domingo; sin embargo, cuando se trata de algún asunto ante la Corte Real respecto hacerle alguna justicia a los esclavos que piden su libertad o a los que se quejan de algún maltrato, estos son obedecidos puntualmente”.

Como bien se evidencia en las citas anteriores, desde los tiempos coloniales en la parte española de Santo Domingo existe una relación armoniosa entre los blancos, lo mestizos o gente de color libre y los que eran esclavos. Esa armonía era producto del buen trato que en sentido general se les daba a los esclavos, quienes en la práctica se les trataba más como acompañantes o amigos que como esclavos. Este trato que prevalecía en la parte española no se replicaba en la parte francesa de la isla.

Algunas indulgencias que gozaban los esclavos españoles

  • Eran bautizados, lo que indica que aún siendo esclavos se les veía como personas ante todo, se les reconocía que tienen un alma que merecía la salvación eterna y se les debía tratar siempre con humanidad.
  • Las labores que se esperaban de los esclavos eran oficios caseros, o atender y ordeñar vacas en los hatos, labores que por sus esencias no eran muy exigentes y ni maltrataban el cuerpo.
  • La mayoría de las leyes redactadas en Madrid que dictaban los castigos que se les debía dar a los esclavos rebeldes fueron ignoradas por las autoridades y la población en la parte española de Santo Domingo.
  • Los esclavos gozaban de un exceso de días festivos cuando les prohibía trabajar. Estos días eran tan numerosos, que algunas personas de otras colonias no hispánicas culpaban esa tradición por el atraso económico de Hispanoamérica.

La ausencia de resentimientos raciales en la parte española de Santo Domingo

Esa relación armoniosa entre las tres razas hizo que los dominicanos de color no sintieran resentimientos raciales hacia los blancos. Además que facilitó la asimilación de los españoles mulatos y negros en la cultura dominicana sin inconvenientes mayores, a pesar que la cultura dominicana tiene como espina dorsal el aporte español. Por ello incluso habían sacerdotes de color oficiando las misas en muchas iglesias dominicanas, el cual era un oficio que en las colonias de otras naciones, salvo la de los portugueses, era reservado solo para los blancos.

Los dominicanos eran todos españoles en cultura, tradiciones, religión e identidad

En esencia, el dominicano era y se sentía español en lo cultural, en sus tradiciones, en su religión, en su identidad, en su estilo de vida y legalmente sin importar el color de la piel. Todo ello creó un sentimiento identitario común entre todos los habitantes de la parte española de Santo Domingo. Esa identidad española los diferenciaba de los que vivían en la parte francesa de la isla.

La cohesión social impulsa el rechazo a la autoridad de Jean Jacques Dessalines

La cohesión social que existía entre todos los dominicanos es lo que impulsa a la mayor parte de la población a rechazar la autoridad de Jean Jacques Dessalines, instando en él un desprecio por los dominicanos al mismo tenor al que le tenía a los franceses, a quienes Dessalines juró exterminar. El genocidio que hizo Dessalines fue contra todos los dominicanos, bien si eran blancos, mulatos o negros.

«La campaña del Este» en las palabras textuales de Jean Price-Mars

A continuación les presentamos las palabras textuales, traducidas al español, de Jean Price-Mars respecto a las atrocidades cometidas por Jean Jacques Dessalines en la invasión de la parte española de Santo Domingo en 1805.

«Eran el enemigo y Dessalines la venganza y el resentimiento».
-Jean Price-Mars

Detalles de cómo sucedió el exterminio en cada pueblo

D. Gaspar Arredondo Pichardo, dominicano natural de Santiago de los Caballeros, fue un testigo afortunado de cuando los haitianos llegaron a ese pueblo e iniciaron la matanza general. Después de sobrevivir esa atrocidad, se mudó a Camagüey (Cuba), donde escribió sus memorias de esos tristes días para las futuras generaciones de su familia.

A continuación presentamos su descripción de lo ocurrido cuando los haitianos llegaron a Santiago de los Caballeros. Con ello tenemos una idea de cómo fue la cosa en la mayoría de los pueblos y campos dominicanos destruidos por las hordas haitianas.

Jean Jacques Dessalines en el siglo XIX

Finalizamos con un bosquejo de Jean Jacques Dessalines, el hombre que intentó borrar a los dominicanos de la faz de la tierra. El bosquejo fue publicado en el siglo XIX, por ello tiene la ortografía de esa época.