Evidencia del uso de «indio» antes de establecerse la República Dominicana

Una de las críticas que algunos sociólogos e historiadores hacen respecto a la categoría de «indio» en la sociedad dominicana es atribuirle esa costumbre a uno de dos aspectos históricos. Uno es a la creación de la República Dominicana alegando que es una identidad que busca diferenciarse de Haití. La otra es al dictador Rafael Leonidas Trujillo y su régimen de 1930 a 1961 y que antes de 1930 no se usaba esa categoría en la sociedad dominicana. Nosotros hemos encontrado evidencia que esto no es verdad y lo presentamos a continuación.

El significado de «indio» en la República Dominicana

Lo primero que hay que entender es que el término «indio» no es utilizado como sinónimo de una raza o incluso de una étnia. En República Dominicana el término «indio» es una descripción que se le aplica a ciertas personas en base a una gama de colores de piel en específico. No se utiliza el término hacia una persona muy clara o blanca de piel, al menos que en sus rasgos faciales es evidente rasgos negroides y rasgos caucasoides muy mezclados unos con otros. Los que alegan que ser catalogado como «indio» en la República Dominicana es equivalente a pertenecer a, o idearse ser perteneciente a, una raza o étnia tiene una visión totalmente errónea de lo que es en realidad.

El término «indio» como sinónimo de color y no raza o étnia no es único de República Dominicana

Algunas personas pueden pensar que República Dominicana es el único país en el mundo donde la palabra «indio» tiene un significado de color de piel en específico. Esto no es del todo correcto. En otros lugares como Puerto Rico y Cuba hay muy poco o nulas personas de raza o étnia «india o indígena» y, sin embargo, se utiliza el término «indio» como sinónimo de una gama de colores de piel y de demás rasgos como descriptores y no como raza o expectativas del comportamiento, gustos y demás formas de ser de la persona.

Un buen ejemplo de la descripción de alguien como «indio», en este caso sería «india» por ser femenino, es Linda Bell Viera Caballero. Esta cantante puertorriqueña lleva como nombre artístico el apodo que ella tiene desde que era una niña, «la india». Le fue otorgado como apodo por su abuela quien la llamaba «india» por sus rasgos que asemejan a los taínos, indígenas que habitaban Puerto Rico y otras islas del Caribe a la llegada de los españoles. En ningún momento esta artísta puertorriqueña se ha visto a sí misma como perteneciente a una raza o étnia de indios, sino que sus rasgos de color de piel canela es un recordatorio de uno de sus ancestros. Como todos los puertorriqueños, además de indígenas taínos ella es descendiente de una mezcla adicional de españoles y africanos, mas por sus rasgos lucen como los de una taína mas que de un español o de un africano.

La República Dominicana también tiene otros aspectos que la hacen diferente a la mayoría de los sitios en el mundo, incluso diferente a la mayoría de otros países de lengua hispana, y no por eso se busca cambiarlo o se interpreta por algunos como algo que no es. Dos buenos ejemplos es el color anaranjado y la fruta naranja. Los dominicanos a nivel general son los únicos seres humanos que el color anarajando tiene dos nombres que significan lo mismo. Uno es anaranjado, término usado en todos los países y todos los pueblos de habla española para referirse al color de la mezcla de amarillo y rojo. Otro nombre en adición a éste que se utiliza por los dominicanos es «mamey» y quiere decir lo mismo que anaranjado. Incluso, ambos términos se usan intercambiablemente. Lo mismo pasa al referirse a la fruta naranja aunque esto se limita a los alrededores de Santo Domingo ciudad. En esta zona a la naranja se le dice «china», igual que en la vecina isla de Puerto Rico. Una persona puede ir a Bogotá, a Lima, a Chicago, a Madrid y pedir una «china» y será vista de forma perpleja porque nadie entiende a lo que se refiere. Esa misma persona pide una «china» o un «jugo de china» en Santo Domingo o San Juan de Puerto Rico y los lugareños van a saber automáticamente que se refiere a una naranja. Así hay mas ejemplos de la utilización de varios términos que tienen un significado diferente en la República Dominicana.

Evidencia en el Libro de bautismo de La Vega XIV de 1805

Volviendo al término «indio» usado en la República Dominicana como sinónimo de una descripción de una gama de color de piel, nos llama la atención lo siguiente. Este apartado se encuentra en el Libro de bautismos de La Vega XIV. En este volúmen en especial cubre los años 1805 y brinca a 1810 por el efecto desastroso que tuvo la invasión haitiana de 1805 liderada por Jean Jacques Dessalines. La Vega fue uno de los pueblos afectados por las tropas haitianas en su afán de destrucción, siendo objeta de varias violencias incluyendo un incendio que consumió a todo el pueblo creado intencionalmente por las tropas haitianas. La mayoría de los residentes lograron huir del pueblo hacia el bosque y la campiña a su alrededor antes que llegaran las tropas haitianas. En su acto vandálico de asesinatos, secuestros, pillajes e incendio se perdieron muchos libros y documentos encontrados archivados en varias instituciones como el ayuntamiento y la iglesia, por mencionar a dos. El Libro de bautismo de La Vega XIV correponde a 1805 y se vio interrumpido a la llegada de los haitianos y por obra milagrosa no se perdió en el incendio, sino fue encontrado en 1810 en posesión de una persona cualquiera en la ciudad de Santo Domingo. Al encontrarse tan valioso libro e incorporarse de nuevo a la iglesia, se continúa registrando los bautismos ocasionados a partir del año 1810, pero sin antes escribirse el siguiente apartado.

Página titular indicando de qué se trata el libro, en la fecha que comienza, quién es el cura rector, etc.
El apartado de interés.

En el apartdo en cuestión dice lo siguiente.

Don Agustín Tabares Presbítero y Sochantre de la Sta. Iglesia Catedral encontró este libro de Bautismos: en Sto. Domingo en la capital; en manos de un cualquiera, con el motivo del incendio que hicieran los indígenas en las ciudades, pueblos y villas de esta isla, el año 5 de este siglo 800 (XIX), por esta causa no se siguió en este, y fue preciso poner las partidas en otro, donde principio a la vuelta de este otro año. Siguiendo el número y que comienza el de octubre.

Considerando que el incendio al que alude fue ocasionado por las tropas haitianas en la invasión de 1805 y que las tropas estaban compuestas en su mayoría por negros africanos, llama la atención que el presbítero don Agustín Tabares se refiera a ellos como «los indígenas» que viene siendo lo mismo a «los indios». Habida cuenta que faltaban 34 años para establecerse la República Dominicana como país libre e independiente y 120 años para que comenzara el gobierno de Rafael Leonidas Trujillo.

Incógnita final

Terminamos con una pregunta: ¿cómo es posible que algo que se utiliza entre los dominicanos desde mucho tiempo antes que se establezca el país y que no es único de los dominicanos, se le atribuya su origen a la creación misma del país e incluso a un régimen que surge cientos de años después?

Las consecuencias de la herencia epigenética en los dominicanos

En los ultimos años, los científicos han tenido que retractarse con respecto a un hallazgo nuevo que se ha detectado en la genoma del ser humano que anteriormente se pensaba no podía ser cierto. Nos referimos a la herencia epigenética de los traumas sufridos por nuestros ancestros.

Al final presentamos un documental reciente donde detallan con lujos de detalles la herencia epigenética y cómo los eventos traumáticos sufridos por generaciones anteriores son heredados como una memoria genética en las generaciones posteriores e impacta la conducta de los mismos.

El mito que cada generación nace como una página en blanco

Este hallazgo rompe uno de los mitos que ciertos grupos han difundido en la sociedad, la creencia que cada ser humano nace como una página en blanco y que los eventos históricos de sus ancestros no tienen ningún impacto en la conducta, excepto cuando se les enseña de los mismos. Es decir, que el dominicano no tiene gravado en su ADN, no nace con conductas que hayan sido producto de la vida de sus antepasados, sino que la conducta del dominicano es producto de lo que se le enseña en su vida.

La herencia epigenética

El hallazgo científico que rompe con ese mito es la herencia epigenética. Ahora los científicos se han dado cuenta que los eventos traumáticos que han vivido generaciones pasadas marcan la genoma de esas generaciones de una forma tal, que en efecto se produce una memoria genética de ese evento. Es decir, a partir de la generación que vive un evento traumático, toda su descendencia hereda por sus genes ciertos cambios que modifican su conducta ante estímulos sensoriales que se asemejen al estímulo inicial que produjo el trauma. No solo que se hereda esa memoria por los genes, sino que los descendientes reaccionan de igual manera como reaccionaron sus ancestros ante esos estímulos sensoriales, como si las generaciones descendientes hubiesen vivido el trauma a pesar que no lo vivieron.

El mito que los comportamientos son frutos solo de la enseñanza

Estos hallazgos recientes suponen una crisis para la teoría que algunos grupos sostienen respecto a cómo se instaura el miedo en una generación. No es con la educación, sino en la genética por eventos traumáticos que literalmente marcan el alma de un pueblo para siempre.

Las implicaciones de la herencia epigenética en el pueblo dominicano

El pueblo dominicano tiene una historia extremadamente trágica. Los períodos más trágicos fueron los del siglo XIX con las luchas dominico-haitianas, esencialmente las múltiples y sangrientas invasiones haitianas, la ignominiosa Dominación Haitiana de 22 años, los 12 años de la guerra de Independencia con Haití dentro de la cual se incluyen las tres invasiones del emperador haitiano Faustin I, quien odiaba tanto a los dominicanos que su motivo por invadirnos fue tratar de exterminar a toda la población dominicana.

Todos estos eventos, y otros atropellos posteriores que cada cierto tiempo abren las heridas en los dominicanos, no fue más que un gran trauma colectivo del pueblo dominicano. Es un trauma sufrido en carne y huesos por más de dos generaciones seguidas y posteriormente heredado epigenéticamente por las generaciones futuras. Los estímulos visuales y de otras índoles que los antepasados de los dominicanos asociaron con el trauma impuesto por los haitianos, hoy en día producen en la población los mismos miedos y las mismas reacciones que tuvieron los ancestros.

Borrar la historia, especialmente una tan traumática como la de los dominicanos, no logrará que esos miedos y reacciones se eliminen. Al contrario, creará las condiciones para que se produzcan eventos que luego vamos a lamentar. La historia permite entender por qué los pueblos reaccionan como lo hacen, pero el no enseñar la historia tal y como fue no elimina esas reacciones, solo elimina la posibilidad de entenderlas.

Lo que está en la sangre no es algo que se puede borrar con simples palabras, simples acciones, simples pretensiones y mucho menos con maniobras sociales promovidas por el Estado. Las cosas hay que hacerlas ancladas en la verdad y no en simples ideas o mitos, porque con falsedades no se borra la realidad que se manifiesta en los hechos.

(Documental) El fantasma en tus genes: Epigenética y la herencia genética

A continuación les presentamos el documental El fantasma en tus genes: Epigenética y la herencia genética. Mientras absorbes la información expuesta por científicos que han estudiado este fenómeno genético, piensa en lo que esto implica para el pueblo dominicano, uno de los pueblos con uno de los pasados más traumáticos de toda la humanidad.

Si quieren entrar inmediatamente al meollo del asunto, como suele decirse popularmente, pulsen en el minuto 30:34 y comiencen a ver el documental a partir de ese momento. Ahí es cuando comienza a tocar el tema que tratamos en este artículo.