Un mito se ha difundido en años recientes y se ha hecho popular en ciertos círculos reducidos que implica que el territorio dominicano le pertenece a Haití y a los haitianos. Esta creencia se basa en que los dominicanos fueron dominados por los haitianos desde 1822 a 1844 y lo que ocurrió en 1844 fue una simple separación de los dominicanos de los haitianos y no una independencia. Por lo tanto, es el deber de los haitianos reclamar el territorio «robado» por los dominicanos, lo cual es por completo la República Dominicana. Es una noción muy incorrecta que tiende acercerse de la vista gord y omite realidades históricas que contradicen ese mito. Aquí vamos a exponer la naturaleza de esa manipulación y resaltaremos aspectos ignorados por ellos de la realidad histórica dominicana.
Antes que entremos de lleno al tema, debemos estar claros que este artículo no es de si los haitianos pueden estar en la República Dominicana. Toda persona que migra legalmente es bienvenida en la República Dominicana y es su derecho vivir, trabajar, etc en la República Dominicana y en todos los tiempos. Mientras exista Haitì y la República Dominicana es su vecino más cercano, van a existir haitianos en la República Dominicana. De lo que se trata este artículo es el mito que contempla que la República Dominicana le pertenece a Haití y a los haitianos.
Ahora vamos a recordar aspectos históricos que han ocurrido en la República Dominicana desde el siglo XVIII hasta mediados del siglo XX. Los creyentes del mito tienden a pensar que estas cosas no ocurrieron o tergiversan los hechos.
Tratado de Aranjuez de 1777

La frontera oficial establecida en el Tratado de Aranjuez de 1777. Esta fue la frontera oficial desde 1777 a 1801, 1802 a 1822 y 1844 a 1929. (Ramón L Sandoval)
La frontera entre España y Francia en la isla de La Española no fue acordada de inmediato cuando España reconoce la presencia francesa en la costa occidental de la isla en el Tratado de Nimega del 290 de agosto de 1678. Este tratado de paz entre España y Francia tuvo repercusiones en La Española. No fue hasta un siglo después en el Tratado de Aranjuez del 3 de junio de 1777 cuando España y Francia acuerdan establecer una frontera como la que se muestra en el mapa. La frontera de 1777 es la misma cuando la República Dominicana se independiza en 1844 debido a que los dominicanos heredaron toda la antes parte española de la isla mientras los haitianos tenìan la antigua parte francesa, que era el lugar de la isla en la que ocupaban los haitianos durante la época colonial.
Debemos estar conciente que la proclama que se hizo en Cabo Francés (Cabo Haitiano) en 1680 respecto a que la frontera norte era el río Guayubín (Rebouc) fue hecho entre los franceses. En ningún momento hubo participación de los españoles. Por tanto, nunca tuvo validez esa proclama. Acuerdos de fronteras siempre deben incluir la participación de los dos países que delimitará la frontera.
Tratado de Basilea de 1795
El 22 de julio de 1795 se firmó entre España y Francia el Tratado de Basilea. Entre las cosas que acordaron ambos países estaba la cesión por España de la parte española de La Española a Francia, lo que sería la actual República Dominicana. Esta decisión nunca tomó en cuenta por vía de un plebiscito si los habitantes de la parte española de la isla querían que se cediera su territorio y/o si querían emigrar a otras tierras del Imperio Español. Desde el principio los habitantes de la parte española de la isla nunca aceptaron lo acordado respecto la cesión. Debemos recordar que estos habitantes son los antespasados de los dominicanos.
A pesar que desde 1795 existíaen papel éste acuerdo, Napoleón Bonaparte decidió que la convulsionada parte francesa de la isla desde 1791 debía pacificarse antes de poner en vigencia ese aspecto del Tratado de Basilea. No fueron inconvenientes los habitantes de la parte española por este hecho y tenían la esperanza que nunca se aplicara el Tratado de Bailea respecto la cesión. En 1801 la parte española seguía gobernada por el español D. Joaquín García en nombre de España. La invasión no autorizada que en 1801 hizo Toussaint Loverture alarmó a Napoleón Bonaparte e hizo que mandara una expedición francesa porque no pensaba Toussaint Loverture hizo su invasión con las mejores intenciones para Francia. Esta falta de confianza fue creada por Toussaint Loverture nunca pedir permiso a París antes de hacer su invasión. La tropas francesas llegaron a La Española en 1802 y en efecto tomaron el control de todos los pueblos españoles, comenzando la Era de Francia en Santo Domingo. La Española fue dividida en dos partes, la antes parte española que estaba en tranquilidad bajo mando francés y la parte francesa que se encontraba en rebeldía y necesitaba ser pacificada por los franceses.
La invasión de Toussaint Loverture en 1801
En 1801 Toussaint Loverture invade la parte española y ésta duró hasta el siguiente año de 1802. A pesar que hizo su invasión alegando que lo hacía en nombre de Francia y la bandera francesa reemplazó a la española en todas las plazas en los pueblos en la parte española de la isla, lo hizo sin autorización de Napoleón Bonaparte en París. Esto produjo que su intención verdadera cayera en duda. En respuesta Napoleón Bonaparte manda tropas francesas de Francia y para 1802 sacaron del poder a los haitianos de la antes parte española de la isla. Irónicamente Toussaint Loverture tuvo una reacción negativa a la llegada de las tropas francesas a la isla a pesar que supuestamente hizo la invasión en nombre de Francia. Parece que eso era un cuento de su parte para luego declarar la isla completa independiente de Francia. El disgusto de Toussaint Loverture fue tan grande que ordena el asesinato de todos los soldados españoles (entiendase dominicanos porque de no haberse ido de Santo Domingo lo más probable que parte de su descendencia o toda fuera dominicana al día de hoy) y sus esposas que había sacado de Santo Domingo y llevados a Puerto Príncipe al finalizar su invasión. Ni una person se salvó de ese atropello.
Uno de los beneficios de la invasión de Toussaint Loverture fue el prohibimiento de la esclavitud en Santo Domingo. Contrario al caso en la mayoría de las islas del Caribe en las que la mayoría de la población eran esclavos, en la parte española de Santo Domingo la liberación de los esclavos beneficiaba desde el 10% al 15% de la población. Para el restante 85% a 90% de la población de la parte española de la isla el día anterior a la liberación de los esclavos y el día después de ese hecho eran lo mismo. Debe reconocerse que la mayoría de la población de color y negros de la parte española de Santo Domingo eran libres desde mucho antes de la invasión de Toussaint Loverture.
Era de Francia (1802 – 1809)

La armada francesa enviada por Napoleón Bonaparte fue liderada por Charles Victoire Emmanuel Leclerc (en adición a otros como Jean-Louis Ferrand y Jean-Baptiste Donatien de Vimer, conte de Rochambeau). En 1802 reemplazaron a las autoridades haitianas en la parte española de la isla e iniciaron la Era de Francia en Santo Domingo. Al poco tiempo de tomar el control de la parte española, Charles Victoire Emmanuel Leclerc se enfermó con la fiebre amarilla y muere con Jean-Louis Ferrand tomando su lugar y gobernando la parte española por el resto de la Era de Francia hasta 1809. A pesar que hubo intentos de invasiones francesas a la parte francesa bajo control haitiano, estaba tan generalizada la revuelta de los esclavos al punto que se convirtió en la Revolución Haitiana y culmina con la declaración de la independencia de Haití el 1 de enero de 1804. Desde ese momento en adelante, la isla volvió a dividirse entre dos países: el recién creado Haití que ocupaba las costas occidentales de la isla bajo control de los haitianos y los franceses seguían gobernando la antes parte española. No obstante que la población de la antes parte española estaba constituida por españoles (dominicanos) por completo casi quienes no hablaban ni entendìan el francés y deseaban que la antes parte española regresara al seno de España.
El gobierno de Jean-Louis Ferrand tenía la intención de reducir la antipatía que la población le tenía a los franceses e incrementar la simpatía con el gobierno francés. Por tal motivo se adoptaron medidas como el requerimiento del gobierno de Francia que todas las leyes y decretos en Santo Domingo fueran bilingües (francés/español). El efecto de las leyes francesas creadas en Santo Domingo no fueron inofensivas a la población, quienes eran los antepasados de los dominicanos.
Luego que Haití se estableciera como un país independiente, en el mismo año de 1804 quien se había declarado emperador vitalicio Jean Jacques Dessalines, dio la órden para que se masacraran a todos los hombres blancos en Haití con la excepción de algunos de ciertas profesiones como los médicos, los soldados polacos mandados por Francia a pelear contra los haitianos por ser ignorantes de todos los aspectos del país haitiano y un puñado de hombres cuyas vidas fueron perdonadas por capricho de Dessalines. Unos meses después de completar la destrucción de los hombres blancos en Haití, Dessalines ordena que todas las mujeres y niños blancos (incluyendo los recién nacidos y los bebés) deben ser masacrados también. La excepción eran las mujeres blancas casadas con generales militares haitianos aunque no dice nada respecto a si tenían niños y/o bebés blancos. A pesar de la órden de masacrar, no fue todo lo que implicó. Muchas de las mujeres y niñas sufrieron abusos sexuales y torturadas antes de ser asesinadas. La noticia de la masacre general en Haití se esparció en la antes parte española como cosa loca. El resultado fue la indignación por parte del mando francés que gobernaba la antes parte española y eso llevó a Jean-Louis Ferrand a declarar el reestablecimiento de la esclavitud en la antes parte española. Añadiéndole leña al fuego, la gente a ser sometida a la esclavitud no era la gente de color ni los negros del país, incluyendo aquellos que se beneficiaron por la liberación de los esclavos en 1801. Esta vez sería exclusivamente niños y jóvenes haitianos que eran secuestrados en la zona fronteriza. Cuando los oídos de Jean Jacques Dessalines recibieron la noticia del nuevo decreto francés en Santo Domingo, de inmediato comenzó a prepararse para la Campaña del Este o la invasión haitiana de 1805.
La Era de Francia terminó en 1809 con la guerra de la Reconquista. Algunos dominicanos que se habían refugiado en Puerto Rico deciden invadir la antes parte española con soldados dominicanos y puertorriqueños, éstos últimos aportados por el gobernador de Puerto Rico D. Toribio Monte, y liderado por el nativo de Cotuí Juan Sánchez Ramírez. Ya estando en tierra dominicana fueron engrandecidos por la añadidura de más dominicanos que se unieron a la revuelta en contra de los franceses. El final fue de dos partes. Primero, Jean-Louis Ferrand comete suicidio en Palo Hincado, cerca de El Seibo, al ver que las fuerzas francesas estaban perdiendo a la furia de los dominicanos. Segundo, con la muerte de Jean-Louis Ferrand, la destrucción de la milicia francesa y Pedro Santana llevar la cabeza de Ferrand como prueba de su muerte, los dominicanos se dirigieron a Santo Domingo y con la ayuda de los ingleses tomaron el control de la capital. Los franceses no tuvieron otra opción que capitular y entregarle la llave de la ciudad a las tropas inglesas y posteriormente, éstas se la traspasan a los dominicanos. Luego Juan Sánchez Ramírez retorna la antigua parte española a España y con ello se le pone fin a la Era de Francia en Santo Domingo.
La invasión de Dessalines de 1805

Jean Jacques Dessalines invade la antes parte española en 1805. Tenía dos propósitos: primero, la victoria haitiana contra el gobierno francés establecido en Santo Domingo y, segundo, la destrucción de todos los pueblos españoles y una masacre general a todos los habitantes incluyendo a los que eran de color y negros libre. No pudieron cumplir la victoria contra los franceses durante el sitio que le hicieron los haitianos a Santo Domingo. Aunque todo favorecía la eventual victoria de los haitianos, una maniobra de caravelas francesas cerca de las costas de Santo Domingo le dieron la impresión a Jean Jacques Dessalines que las fuerzas francesas se dirigían al oeste para atacar los pueblos haitianos, los cuales estaban desprotegidos debido a que toda la milicia haitiana se encontraba haciéndole el sitio a Santo Domingo. Evidentemente que esto fue un error de su parte que produjo el cese inmediato del sitio a Santo Domingo y la marcha de retorno de las tropas haitianas a Haití tanto por el Sur como por el Cibao.
La retirada de las tropas haitianas fue uno de los eventos más dolorosos y sangrientos en la historia dominicana. De acuerdo al historiador haitiano Jean Price-Mars en su obra de dos volúmenes «La República Haitiana y la República Dominicana» describe el episodio de las siguientes maneras.
El mismo Jean Jacques Dessalines se enorgullecía de haber cometido tal hecho y en su diario de la Campaña del Este dice que la devastación que produjo en la antes parte española fue muy extensa.

La devastación de Jean Jacques Dessalines no sólo fue muy extensa en el este de la isla, sino que incluyó la destrucción de los mulatos y a los negros por las tropas haitianas. Tener sangre africana en sus venas, aunque estuviera mezclada con la europea y la indígena, y un o varios rasgos africanos incluyendo un color de piel oscuro y/o un cabello encrespado, no importaba para morir a costa del sable y las bayonetas de los haitianos. Tampoco importaba si eras hombre o mujer, adulto o niño. Desde los equivalentes a un Freddy Beras Goico, Cheddy Gacía, Joel López, Mariasela Álvarez, Liza Blanco, Al Horford, Félix Gutiérrez, Tatico Henríquez a Carlos de la Mota, José Guillermo Cortinés, Zoila Luna, Silvio Torres-Saillant, Aquiles Correa, Hony Estrella, Consuelo Despradel, Hipólito Mejía y muchos más, sus antepasados dominicanos hubieran sido asesinados por el simple hecho de ser habitantes de la antes parte española en 1805.

Guarico = Cabo Francés = Cabo Haitiano.

«Me informó los planes de los haitianos si Santo Domingo hubiera capitulado. Eran de conceder sin reservas todos los artículos pedidos. Ya entrados por las puertas en la muralla de la ciudad eran masacrar a toda la población sin distinción alguna. Luego la milicia haitiana era de dejar el sitio excepto la cantidad de hombres necesarios para demoler la ciudad. Masacrar a todos loa españoles blancos y libertos en todo el país. Llevarse secuestrados a Haití a los esclavos y los animales».
«El Sr Gailard me detalló las crueldades que la milicia haitiana habían hecho por todo el país»…
Este fue el caso durante la invasión haitiana de 1805 a pesar que la mayoría de la población, incluyendo a la mayoría de los blancos, nunca fueron dueños de esclavos y la destrucción incluía a mulatos y negros libertos. En este tiempo el grueso de los mulatos y negros en la antes parte española eran libres, por lo que estaban incluidos a ser destruidos.
Primera constitución de España de 1812
Un detalle interesante de la antes parte española de la isla fue su retorno al Reino de España entre 1809 y 1814. Mientras el territorio estuvo bajo control de los dominicanos tras ganar la guerra de la Reconquista en 1809 y fue retornada a España ese mismo año, esto fue en los hechos. No fue hasta el Tratado de París de 1814 cuando Francia le cede a España de forma oficial la antes parte española de Santo Domingo. En esencia, lo que se hizo en 1814 fue poner en papel lo que ya existía en los hechos desde 1809. Es mucho más interesante lo que se evidencia en la primera constitución de España de 1812, tres años después de la antes parte española ser retornada a España en los hechos y dos años antes de Francia cederle a España la antes parte española de Santo Domingo en papel.
Es oportuno mencionar que España puso en papel como parte de su propiedad la parte española de Santo Domingo antes de Francia retornarle oficialmente el territorio a España.
La noción que Haití heredó toda la isla en 1804
Lo ocurrido en la guerra de la Restauración, la constitución de España de 1812 y el Tratado de París de 1814 tuvo implicación con respecto a la noción que Haití heredó la isla completa con su independencia el 1 de enero de 1804. De acuerdo a la primera constitución haitiana, las fronteras de Haití eran las asignadas por la naturaleza con el mar en todas las direcciones incluyendo las islas adyacentes de la Tortuga, Saona y las demás islas. En realidad Haití heredó la parte francesa la cual consistía de las costas occidentales de La Española, las islas adyacentes y las dos penínsulas grandes de San Nicolás en el norte y Tiburón en el sur.
Aunque Francia se hizo dueña oficialmente de la parte española con el Tratado de Basilea de 1795, el mismo no se puso en efecto en los hechos con respecto a Santo Domingo porque la parte francesa estaba convulsionada. Toussaint Loverture invade la parte española en 1801 con la excusa que estaba ejecutando en los hechos la cesión a Francia de la parte española según lo estipulada el tratado. Sin embargo, la milicia francesa llegó a la isla en 1802 y le arrebató el control a los haitianos de la parte española. Se dividió la isla en esta ocasión entre la parte española ahora bajo el mando de los franceses y la parte francesa bajo el mando de los haitianos. Francia siguió gobernando la parte española hasta 1809, el año que vuelve a gobernar España a la parte española de Santo Domingo. Desde 1802 nunca tuvieron el control de la isla completa los haitianos hasta 1822 con la invasión de Jean Pierre Boyer.
Existe otro detalle que pone en limbo el reclamo de Haití sobre la parte española de Santo Domingo. Aparte del hecho que los haitianos nunca habitaron en la parte española en el tiempo de su independencia, ningún país del mundo reconocía a Haití hasta que Francia es el primero que lo reconoce en la Ordenanaza Real de 1825. Según entendía el mundo, los reclamos de Haití sobre el territorio dominicano eran ilegítimos debido a su estatus de país no reconocido. De hecho, el mismo Haití era territorio francés en rebeldía post la independencia de Haití hasta su reconocimiento en 1825. Distinto a Haití, Francia sí era reconocida por los gobiernos del mundo.
Como si no fuera poco, tenemos una copia de la Ordenanza Real de 1825 entre Francia y España. Se evidencia que dice «la parte francesa de Santo Domingo» y no «la isla de Santo Domingo». Quiere decir que en ningún momento los acordantes Francia y Haití consideraban a la parte española de Santo Domingo como una parte integral de Haití ni tampoco a los dominicanos como haitianos, no obstante que desde 1822 hasta 1844 existía la Dominación Haitiana.

«Los puertos de la parte francesa de Santo Domingo»…
«Los habitantes actuales de la parte francesa de Santo Domingo»…
…«La suma de 150 millones de francos»…
…«A los habitantes actuales de la parte francesa de Santo Domingo se les reconocerá su independencia completa del gobierno francés».
Por último en esta sección, el Tratado de Basilea de 1795 no fue un acuerdo entre Francia y Haití o entre España y Haití, sino entre España y Francia. Debido a que Francia no reconocío a Haití hasta 1825, por ello se produce el Tratado de París de 1814 en la que Francia le cede oficialmente a España la parte española de Santo Domingo. No fue una cesión a España o cualquier otra potencia de la parte francesa de la isla. Aquella siguió siendo un territorio francés en rebeldía. Los únicos capaz de hacer cualquier cosa con el este de La Española eran los dueños de ese territorio y estos no eran los haitianos.
La independencia efímera de 1821

Un abogado oriundo de Santo Domingo D. José Núñez de Cáceres, declara independiente a Haití Español de España el 1 de diciembre de 1821. El nombre de Haití no era sólo el de un país en las costas occidentales de la isla, sino uno de los nombres que usaban los indígenas taínos para referirse a la isla al momento de su descubrimiento el 5 de diciembre de 1492 por Cristóbal Colón. Como era de esperarse, Haití Español no debía confundirse con el Haití «francés» que no era otra cosa que la República de Haití. La parte española de la isla por completo y todos sus habitantes era el territorio y el pueblo de Haití Español. Esta declaración de independencia de España se produjo sin derramamiento de sangre ni alboroto alguno debido a que España nunca le hizo una guerra a Haití Español. Su propósito era ser un Estado transicional a ser admitido a la Gran Colombia de Sudamérica. La invasión haitiana liderada por Jean Pierre Boyer invadió a Haití Español antes que se pudiera materializar la unión con la Gran Colombia.
Dominación Haitiana (1822 – 1844)

La Dominación Haitiana tuvo su inicio el 9 de febrero de 1822 y terminó el 27 de febrero de 1844. La invasión de Jean Pierre Boyer a Haití Español le puso final al movimiento independentista dominicano a tsn solo dos meses de su declaración. Por ello se le conoce como la independencia efímera. La invasión haitiana consistía de 10,000 hombres armados a un Haití Español que carecía de un armamento adecuado y suficientes municiones para su defensa, uniformes para su milicia, includo el dineto era no existente entre otras cosas debido sl corto tiempo desde su creación. A pesar que Jean Pierre Boyer decía que su invasión no era tal cosa sino que llegaba a Santo Domingo como un hermano invitado por los dominicanos. Es un poco chocante que este «hermano» llegó con 10,000 haitianos armados a un país que no tenía milicia. Los dominicanos no tenían otra opción que hacer lo que digan los haitianos so pena ser el destino de las balas que salían de las escopetas haitianas y los bayonetazos de las bayonetas haitianas en el momento de la invasión.
Sin embargo, cuando la naturaleza verdadera del gobierno haitiano comienza a manifestarse en la Dominación Haitiana, los dominicanos mostraban un deseo incontenible de ponerle fin al yugo haitiano. El 22 de septiembre de 1822, a tan sólo 7 meses del comienzo de la Dominación Haitiana, se publica una carta en la vecina Puerto Rico de un reporte a las Cortes del diputado dominicano por la provincia de Santo Domingo D. Francisco Brenes, se menciona el descontento general de los dominicanos.
No queda la menor duda que desde el inicio de la Dominación Haitiana, los dominicanos estaban descontentos con la forma que los trataba el gobierno haitiano y el maltrato que recibían en carne y hueso de las tropas haitianas establecidas en todo el territorio de la antes parte española. A pesar que hubo muchas revueltas por parte de los dominicanos para ponerle fin a la Dominación Haitiana, en cada ocasión las autoridades haitianas era exitosa en capturar a los líderes dominicanos de estas revueltas y asesinarlos. La situación llegó a tal nivel que un segmento importante de la población se vio en la obligación de emigrar a Puerto Rico, Cuba y Venezuela. Esto llegó a su fin con el surgimiento de La Trinitaria, la cual logró su objetivo con la independencia de la República Dominicana el 27 de febrero de 1844.
No se debe perder de vista que mientras el 1 de diciembre de 1821 se creó el Haití Español, lo ocurrido en 1844 no fue un reestablecimiento de Haití Español sino el establecimiento de un gobierno nuevo llamado la República Dominicana. Cuando culmina la guerra de la Restauración en 1865, se reestablece la República Dominicana que había existido desde 1844 a 1861, no es la creación de un gobierno nuevo. Por eso en 1844 se establece la República Dominicana y no se reestablece el Haití Español, y en 1865 se reestablece la República Dominicana y no se crea un gobierno nuevo.
La noción que la nación dominicana comenzó con la creación de la República Dominicana en 1844

Un dato que no se debe pasar por alto es que el pueblo dominicano no se formó a partir de la creación de la República Dominicana en 1844, sino desde hace dos siglos antes como mínimo. Existe documentación del siglo XVII (1600s) en lo que se usa el gentilicio «dominicano» para referirse a los habitantes de la parte española de Santo Domingo. Esta costumbre es una tradición española para referirse a los habitabitantes de una región o provincia con un gentilicio propio. En Europa están hasta el día de hoy los andaluces para Andalucía, los catalanes para Cataluña, los gallegos para Galicia, etc no obstante españoles son todos a la vez. Los nativos de Puerto Ricl eran llamados los puertorriqueños, los de Cuba eran los cubanos, los del Perú los peruanos, los de Chile los chilenos, los de Guatemala los guatemaltecos, etc. De la misma manera, los de la parte española de Santo Domingo eran los dominicanos, un gentilicio que se deriva de «Domingo».
Otro ejemplo de cómo la gente de la República Dominicana se refieren a ellos mismos como los dominicanos desde antes de la creación de la República Dominicana es la creación de Haití Español. En su declaración de independencia dice «Declaratoria de independencia del pueblo dominicano». Nótese que no dice pueblo haitiano español, sino pueblo dominicano. Era el caso a pesar que no serían hasta 22 años después que lse crea a República Dominicana, equivalente a una generación casi o un cuarto de siglo casi.
La situación de los dominicanos contrasta con la de los haitianos. A nadie llamaban haitiano hasta que la parte francesa de La Española se declara independiente en 1804 y se llama ella misma Haití. Ni siquiera los indios taínos en su tiempo se llamaban haitianos. Antes de la independencia de Hqití no existía un gentilicio para los esclavos de la parte francesa por ser propiedad y no hombres libres. Ni siquiera la población libre compuesta por todos los blancos, algunos mulatos y muy pocos negros se les conocía como franceses simplemente. Durante el tiempo de la creación de grandes fortunas en Saint-Domingue en Europa existía un dicho que decía «tan rico como los de Saint-Domingue» en referencia a aquellos de la parte francesa de La Española. No mencionaban a los dominicanos a quienes se les conocía también como españoles sin importar si la persona era blanca, mezclada o negra. A pesar de ello, a los de la parte francesa de la isla se les conocía como «los franceses» y a los esclavos como «los esclavos de los franceses».
La guerra Domínico-haitiana (1844 – 1856)

La guerra Domínico-haitiana tuvo lugar durante un periodo se 12 años, lo que la convierte en la guerra de independencia más larga de América. Todas las batallas tuvieron lugar en territorio dominicano porque correspondían a al menos 8 invasiones haitianas principales del territorio dominicano y varias batallas pequeñas. Se prevía la masacre general de los dominicanos si hubieran perdido una sola batalla, las invasiones haitianas lideradas por Faustín Soulouque en particular. Todo se resume a dominicanos peleando en defensa de su independencia, su territorio y su existencia como seres humanos y pueblo; mientras Haití quería negarles esos derechos a los dominicanos, incluso el derecho a la vida. Es un hecho que los dominicanos nunca invadieron Haití con la intención de finalizar la independencia haitiana. La guerra Domínico-haitiana comenzó cuando los haitianos comienzan a invadir a los dominicanos y termina cuando los haitianos dejan de invadir a los dominicanos. Nunca fue de la forma inversa. De hecho, si fuera por los dominicanos nunca hubiera surgido la guerra Domínico-haitiana.
La guerra de la Restauración (1863 – 1865)

Gregorio Luperón fue la cabecilla de la guerra de la Restauración de la República que comenzó en 1863 y terminó en 1865. Surge cuando la República Dominicana es reincorporada a España en 1861. La población dominicana fue sorprendida cuando se produce la anexión a España porque no fue consultada similar a lo ocurrido con el Tratado de Basilea de 1795. Empeorando la cosa fue el hecho que muchos gobernadores y tropas españolas maltrataban a los dominicanos porque se sentían superior.
El racismo jugó un rol. Las tropas españolas eran de Puerto Rico y Cuba, dos islas que seguían siendo parte de España y donde la esclavitud era legal. Para muchos españoles se les hacía difícil aceptar que la gente de color y los negros estaban en posiciones de poder y/o a la par de ellos, además que la población de color por completo era libre. Distinto a los casos de Cuba y Puerto Rico, la gente de Santo Domingo estaban en igualdad de condiciones con los españoles sin importar si los líderes dominicanos eran blancos, mulatos o negros.
Había otro problema y era con los impuestos que pusieron las autoridades españolas a la población dominicana. Los dominicanos veían los impuestos como un tipo de robo debido a que no veían mejoras en las carreteras, construcción de puentes, etc. Además, los dominicanos estaban acostumbrados a llevar mercancías de un pueblo a otro sin que se les exija ningún tipo de impuesto y de la noche a la mañana llega esta gentes de fuera de la isla imponiendo impuestos a diestra y siniestra. A pesar que no existe mucho cariño al pago de impuestos en cualquier lugar del mundo incluso en nuestros días, sin embargo los dominicanos detestaban eso en parte porque antes de la llegada de los españoles estaban acostumbrados a que no se les exija impuesto de ningún tipo.
Las disputas fronterizas domínico-haitianas (1844 – 1929)

Desde el momento de la creación de la República Dominicana en 1844, los dominicanos han reclamado que su territorio era aquel que formaba la parte española y a Haití le correspondía la parte francesa. Ese fue el hecho al momento de establecerse la Dominación Haitiana en 1822. Esta no era una proposición aceptada por los haitianos quienes alegaban que la frontera estaba mucho más al este de lo que decían los dominicanos incluyendo territorio que nunca fue parte del Santo Domingo francés. Esto llevó a crear de nuevo las disputas fronterizas las cuales existían en la época colonial entre España y Francia en la isla hasta que se firma el Tratado de Aranjuez en 1777. La nueva disputa fronteriza entre la República Dominicana y Haití comienza en 1844 hasta 1929. Estas disoutas fronterizas ocasionaron tensiones muy severas entre ambas naciones al punto que de vez en cuando se produjeron batallas en la frontera y ambos Estados tenían una actitud como de guerra al punto que en Haití no se aceptaban embarcaciones de la República Dominicana y viceversa. Al principio del siglo XX las didputas fronterizas habían llegado a un extremo que el gobierno dominicano pidió un préstamo de US$1 millón a bancos estadounidenses para financiar una guerra contra Haití, Intevención diplomática de parte de los Estados Unidos convenció a los dominicanos y a los haitianos para que se mantuvieran en la calma y se olvidaran de comenzar una guerra en la isla de La Española.
Como un intento de ponerle fin a las disputas fronterizas, el presidente dominicano Horacio Vásquez le cede a Haití 4,575 KM2 ó 8% del territorio dominicano. En ese momento Haití se encontraba en una intervención militar de los Estados Unidos. En 1936 Rafael Leonidas Trujillo le cede a Haití 1,628 KM2 ó 1% adicional del territorio dominicano. A partir de esa revisión la frontera entre la República Dominicana y Haití ha sido la misma de nuestros días.
La falsa creencia de Jean Price-Mars que el racismo creó a la República Dominicana
El historiador haitiano más respetado en el siglo XX fue Jean Price-Mars. En adición a su capacidad intelectual y ser un médico, él fue un diplomático y por un tiempo fue Embajador de Haití en la República Dominicana. Además fue uno de los contribuyentes principales al movimiento haitiano que buscaba enaltecer a los negros y hoy se consideraría un tipo de afrocentrismo, noirisme. Publicó muchos libros que influenciaron a la clase intelectual de Haití y ninguna otra obra influencio más a los intelectuales haitianos respecto a la República Dominicana que «La República Haitiana y la República Dominicana» de dos tomos en 1953.
En este libro se pretende que el racismo creó a la República Dominicana y mientras sean racistas los dominicanos, seguirá existiendo la República Dominicana y la isla completa no será un solo país gobernado por los haitianos. Existen muchos ejemplos en el libro que evidencian esta creencia, aunque por cuestión de espacio y tiempo nos limitaremos a citar tres.

Aquí Jean Price-Mars cita a Manuel Arturo Peña Batlle en una alocución que hizo en Elías Piña el 8 de noviembre de 1942.
Como es evidente en las tres citas anteriores, Jean Price-Mars intenta decir que los españoles eran los blancos y no los mulatos y los negros. Sin embargo, existen evidencias históricas que muestran que con españoles no se limitaban a referirse sólo a los blancos. Al contrario, los españoles eran la población dominicana completa incluyendo a los mulatos y los negros. Lo que citaremos a continuación lo más probable que eran desconocidas por Jean Price-Mars y esta ignorancia de su parte muy probablemente lo llevó a asumir desde una óptica racial que los españoles eran los blancos que eran de, o se originaron de, la península de Iberia en Europa.


Nótese que en la parte resaltada en amarillo dice «masacre de todos los españoles blancos y libertos del país» con «españoles blancos y libertos» refiriéndose a los antepasados blancos y los de color que estaban con libertad de los dominicanos. En ese entonces la mayoría de la población en la parte española de la isla consistía de blancos y gente de color libres.
Otra influencia a la que quizás fue expuesto Jean Price-Mars fue la creación de Haití y cómo Francia instaló en la parte francesa de Santo Domingo el racismo como modo de control social mientras España hizo lo opuesto en la parte española de Santo Domingo en la que todo fue conjugado para favorecer la mezcla entre los blancos y los negros. Este trato tan distinto en un y otro lado de la isla quizás explica que mientras los partidos políticos basados en el color de la piel, raza o étnia nunca ha existido en la República Dominicana, partidos políticos basado en la raza sí han existido en Haití y de hecho, por muchos años existían partidos políticos para mulatos y otros para negros.
Otro ejemplo es que ningún grupo racial ha sido excluido, masacrado o expulsado de la República Dominicana mientras Haití sí fue en sus inicios y por muchas décadas muy antiblancos al punto que se llegó a prohibir que ningún blanco pudiera convertirse en ciudadano haitiano y se cometió la masacre de los blancos de Haití en 1804.



«Mientras aquí (Haití) principios verdaderamente cristianos según lo contenía el edicto de 1698 paulatinamente fue reemplazado por una legislación que prohibía los matrimonios entre personas de razas diferentes, prohibían la enmacipación de los esclavos y abiertamente se estableció el racismo como forma de control; allí (República Dominicana) todo fue organizado para facilitar la fusión de los blancos con los negros».

…«Prejuicios»…
…«Respecto al color de la piel»…
…«En ninguna parte del mundo existen los prejuicios como en la misma capital haitiana»…
…«El mantenimiento del artículo 38 de la constitución dónde prohibe a todos los blancos en naturalizarse como haitianos»…

Repetimos que Jean Price-Mars fue uno de los contribuyentes principales al movimiento noirisme, lo cual hoy sería considerado afrocentrista, tenía esta visión racial. Los haitianos fueron los herederos en sentido general del racismo que fue impuesto por Francia y muy extendido en la parte francesa de La Española. ¿Es sorprendente que cualquier estudio que Jean Price-Mars hubiera hecho de la República Dominicana y de los dominicanos era analizado por un prisma racial, lo cual daría resultados equivocados?
El problema de Jean Price-Mars y su visión racial al analizar los asuntos dominicanos tenían otro propósito: negar o no reconocer que elementos como el idioma, costumbres, etc que diferencian a un país del otro en la isla de Santo Domingo. Además, él nunca reconoció que Haití maltrató a los dominicanos y su deseo, o al menos de varios líderes y presidentes haitianos, de masacrar a la población dominicana por completo desde el siglo XIX hasta 1856. A eso le sumamos que nunca reconoció el maltrato que recibieron los dominicanos por Haití y sus tropas en la Dominación Haitiana desde 1822 hasta 1844. Sin lugar a dudas, Haití fue una especie de matón a los dominicanos durante una buena parte del siglo XIX que se evidenciaban en sus múltiples invasiones del territorio dominicano. Reconocer estos hechos significarían dos cosas: 1) pretender que los dominicanos son los beligerantes a Haití y éstos vistos de una forma benigna colapsa porque la realidad histórica fue lo opuesto y 2) el rechazo dominicano a una unión política con Haití tiene nada que ver con el color de la piel, la raza o el racismo.
Conclusión
Como hemos evidenciado, existen muchos aspectos de la historia de La Española que son ignorados por aquellos que quieren manipular y pretender que el territorio dominicano le pertenece a Haití. Reconocer que ha existido el racismo en la época colonial de la parte francesa de La Española y posteriormente por su heredero Haití es el primer paso en ser honesto con uno mismo y con la historia. Desde el comienzo Haití ha tenido el deseo de apoderarse del territorio de la República Dominicans y ponerle un fin a la independencia de los dominicanos. Sin embargo los dominicanos desde siempre han respetado el derecho que tienen los haitianos de formar su país y mantener su independencia en la misma isla de La Española. No hay nada malo que existan dos países en una isla, pues ha sido el caso por más de un siglo y en una isla que más veces que no ha tenido a más de una entidad política, incluso en los tiempos de los taínos cuando habían 5 cacicazgos o reinos de los indígenas.
Eh aquí a los dominicanos, la gente que en determinados momentos Haití no quería que existieran como pueblo, como seres humanos y como entidad política.