Santo Domingo es un paraíso (1913), según S. R. Ginsberg

Santo Domingo Is Like a Paradise (Santo Domingo es un paraíso) fue publicado el 2 de febrero de 1913 en The New York Times. El estadounidense S. R. Ginsberg, era ingeniero de un ingenio azucarero que se construía para ese entonces. Presumimos que se trata de la Central Romana en La Romana, la cual fue inaugurada en 1917. Otro ingenio que pudo ser el que construyó el señor Ginsberg es el ingenio Boca Chica, el cual fue inaugurado en 1916. En este artículo que les presentamos a continuación se detallan las cosas que le impresionaron de su visita a República Dominicana.

Puntualizaciones a tomar en cuenta

  • En 1913 en nuestro país se podía desarrollar una plantación de caña de azúcar con al menos US$1 millón (equivale a US$24 millones de hoy), pero para crear una plantación muy exitosa requería entre US$3 millones y US$5 millones (en dólares de 2015 equivale a US$72 millones y US$120millones respectivamente).
  • El costo de la tierra oscilaba entre US$8 y US$10 por acre (equivalente en dólares de 2015 a US$193 y US$241 respectivamente). Equivalía a 4-5% del precio del acre en Puerto Rico.
  • Desde mediados de la década de 1870, los estadounidenses estaban desarrollando la industria azucarera dominicana. Por ello dice que los estadounidenses desarrollan la tierra en 1913.
  • Los obreros en los cañaverales solían ser nativos de las islas inglesas, danesas y francesas del Caribe. Por ello se requería el dominio de varios idiomas en adición del español para lidiar con la mano de obra. Una de las razones que se les dificultaba atraer la mano de obra dominicana era las condiciones de trabajo y los sueldos que ofrecían.
  • Las plantaciones de azúcar eran todas propiedad de extranjeros, principalmente estadounidenses, y les pagaban a sus obreros, en su mayoría extranjeros también, entre US$0.50 y US$0.70 por día (equivale a US$12 y US$17 al día de hoy).
  • Si bien uno de los motivos por la ley que dicta que cualquier varón se convierte en hombre a los 18 años o cuando se casa, aún si fuese un adolescente, era para tener la mayor cantidad de hombres en condición de portar armas y por tanto formar parte de las milicias; existe otro trasfondo y es que es un legado español. En 1810, en plena época colonial, Samuel Walton en su libro The Present State of the Spanish Colonies: Including a Particular Report of Hispañola or the Spanish Part of Santo Domigo (El estado presente de las colonias españolas: incluyendo un reporte particular de La Española o la parte española de Santo Domingo) menciona que en toda la América hispana era común los matrimonios en la edad de la adolescencia y que los varones que se casaban en esas edades eran aceptados como hombres. Es oportuno resaltar que todavía esa ley está vigente en República Dominicana.
  • Es interesante que la mayor parte de la isla de Santo Domingo se mantuvo en su estado virgen desde los tiempos precolombinos hasta principios del siglo XX. En 1492, Cristóbal Colón escribió en sus anales del descubrimiento la cantidad inmensa de cotorras que había en la isla de Santo Domingo, a tal grado que cuando volaban al mismo tiempo parecían nubes en movimiento. Es impresionante que 421 años después mencionan la presencia de grandes cantidades de cotorras por todas partes del país.
  • La abundancia y espesor del bosque virgen, el cual cubría más del 80% del territorio dominicano, era un elemento fundamental para que los productos del bosque tuviesen precios muy bajos en el país. De ahí que se usaba caoba en abundancia, lo que en otros países sería un lujo solo para los más ricos.
  • La constante que trasciende los siglos es la belleza extraordinaria de los paisajes de la isla de Santo Domingo. El autor del artículo cita la expresión que han salido de la mayoría de los labios pertenecientes a extranjeros que tuvieron la suerte de ver en persona una de las islas más hermosas.

Traducción del artículo

SANTO DOMINGO ES UN PARAISO

Santo Domingo es un paraíso terrenal –si tienes capital– de acuerdo a S. R. Ginsberg. Graduado de Yale, es el ingeniero principal de la construcción de una plantación de caña de azúcar que él mismo está desarrollando en 80,000 acres de tierra. El Sr. Ginsberg ha retornado a esta ciudad [de Nueva York] desde Santo Domingo con escala en Puerto Rico.

Dice «con un millón de dólares puedes tener un buen comienzo, pero se toma entre tres y cinco millones para comenzar una plantación grande de azúcar porque la cultivación de azúcar no produce dinero a pequeña escala mas produce grandes retornos de capital en operaciones de gran escala. Nosotros estamos limpiando un pedazo de bosque virgen de una longitud de cuarenta millas y estamos construyendo veinticinco millas de ferrocarril estándar; con ello puedes tener una idea de la magnitud de las operaciones allí».

«Los americanos están desarrollando la tierra mientras los alemanes están fuertemente involucrados en la banca y el comercio. No existe ni un americano en ninguna de estas dos líneas [de negocios]».

«Se puede comprar tierra desde US$8 a US$10 por acre mientras en Puerto Rico lo mismo cuesta US$200, pero el gasto principal es el costo de limpiar el bosque virgen y preparar la tierra. El costo del primer año por preparar la tierra para el cultivo de la caña de azúcar es de US$50 por acre, pero después de ello no hay costos que valgan la pena por los próximos veinticinco años, porque la tierra virgen tan solo requiere arar una vez en un cuarto de siglo, comparado con Puerto Rico donde la tierra ha sido cultivada por tanto tiempo que necesitan arar la tierra a máquina por un costo desde US$20,000 hasta US$33,000».

«Nosotros solo usamos picos. Un hombre hace un hoyo en la tierra y mete un pedazo de caña de azúcar de la misma forma que se siembra un ojo de papa. Eso es todo lo que hay que hacer».

«El problema de los obreros es muy interesante. Para hablar con ellos en cualquier plantación tienes que dominar cuatro idiomas por lo menos – inglés, español, francés y holandés. Los obreros generalmente son importados desde las Indias Occidentales Británicas, las Indias Occidentales Francesas, como Guadalupe y Martinica; desde Curazao y la Guyana Holandesa. En el sur de la isla, donde existe una gran demanda de obreros, ellos reciben, como mucho, desde 50 centavos de dólar hasta 70 centavos de dólar por día».

«Según las leyes de Santo Domingo, un hombre es adulto a los 18 años o cuando se casa. Aún si tan solo tiene 12 años cuando contrae nupcias, automáticamente se convierte en un hombre. La razón por esta ley curiosa es para tener la mayor cantidad posible de hombres listos para pelear en las revoluciones, las cuales ocurren con mucha frecuencia».

«En los bosques que parecen junglas, el peligro principal son los jabalís, un cerdo salvaje en los bosques. En múltiples ocasiones he tenido que encaramarme en un árbol por culpa de estos animales. No puede encaramarse detrás de ti y este es el único recurso de seguridad que se puede tomar cuando no tienes una pistola a tu disposición».

«Hay muchísimas culebras también, relacionadas a la familia de las boas, pero son inofensivas. He matado especies de diez o doce pies de largo en los bosques».

«Hay cotorras, por doquier hay cotorras, y además la satisfacción estética que se deriva de su plumaje tan hermoso, son muy comestibles y saben buenísimas en una torta, deleitado no solo por los dominicanos sino por los extranjeros también. Además hay manadas de pájaros con plumajes hermosísimos, los cuales suministran cantidades ilimitadas de materia prima para los gorros del este».

«Es un país curioso. Hasta las traviesas de los ferrocarriles son hechas de caoba y lo mismo con los tablones en los puertos. Caoba pura, ¡imagínate eso! Es el país más hermoso en el mundo y su clima es perfecto».

El artículo original



La industria azucarera de la República Dominicana

Ruinas del ingenio Boca de Nigua en República Dominicana.
Fue construido en el siglo XVIII en plena época española.

La isla Española fue sede de la primera caña de azúcar plantada en América por don Cristóbal Colón. Esto ocurrió en las cercanías de Puerto Plata, en el litoral norte de la isla. En el principio de los tiempos coloniales, la industria azucarera tomó forma a tal grado que, según el historiador Frank Moya Pons en su obra «Historia Colonial de Santo Domingo», en 1535 habían 200 técnicos portugueses en los ingenios azucareros y para 1547 más de 35,000 esclavos africanos laboraban en los cañaverales. Posterior al auge de la industria en los primeros años de la era colonial, disminuyó la industria azucarera hasta que a finales del siglo XVI se había reducido a satisfacer sólo la demanda interna. Esto tuvo varias implicaciones, entre se encontraba una reducción considerable de los esclavos africanos que se dedicaban a esta labor y de las plantaciones de azúcar. La industria azucarera no volvió a dominar la economía y exportaciones dominicanas hasta el finales del los 1870s, unos 300 años después y con impulso e inversión de estadounidenses principalmente.

Durante el resurgimiento de la industria azucarera a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX se creó la «Danza de los millones». San Pedro de Macorís fue el pueblo que se benefició mas con un aumento notable de su población y riqueza, hasta convertirse en el pueblo mas rico de la República Dominicana y entre las mas ricas del Caribe. La arquitectura exquisita que perdura en el centro de San Pedro de Macorís es un legado de esa época dorada. Es la mejor colección de arquitectura de finales de los 1800s y comienzos de los 1900s en la República Dominicana.

La industria azucarera moderna

William L Bass, natural de Massachussetts en Estados Unidos, fue el primer gran inversionista en la industria azucarera moderna dominicana. Fue el primero en introducir a los «cocolos» o negros del Caribe inglés (Santa Lucía, Barbados, Anguilla, etc) a lla República Dominicana como trabajadores en sus fincas azucareras y en el ingenio Consuelo cerca de San Pedro de Macorís.

A finales de los 1870s, la industria azucarera dominicana estaba en pleno renacimiento debido a las tendencias capitalistas, los poderosos intereses financieros (la cubana y norteamericana especialmente), y la intensificación y mejora en el proceso de producción. Ya para el cierre del siglo XIX, las principales instalaciones azucareras estaban en manos de extranjeros: cinco eran italianos, cuatro norteamericanos, dos cubanos, y un británico.

La industria azucarera tuvo su apogeo en la década de 1970. Para ese entonces habían 3,200 colonos cultivando caña de azúcar en sus conucos y fincas para luego venderlas a los ingenios. En los ingenios empleaban a 100,000 personas desde braceros procedente desde Haití hasta técnicos y gerentes dominicanos. El monocultivo azucarero dominaba en más del 90% las exportaciones y era la principal fuente de divisas del país. Mediados de los 1980, la industria azucarera comenzó a descender en términos relativos y absolutos. Para ese entonces, empleaba a unas 65,000 personas y de éstas, 50,000 eran braceros haitianos.

La chimenea es lo único que queda de la Central Boca Chica. Fue construido por el estadounidense S. R. Ginsberg e inaugurado en 1916 en Boca Chica. Ha sido desmantelado para vender los metales por piezas y dejando la chimenea.

Hoy en día la industria azucarera no tiene la misma importancia que tuvo en otros tiempos. El Banco Central de la República Dominicana en sus estadísticas incluye a la industria azucarera dentro de la categoría «Cultivos tradicionales de exportación», y forma el 0.7% del PIB. En adición, la «Elaboración de azúcar» forma el 0.2% del PIB nominal. El valor monetario de estqs dos ramas económicas es de RD$11,239 millones para «Cultivos tradicionales de exportación» (el sector azucarero es mucho menos) mas RD$3,888 millones para la «Elaboración de azúcar».

La importancia de la industria azucarera dominicana

Hoy, la industria azucarera dominicana no tiene el mismo nivel de importancia que tuvo a finales del siglo XIX y gran parte del XX. Según el Banco Central de la República Dominicana la industria azucarera es el menos de 1% del PIB. La producción de azúcar y melasa es de 0.2% del PIB. Entre enero y junio del 2021 las exportaciones de aziúcar y melasa fue de US$125 millones de los US$1.2 mil millones de la exportación industrial y US6 mil millones casi de la exportación total.

La danza de los millones

Fotos históricas de algunos edificios de finales de los 1800s y comienzos de los 1900s que todavía existen en San Pedro de Macorís (mas aquí).

Desde 1914 hasts que cae la bolsa de valores en Ciudad de Nueva York en 1929, la moderna industria azucarera dominicana pasó por su época mas gloriosa conocida como «la danza de los millones». En esta época hubo ganacias increíbles para las compañîas azucareras y de riqueza para el país, San Pedro de Macorís en particular.

La riqueza y prosperidad que cayó en San Pedro de Macorís fue tan espectacular que atrajo a muchos inmigrantes desde España, Puerto Rico, Cuba, Estados Unidos y de las antillas menores. Llegaron también muchos del Medio Oriente, del Líbano específicamente. Incluso San Pedro de Macorís recibió a tantos árabes que se convirtió en el centro árabe del país. Algunos de estos inmigrantes fueron lo grande suficiente para mantener a varios clubes sociales como el Centro Español (existe el edificio, mas el club no existé allí) y el Casino Puertorriqueño (existe en la actualidad).

Collages del avión acuático de Pan American Airways en el río Higüamo en San Pedro de Macorís (mas aquí).

Casas y edificios espectaculares con arquitectura muy llamativa comenzaron a surgir por todo el centro. Una de las iglesias mas hermosas del país es su San Pedro en el centro. La primera estación de bomberos del pueblo sigue ahí y todavía se considera uno de los mas hermosos. Su puerto marítimo se convirtió en uno de los mas movidos del país y aterrizaba un avión acuático de Pan American Airways en el río Higüamo cada semana desde y hacia los Estados Unidos. Sin lugar a dudas que fué el mejor momento de San Pedro de Macorís. Se le llegó a decir la «sultana del este».

Empresas azucareras

Tres entidades empresariales controlan el 75% de los de terrenos cultivados con la caña de azúcar. En su mayoría se encuentran en la gran planicie del Este.

Un tren de caña de azúcar de la Central Romana en el este de la República Dominicana.

Central Romana Corporation. A partir de 1911, dos años después de la ocupación militar estadounidense, la South Porto Rico Sugar Company adquirió 20,000 acres cerca de La Romana (en ese entonces era un área deshabitada). El propósito era expandir su producción azucarera debido a que en Puerto Rico, donde estaban todas sus operaciones, ya no había tierras suficiente para una expasión de sus cañaverales. La South Porto Rico Sugar Company importó la primera caña de azúcar a ser sembrada desde Puerto Rico. Al principio los cortadores de caña eran puertorriqueños y luego negros de las islas inglesas de las Antillas Menores, conocidos comúnmente como cocolos. Exportaba la caña recogida en los cañaverales dominicano a Puerto Rico. En la Central Guánica era elaborada y refinada, y luego mandada a Nueva York para vender el azúcar.

En poco tiempo se extendieron las operaciones de la South Porto Rico Sugar Company en La Romana a tal grado que decidieron construir la Central Romana con una capacidad de molienda de 2,000 toneladas de caña diariamente y era suplido por 7,300 acres bajo cultivo de caña. Central Romana se hizo líder en la producción de azúcar y sus derivados en República Dominicana y por muchos años fue el ingenio mas grande del mundo. Hoy en día, Central Romana posee mas de 200,000 acres de terreno, la refinería de azúcar con una capacidad de mas de 125,000 toneladas, y emplea a mas de 25,000 personas. Con su vasta empleomanía se ha convertido en el mayor empleador privado en la República Dominicana.

En los 1960s la Central Romana fue adquirida por la Gulf + Western, una corporación basada sn los Estados Unidos. Charles Bludhorn era el CEO, un nativo de Austria aunque vivió la mayor parte de su vida en los Estados Unidos. Se enamoró de la República Dominicana desde el primer viaje. Esta admiración tan grande por el país llevó a la creación del primer parque industrial de zona franca del país en terrenos de la Central Romana y con el único propósito era crear plazas de empleo. También desarrollo lo que se ha convertido en la urbanización mas grande del país, Casa de Campo. En él se encuentra el campo de golf Diente de Perro que es considerado entre los 100 mejores campos de golf en el mundo y el mejor de Centroamérica y el Caribe. Altos de Chavón es otra de sus creaciones y si bien es descrito como una réplica de un pueblo mediterráneo, en reslidad no hay nada de «réplica», sino es original inspirado en Saint Paul-de-Vence en el sur de Francia. Su atención al detalle es minucioso, tiene un anfiteatro al estilo de la Grecia antigua y que fue inaugurado por Frank Sinatra, un museo arqueológico taíno y La Escuela de Diseño Chavón (con otro campus en Santo Domingo) considerado entre las mejores del mundo en su tipo y en asociasón con el Parson School of Design de la Ciudad de Nueva York.

Hoy el conglomerado le pertenece a Fanjul Corporation basada en los Estados Unidos y de propiedad de Felipe y Alfonso Fanjul, dos hermanos cubanoamericanos que viven en Palm Beach, FL.

Vista aérea del ingenio Cristóbal Colón al lado del río Higüamo, cerca de San Pedro de Macorís.

Inicia. Otro gigante en la industria azucarera dominicana es Inicia (antes se conocía por Casa Vicini). Su primer ingenio azucarero fue fundado en 1883 con el nombre Cristóbal Colón en las cercanías de San Pedro de Macorís. Lo hizo el inmigrante italiano Juan Bautista Vicini. Es uno de los consorcios azucareros mas antiguos del país. Para la zafra de 1883/84 poseía 11,000 tareas con una red ferroviaria de 7 kilómetros. Sus instalaciones son de las mas eficientes en toda el área del Caribe con capacidad para moler 8,000 toneladas métricas de caña de azúcar cada 24 horas. En adición a sus ingenios Cristóbal Colón y Angelina en San Pedro de Macorís, también posee el antiguo ingenio Italia (hoy ingenio CAEI) entre San Cristóbal y Baní. La familia Vicini ha expandido sus inversiones a otros renglones de la economía dominicana y en otros países. Se ha llegado a tal punto que su negocio de azúcar no es el mas importante como lo fue en el pasado. Este cambio se debe al aumento de las otras inversiones que al decrecimiento de su negocio azucarero.

Consejo Estatal de Azúcar (CEA). El tercer gigante de la industria azucarera dominicana es el Estado dominicano con su Consejo Estatal de Azúcar (CEA). Fue creado en 1966 al incautar las propiedades de la familia Trujillo. Está constituida por los ingenios Central Río Haina, el mas grande del mundo, y Santa Fe ambos entre San Cristóbal y Bajos de Haina. Tiene los ingenios Consuelo, Porvenir, y Quisqueya en San Pedro de Macorís provincia; Ozama (ahora desaparecido, estaba en el Distrito Navional) y Boca Chica (desaparecido) en Santo Domingo provincia. El ingenio Barahona también era de su propiedad. Los ingenios de Amistad y Montellano en Puerto Plata provincia y, por último, el Ingenio Azucarero Pringamosa en Hato Mayor. En conjunto los ingenios de la CEA tienen una capacidad de molienda diaria de 34,700 toneladas de caña. Varios ingenios de la CEA han sido privatizados o han cesado sus operaciones por la crisis en el precio de azúcar en los mercados internacionales supuestamente.

La cuota de los Estados Unidos

Lugar donde están los ingenios en la República Dominicana. El año de fundación está en paréntesis. Muchos han dejado de operar y/o dejaron de existir. 1. Consuelo (1881), 11. Cristóbal Colón (1883), 4. Porvenir (1884), 2. Santa Fé (1885), 12. CAEI (1893), 6. Ozama (1895), 10. Amistad (1899), 5. Boca Chica (1916), 9. Montellano (1918), 13. Central Romana (1918), 8. Barahona (1920), 7. Río Haina (1950) and 14. Pringamosa.

La moderna industria azucarera dominicana ha estado ligada a los Estados Unidos desde su comienzo. Además de ser creada por inversionistas estadounidenses en su mayoría, fueron quienes normalizaron la importación de braceros cocolos y luego fueron reemplazados por haitianos. Alegaban que los dominicanos no querían los trabajos de braceros por eso importaron braceros extranjeros, aunque sí empleaban a muchos dominicanos como técnicos y gerentes. Los salarios que pagaban los ingenios a los braceros tuvo mucho que ver en no atraer dominicanos.

Desde el comienzo toda el azúcar y malesa casi que se producía se exportaba a los Estados Unidos. Es algo lógico que el gobierno de los Estados Unidos tratara de preferencial a los productores de azúcar dominicano. Hasta nuestros días los Estados Unidos tiene una cuota de azúcar con la República Dominicana. Según lo estipulado en el acuerdo, la República Dominicana está abligada a cumplir con la cantidad requerida por los Estados Unidos cada año y ese país de Norteamérica paga por encima del precio que dicta el mercado mundial del azúcar. Se han dado casos en los que se exporta toda la azúcar producida en la República Dominicana y se importa azúcar desde Brasil para suplir el mercado imterno. Esto equivale a importar arena al desierto de Sahara. Debido a la cuota, el azúcar que se importaba a la República Dominicana era mas barata que el azúcar dominicano vendido a los Estados Unidos.

Críticas

La zafra en las plantaciones de Central Romana. Uno de los efectos de la crítica internacional ha sido la modernización y mecanización de los labores en las plantaciones de caña de azúcar.

La industria azucarera no es ajena a las críticas. Cuando la industria estaba en pleno desarrollo se le criticaba la manera como varios empresarios se apoderaron de los terrenos. Luego la crítica era por su dependencia de mano de obra extranjera. En el principio se importaba mano de obra puertorriqueña, luego fueron desplazados por inmigrantes negros de las Antillas Menores, y éstos fueron desplazados por inmigrantes haitianos. Cada desplazamiento fue el resultado del abaratamiento de la mano de obra En todo el proceso, la mano de obra dominicana ha sido limitada a posiciones administrativas y técnicas mientras el grueso de los trabajadores consistía de braceros extranjeros. La industria también ha sido criticada por no mecanizar y modernizar sus operaciones como hn hecho otras industrias azucareras en otros países. Esto se debe al bajo costo de una mano de obra sustentada por un constante flujo de inmigración. Además, la industria azucarera ha sido criticada por las pésimas condiciones que viven y trabajan los braceros.

Los resultados tras esta crítica ha sido un mejoramiento muy notable en la calidad de vida de éstos, aunque en los ingenios que han cerrado, el abandono de los bateyes (comunidades de braceros) ha caído en la miseria extrema. Otros problemas que han surgido y que están ligados a la industria azucarera es el uso masivo de inmigrantes ilegales. Hoy en día, por ley, las escuelas públicas y los hospitales públicos tienen la obligación de ofrecer sus servicios a todas las personas que la necesiten en estado de emergencia, sin importar su estatus migratorio.

Conclusión

El futuro de la industria azucarera dominicana no está muy claro. Por varias décadas la industria ha sufrido una caída continua. Los precios de azúcar en los mercados internacionales le han quitado la rentabilidad a varios ingenios, especialmente los del Estado. La falta de inversión en estos ingenios acentúa la crisis. Muchas tierras que antes estaban bajo cultivo azucarero, hoy producen piñas, palmas africanas, naranjas, etc. Otros terrenos han sido convertidos en resorts. Inclusive, salió en Diario Libre un aviso al público de subastas de tierras azucareras de la CEA en Puerto Plata con varios de los lotes están en venta para fines turísticos. En conclusión, la gran industria que dominó la economía de nuestro país durante el siglo XX, parece está llegando si no a su fin, indudablemente a una merma considerable.