¿Eran racistas los fundadores de la República Dominicana?

La República Dominicana vista desde el espacio. Las sonas marrones son semiáridas, en las verdes llueve mas y en las grises están urbanizadas.

Una creencia errónea, en el extranjero especialmente, es la que República Dominicana se originó por el racismo. Esta idea promueve el pensamiento que dice si la República Dominicans fue fundada por el racismo, similar a países como Rodesia (Zimbabwe), todo apoyo y defensa de la República Dominicana es de gente racista. La implicación es que los dominicanos sin importar la raza o el color en su orgullo patrio y en su manifestación en apoyo a la República Dominicana son racistas. Indudablemente que esta creencia es falsa, mas es entretenida en la mente de algunas personas. En la mayoría de los casos, se trata de gente que es ignorante de varios aspectos de los padres de la patria. Son ignorantes de lo que eran los defensores de la nacionalidad dominicana cuando la misma se veía amenzada por otro país, llámese España en los 1860as o Haití en los 1820s.

«Después de conocer a una persona se forma una opinión de él, no antes».

La fundación de la República Dominicana

Los padres de la patria aon homenajeados por dominicanos de todos los colores en el Altar de la Patria en Santo Domingo. La harmonía racial es un parte esencial desde la misma fundación del país. Para ser un dominicano verdadero, se debe emular a nuestros padres de la patria para quiénes no tenía cavida el racismo. Se puede decir que desde el momento un dominicano toma una postura racista, esa persona deja de ser un dominicano verdadero.

La República Dominicana fue fundada en la concepción de igualdad de todas las razas y colores. La no discriminación hacia una persona por su color no se convirtió en un ethos fundacional por puro chance, sino que fue expuesto por los fundadores de nuestro país. En plena mitad del siglo XIX se decía esto mientras en otros países la norma era la exclusividad de una raza.

No podemos obviar que la República Dominicana nunca ha sido un país esclavista. Esto contrasta con países como Estados Unidos o Brasil. Entre los fundadores dominicanos no existe esta contradicción en ideas como que todos los hombres son libres y se firma un acta de independendia diciendo eso, mientras los mismos fundadores y firmantes eran dueños de esclavos. Peor aún es que no fue abolida la esclavitud hasta 8 décadas después de su independencia, algo desconocido en la República Dominicana. Luego que termina la esclavitud, en países como los Estados Unidos se aplica la segregación racial, otra abominación desconocida en la República Dominicana.

El caso de Juan Pablo Duarte

Juan Pablo Duarte, uno de los tres fundadores de la República Dominicana.

Juan Pablo Duarte nace el 26 de enero de 1813 en Santo Domingo y muere el 15 de julio de 1876 en Caracas, Venezuela. Vivió la mayor parte de su vida en la República Dominicana y se consideraba dominicano. Desafortunadamente, fue obligado al exilio y vivió sus últimos años en Venezuela. Era hijo de Juan José Duarte de Jerez de la Frontera, España y de Manuela Díez de El Seibo, República Dominicana.

Apesar que era una familia acomodada con Juan José siendo dueño de un negocio pequeño de la familia en Santo Domingo, sufrió muchas vicitudes la familia. Entre las dificultades se encontró el exilio forzado de 1801 con la invasión de Toussaint Loverture. Se establecieron en Mayagüez, Puerto Rico y el primer hijo Vicente nació allí, el único de un total de 11 hijos que nació fuera de Santo Domingo. Este exilio perduró hasta 1810, porque se rehusaron a ser franceses sin importar si eran franceses negros como Toussaint Loverture o blancos como Leclerc. Es oportuno señalar que los Duarte Díez no estuvieron en Santo Domingo durante la invasión de Jean Jacques Dessalines en 1805 que incluyó someter a la capital a un sitio por un mes y las matanzas y destrucciones de todo el interior dominicano a su retirada.

Después del territorio dominicano ser recuperado de los franceses por la victoria de la guerra de la Reconquista liderada por el general Juan Sánchez Ramírez y el territorio fue insertado otra vez a España, la familia Duarte, que era mas grande y consistía de Juan José, Manuela y el infante Vicente; volvieron a Santo Domingo. Hicieron lo mismo miles de dominicanos que estaban exiliados en Puerto Rico.

Un busto de Juan Pablo Duarte frente a la casa de su familia en calle Isabel La Católica en Santo Domingo. A pesar de su grandesa como libertador de los dominicanos, nunca se mudó de su casa natal mientras estuvo en Santo Domingo.

Durante la Dominación Haitiana (1822 – 1844), la familia Duarte, que para la época era mas grande aún e incluía a Juan Pablo, decidieron quedarse en Santo Domingo. Fueron testigos de algunas opresiones cometidos por el gobierno y la milicia haitianos en la población dominicana. Entre los abusos estaban la prohibición del idioma español (aunque parece le hicieron caso omiso los dominicanos porque nunca aprendieron hablar francés ni criollo haitiano), la clausura de la universidad mas antigua de América y que era un orgullo para los dominicanos, y otras injusticias formales. También hubo injusticias informales como el intento de violación de muchas mujeres y niñas dominicanas por la soldadesca haitiana, incluso de mujeres casadas delante de sus esposos y la negación recibía la muerte.

Juan Pablo Duarte no era antihaitiano ni antinegro

Uno de los bustos mas grandes de Juan Pablo Duarte se encuentra en Santo Domingo Este.

El trauma por la que vivió la familia durante las múltiples incursiones haitianas y las políticas defastas adoptadas por Jean Pierre Boyer, implicó un retroceso económico, la despriorización de la educación, etc; tuvo que tener un impacto profundo en Juan Pablo Duarte. Sin embargo era muy claro desde el comienzo que estas cosas fueron impuestas por el gobierno haitiano y no el pueblo haitiano ni los negros en general. El racismo y las injusticias por el color no tenían cabida en su corazón. En base a esta premisa dijo lo siguiente en 1838.

No es posible que una persona que odia a los haitianos, los pudiera admirar en cualquier manifestación. Ningún racista dijera eso de los negros, sean haitianos o de otros sitios en los que son mayoría. Su postura que no era antihaitiana ni antinegro se fortalece mucho mas sl ver lo que dice en una carta a alguien que no era haitiano ni estaba casado con una haitiana. Además esta carta no era de ser público.

«Lo que define al hombre es su carácter y no su color o raza».

Lo cierto es que Juan Pablo Duarte era en contra del gobierno haitiano y no en contra del pueblo haitiano. Véase el siguiente pedazo de la carta de 1838 a continuación.

Juan Pablo Duarte y sus ideas de la unión de las razas

Estatua de Juan Pablo Duarte en Santiago de los Caballeros.

Juan Pablo Duarte tenía otras cualidades y entre ellas estaba la poesía. Escribió poemas que tocaban varias temáticas desde el amor hasta el patriotismo y mas. El poema que tituló «Unión de las razas» dice lo siguiente.

No hay mucho mas que se puede decir con respecto a lo que se refería Duarte. Era un honbre que apoyaba el trato justo a todos los hombres sin importar el color. Además era un fiel apoyador del mestizaje, cosa que se hace evidente a continuación.

«Según Emiliano Tejera, para diseñar nuestra enseña tricolor, Duarte se inspiró en el principio natural de la fusión de las razas, que será la salvación de la América tropical, dotándola con una población apropiada a sus necesidades».
«La bandera puede cobijar a todas las razas: no exluye ni le da predominio a ninguna. Bajo su sombra todos pueden crecer, fundirse, prosperar».
La gran cruz blanca significa la fusión de las razas del pueblo dominicano. Fue creada por el mismo Juan Pablo Duarte y refleja su convicción de la igualdad de todas las razas. Es una de las pocas banderas de un país cuyo sus significados no prima a los negros, a los blancos o a los mulatos. A pesar que ha tenido unos cambios minoritarios, todos casi en su escudo nacional, permanece con los mismos significados que tuvo en la primera vez que ondeó en 1844.

El caso de Gregorio Luperón

Gregorio Luperón, el líder de la restauración de la República Dominicana 1863-1865 y a quien Juan Pablo Duarte le siguió sus órdenes. Para Duarte no importaba que un blanco le siguiera a un líder de color y respetara sus órdenes. Para Duarte y todos los dominicanos verdaderos, son iguales todas las razas.

Gregorio Luperón nace el 8 de septiembre dd 1839 en Puerto Plata y muere el 20 de mayo de 1897 en el mismo pueblo. Se destacó como general durante la guerra de la Restauración (1863 – 1865). Después de la guerra fue Presidente en dos ocasiones, Vice Presidente en dos ocasiones y Ministro de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana.

Casa Museo del general Gregorio Luperón en Puerto Plata.

En ningún tiempo se expresó o dió indicios de la discriminación racial o del prejuicio de color hacia los blancos o que él mismo lo haya sufrido. Debe resaltarse que vivió la mayor parte en el val,e del Cibao. Esta zona no se limitaba a ser el área mas densamente poblada del país, sino la mas blanca. De hecho, en esta época la mayoría de los pueblos en el Cibao tenían una población blanca en mayoría mientras los pueblos con mayoría mulata o negra eran los menos.

Estatua del general Gregorio Luperón montando un caballo y en una mano agarrando un machete.

Las palabras que siguen evidencian una preocupación con el porvenir de Juan Pablo Duarte, a pesar que estaba exiliado en Venezuela y era un hombre blanco.

Santiago Castro VENTURA; «Duarte en la proa de la historia», 2005; Pg. 250. 

Le podemos añadir que durante la guerra de la Restauración el general Gregorio Luperón les siguió las órdenes Juan Pablo Duarte. Es decir, para Duarte no importaba que era blanco y Luperón no lo era. Seguía sus órdenes por igual, reconocía que tenía un rango militar por encima de él.

El caso de Francisco del Rosario Sánchez

Francisco del Rosario Sánchez, uno de los tres fundadores de la República Dominicana.

Francisco del Rosario Sánchez nace el 9 de marzo de 1817 en Santo Domingo y muere el 4 de julio de 1861 en San Juan de la Maguana. Su brillantez fue mayor cuando se hizo miembro de la sociedad secreta La Trinitaria, la cual fue fundada por Juan Pablo Duarte y fue el inicio de lo que sería el origen de la República Dominicana. Debe reconocerse que Juan Pablo Duarte aceptó a Francisco del Rosario Sánchez como miembro de La Trinitaria apesar que era mulato. Algo similar en los Estados Unidos era impensable. Como miembro de La Trinitaria comienza su rol en la creación de la República Dominicana.

«Si tienes una opinión sobre alguien anclado en una suposición, sólo en tu mente existe esa persona».

El nombre de Francisco del Rosario Sánchez logró mas popularidad durante el tiempo que la República Dominicana fue disuelta para convertirse en provincia de ultramar de España. Se vio obligado a penetrar Haití en condición de asilo y allí juntó a un grupo de dominicanos exiliados como él en base al retorno de los españoles a Santo Domingo. Con ese grupo en 1861 lideró una invasión con la intensión de terminar con el mando de los españoles y restablecer a la República Dominicana. Fue en este tiempo que dijo lo siguiente.

Francisco del Rosario Sánchez fue capturado por las tropas españolas y llevado a San Juan de la Maguana. Allí lo ataron a un palo y a base de tiros lo mataron por traición a España. Es considerado uno de los padres de la patria y fue un gran amigo cercano de Juan Pablo Duarte.

La casa natal y en la que vivió en Santo Domingo Francisco del Rosario Sánchez. No se pude ver bien en la imagen, pero dice la placa el significado histórico que tiene el inmueble como la casa natal de un fundador del país.

La amistad entre Francisco del Rosario Sánchez y Juan Pablo Duarte incluía la aceptación y el cariño de la familia Duarte Díez. En una ocasión cuando Duarte estsbs escondido para evitar a la soldadesca haitiana que lo buscaba para matarlo por querer liberar a los dominicanos, Francisco del Rosario Sánchez fue a la casa de la familia Duarte Díez en la calle Isabel La Católica de Santo Domingo. Estuvo ausente Juan Pablo por motivos de su escondite. En un momento dado, Francisco del Rosario Sánchez le pide a Juan José, el padre de Juan Pablo, el sitio en el que Juan Pablo se escondía porque lechizo una promesa que nada debe ocurrirle a uno de los dos sin que le ocurriera al otro. Esto demuestra el nivel de confianza que se tenía en esa relación de amistad.

El caso de Matías Ramón Mella

Matías Ramón Mella, uno de los tres fundadores de la República Dominicana.

Matías Ramón Mella nace el 25 de febrero de 1816 en Santo Domingo y muere el 4 de junio de 1864 en Santiago de los Caballeros. Era un amigo cercano de Francisco del Rosario Sánchez y de Juan Pablo Duarte. Es el tercer padre de la patria. Su renombre no se limitó a su rol que culminó con la independencia de la República Dominicana, sino lo que tuvo lugar la noche del 27 de febrero de 1844. Se unió a un grupo de personas frente a la puerta de la Misericordia en Santo Domingo. Cometió un trabucazo al aire que le dio origen a la República Dominicana.

Estatua del general Matías Ramón Mella al lado de la puerta de la Misericordia en Santo Domingo. En este lugar en la noche del 27 de febrero de 1844 nació la República Dominicana. Mas tarde en esa misma noche se hizo una proclama oficial de su nacimiento frente a la puerta del Conde, a poca distancia de este lugar.

Matías Ramón Mella estuvo involucrado en la guerra de la Restauración que buscaba ponerle fin al mando español y restaurar a la República Dominicana. Su amigo el general Gregorio Luperón fue su líder militar y siguió sus órdenes. Tuvo unnrol en atacar a las tropas españolad y en reclutar hombres jóvenes para la causa dominicana, en el valle del Cibao especialmente. Desafortunadamente, se contagió con disinteria y murió en el año antes de restaurarse la República Dominicana como país libre, tal como lo deseaba. Para cumplir con su deseo, fue enterrado con una bandera dominicana acompañando su ataúd, no obstante en ese momento no existía la República Dominicana. Al ser exhumado sus restos en el Cementerio Municipal de Santiago para ser llevado a la Catedral Primada de América en Santo Domingo, se descubrió al lado de su ataúd la bandera dominicana con la que fue enterrado.

Las relaciones entre los dominicanos de colores y razas diferentes

La fusión de las razas en las que creía nuestro fundador Juan Pablo Duarte está a la vista de todos en toda la República Dominicana.

La creencia en la unióm de las razas se evidencia en los dominicanos desde antes que naciera Juan Pablo Duarte e incluso después de su muerte. Cuando le faltaban cinco años para la muerte de Juan Pablo Duarte, fue mandada una comisión a la República Dominicana por el gobierno de los Estados Unidos para analizar cada aspecto geográfico, social y de las demás índoles para determinsr si sería anexado. Con esta información exhaustiva se organizó un reporte y luego fue presentado al gobierno de los Estados Unidos en Washington DC. Los congresistas y senadores en base a lo que decía ese estudio votarían a favor o en contra de anexar a la República Dominicana. No fue aprovado porque si bien pasó con éxito por el congreo, perdió la vista buena del senado por un voto. En el reporte se dice lo siguiente.

«Report of the Commission of Inquiry to Santo Domingo…»; 1871; Pg. 98.

«Lorenzo Díaz, negro…»
«alcalde de Baní»
«El pueblo de Baní…»
«1,500 habitantes de los cuales 1,200 son de ascendencia española. Hay 5,000 personas en las zonas rurales circundante de los cuales el 80% son de ascendencia española y española-india».

Baní era de los pueblos mas blancos del país y para 1871 tenía algo que hubiera sido un escándalo en países como Estados Unidos. Un pueblo con una población de blancos en un 80% y sus zonas rurales también con un alcalde negro.
«Report of the Commission of Inquiry to Santo Domingo…»; 1871; Pg. 13. 

«En general es mestiza la población. La gran mayoría, en la costa especialmente, no son negros puros o blancos puros, sino están mezclados en cada grado imaginable. En algunas partes del interior existe una presencia considerable dd blancos y en general entre los mestizos predomina la sangre blanca».

Debe mantenerse en cuenta que toda la población de 1871 fue descrita por la comisión que el gobierno estadounidense madó a la República Dominicana para estudiarla se cabo a rabo antes de decidir su anexión a los Estados Unidos.

«Se comete un acto racista cuando se juzga a una persona por su color o raza, porque esa persona puede estar de tu lado y no lo sabes porque no lo conoces».

«Report of the Commission of Inquiry to Santo Domingo…»; 1871; Pg. 13. 

«Parece que no sufren de prejuicios de clase, raciales o de color. En los contactos entre ellos y con extraños son serviciales, respetuosos y bien educados. En todos los contactos que tuvimos con los dominicanos fueron atentos y hospitalarios».

Se menciona esto en un tiempo cuando era normal y se veía deseable el racismo en países como los Estados Unidos.
«Report of the Commission of Inquiry to Santo Domingo…»; 1871; Pg. 14. 

«Según podemos ver, los elementos necesarios para la persistencia existe entre los dominicanos, en la gran proporción en la que predomina el aporte español especialmente. La reducción de esta gente se debe a razones sociales y políticas, sin asumir que se está en decadencia los blancos».

Apenas existía el racismo entre los dominicanos en un tiempo cuando se conocía que los blancos disminuían con el tiempo en la composición racial del país por razones políticas y sociales. Con lo político se refiere a acciones tomadas por el gobierno haitiano, primero en la invasión de 1805 por Jean Jacques Dessalines y luego entre 1822 y 1844 en la invasión de Jean Pierre Boyer con intensiones de reducir la población de dominicanos blancos y aumentar la de los dominicanos negros. Con razones sociales se refiere al mestizaje que no se ha visto con malos ojos en el territorio dominicano desde los tiempos cuando era del Imperio Español.

«A Topographical and Political Description of the Spanish Part of Santo Domingo» por Moreau de Saint-Méry fue publicado en 1798. Dice lo siguiente.

Nótese lo que tiene la raya blanca, eso es lo traducido.

«Españoles criollos»
«Tienen pocos prejuicios raciales»
«Les dan un trato muy liviano a los esclavos»
«Blancos»
«Son la mayoría»
«Esclavos»
«Son tratados con una delicadeza en extremo»
«Hacen caso omiso a las leyes en contra de los esclavos»
«Son muy puntuales con las leyes que favorecen a los esclavos»

«Present State of the Spanish Colonies» por William Walton fue publicado en 1810. El autor era inglés de Kingston, Jamaica y vivió por muchos años en Santo Domingo. Como es natural, contrastó muchas de las cosas que vio en Santo Domingo a como se hacían en Jamaica, En esta icasión relata el trato a los esclavos negros en las tierras españolas y lo compara con el trato que recibían los negros en otros lugares como la Jamaica o las 13 colonias de Norteamérica (luego se unieron y se convirtieron en los Estados Unidos) o en el Saint-Domingue de los franceses (Haití).

«Un impedimento considerable al progreso económico en las tierras españolas es la gran cantidad de días festivos que interfiere con el trabajo en el campo y un trato muy liviano con que se le da a los esclavos».

Se evidencia un contraste entre el trato a los esclavos en su natal Jamaica y en las colonias inglesas de Norteamérica que luego se convertirían en los Estados Unidos y el trato que recibían en Santo Domingo por ser parte del Imperio Español.
«A nosotros se nos presenta a los españoles como amos severos y abusivos con sus esclavos. Esto no es fidedigno a la realidad. En la América española los amos son muy humanitarios con sus esclavos, muchas veces…»
«…al extremo y las gracias que gozán sus negros no es agradable a sus carácter y hábitos. Los ingleses y franceses han establecido constituciones que regulan el trato a los esclavos negros, el código negro de los segundos en especial; pero los españoles aplican regulaciones muy imperfectas y lo que existe es una mezcla de exenciones y regulaciones en las que se respeta la humanidad mas que las leyes».

«The Present State of Haiti» por James Franklin fue publicado en 1826. Dice en la página 184 lo siguiente.

«…la parte española de la isla. La ciudad de Santo Domingo resultó ser difícil para los negros [los haitianos] crear recores raciales entre los dominicanos. Fueron muy pocos los esclavos en esta parte de la isla y aquellos que lo era vivían en una condidión de igualdad con sus amos que se conocía sólo por su nombre la esclavitud»…

Por último, «Puerto Rico Past and Present, and San Domingo of Today» por Alpheus Hyatt Verrill fue publicado en 1914. Era de New Haven, Connecticut, Estados Unidos y fue muy detallado en su libro relativo a todo lo que vio en su viaje a Puerto Rico, República Dominicana y Haití.

Alpheus Hyatt VERRILL. «Puerto Rico Past and Present, and San Domingo of Today»; 1917, pg. 233.

…«el color promedio de los dominicanos es mucho mas claro que en la mayoría del Caribe y a un observador superficial pueden parecer blancos. Parece que no hay una barrera de color en la república. Se ve hombres y mujeres blancos puros, negros puros y mestizos hablando entre sí y mezclándose sin ningún intento de esconderlo. Se casan blancos con negros, los negros son políticos en igualdad con los blancos y mestizos, y en cada oportunidad se muestran evidencias que todos son iguales sin importar el color de piel para los dominicanos».
Un afroamericano de los Estados Unidos describe a la República Dominicana luego de varias visitas. Se evidencia la diferencia entre conocer el país en persona vs los que nunca lo han conocido y se llevan de la propaganda internacional antidominicana.
En noviembre del 2021 esta haitiana explica su apreciasión de los dominicanos tras vivir por mucho tiempo en la República Dominicana. Se evidencia que hay una diferencia entre conocer a la República Dominicana en persona y los que pretenden conocerla por la propaganda internacional antidominicana que busca presentar al país y a los dominicanos como algo que no son.

¿Por qué los dominicanos se ven como un pueblo diferente a los haitianos?

Un cuadro de Rosa Duarte, hermana de Juan Pablo, en el momento que se mudaban sus restos al Panteón Nacional en Santo Domingo. Su contribución a la independencia de la República Dominicana es invaluable. Ha ayudado mucho a conocer mejor a Juan Pablo por sus escrituras.

Haremos un hincapié para explicar por qué los dominicanos se han visto como un pueblo diferente a los haitianos desde siempre. Este pensamiento era general entre los dominicanos incluyendo a Juan Pablo Duarte.

Los dominicanos se han visto como un pueblo diferente desde tiempos inmemorial porque son la continuación de las personas que llevaban siglos viviendo en la isla antes de la creación de Haití en 1804. Al momento de la independencia de Haitî, mas de dos tercios de los haitianos habían nacido en África. Esto era diametralmente diferente a los dominicanos entre los cuáles la mayoría eran nacidos en la isla y descendíannde las personas que llevaron a la isla en el siglo XVI y se mezclaron. Esto es evidente en los resultados recientes del ADN ancestral. Mientras en los haitianos no es común que tengsn ADN amerindio, entre los dominicanos sí es común. Quiere decir que los dominicanos son descendientes en parte de los taínos, amerindios que desapareció el último puro en los 1600s, al menos unos 200 años antes que surgiera la independencia de Haití. Además significa que el aporte español y el africano en los dominicanos en parte corresponde a los españoles y africanos que estuvieron en la isla durante el final del siglo XV y en los siglos XVI, XVII, XVIII y en los primeros años del siglo XIX antes de la independencia de Haití.

En esencia, ya existían los dominicanos bajo una identidad española, el idioma español y otras prácticas culturales españolas que se le sñadieron aspectos de los taínos y los africanos. Todo esto tuvo lugar siglos antes que llegaran a la isla los haitianos.

Se evidencia una diferencia en los resultados genéticos del típico dominicano y el haitiano, como éste de 23andme. En sentido general el aporte africano subsahariano no es mayoritario en los dominicanos mientras sí lo es en los haitianos. Además tienen mas de europeos y amerindios los dominicanos que los haitianos.

Esta diferencia en tiempo de cuándo surgen los dominicanos en La Española ya existía cuando luego aparecen los haitianos. Una de esas diferencias es el idioma. La República Dominicana es el país de América donde por mas tiempo se ha hablado español en el hemisferio occidental y es el lugar de nacimiento de Hispanoamérica. Mas del 99% de los dominicanos nacidos en La Española hablan español como lengua materna. Por el contrario, el francés y el criollo haitiano son los idiomas maternos de los haitianos. Un haitiano no le puede hablar en su idioma a un dominicano al menos que el dominicano aprenda el idioma de los haitinos y viceversa. De la misma forma, en la televisión dominicana existen canales de España y otros países hispanohablantes de América. No obstante la diferencia en dialéctos, el dominicano entiende sin mucho esfuerzo estos canales y tienen una buena popularidad. Estos mismos canales no son comprendidos por los haitianos y los canales de países hispanos no son muy populares en Haití.

Esta diferencia en idiomas que no es muy común en islas, fue a lo que se refirió el Dr José Núñez de Cáceres en 1822 mientras se producía el inicio de la Dominación Haitiana. Antes de irse para siempre de Santo Domingo dijo lo siguiente a Jean Pierre Boyer.

«La palabra es el instrumento de comunicación entre los hombres, y si no se entienden por el órgano de la voz, no hay comunicación, ya veis aquí un muro de separación tan natural como insuperable, como puede serlola imposición natural de los Alpes y los Pirineos».

Hoy vemos como Europa ha hecho integraciones exonómicas y políticas en parte al crear la Unión Europea. Apesar que todos los países integrados son ricos y es mas fácil unir países ricos que pobres ¡, se nota que cada país conserva su idioma. Si se les obliga aceptar un idioma común y destruir sus idiomas individuales es garantizado casi el fracaso de la Unión Europea. Se puede decir lo mismo con La Española.

Se ve la creencia fundacional de la República Dominicana de la fusión de las razas en los diputados de la Cámara de Diputados en Santo Domingo.

Otro detalle es la identidad. Se mantiene definida la identidad de cada país en la Unión Europea. Incluso, cuando un país no percive que sus intereses están representadas por las decisiones de la Unión Europea, ocurren situaciones como BREXIT. No es diferente en La Española.

Juan Pablo Duarte, como todos los dominicanos, estuvo muy consciente de estas duferencias que se hicieron mas evidentes durante la Dominación Haitiana. La proximidad de las tropas haitianas hizo que los dominados vieran de cerca las diferencias culturales entre un pueblo y el otro. No es necesario que alguna persona le diga a un dominicano lo diferente que son los haitianos. Lo ven todos los días.

La nación dominicana precede a la República Dominicana

Se puede pensar que corresponde a la independencia dominicana contra Haití en 1844, sin embargo es de la independencia efímera contra España el 1 de diciembre de 1821, 22 años antes. Esta independencia encontró su fin impuesta por la tercera invasión haitiana de Jean Pierre Boyer y el inicio de la Dominación Haitiana el 9 de febrero de 1822.

Es oportuno señalar cos cosas.
Primero, en América Latina hay varios países que surgieron del Imperio Español, mas su independencia fue de un país vecino que los invadió a priori o de otra forma posionó un territorio español que no era suyo. Es el caso de la República Dominicana y de:

– Panamá (de Colombia)
– Venezuela (de la Gran Colombia)
– Ecuador (de la Gran Colombia)
– Uruguay (de Brasil)
– Guatemala (de las Provincias Unidas del Centro de América)
– El Salvador (de las Provincias Unidas del Centro de América)
– Honduras (de las Provincias Unidas del Centro de América)
– Nicaragua (de las Provincias Unidas del Centro de América)
– Costa Rica (de las Provincias Unidas del Centro de América)
– Cuba (de los Estados Unidos)

Segundo, a pesar faltaban décadas para que surgiera la República Dominicana, el pueblo de habla hispana en La Española se describía como dominicanos. Es una evidencia mas que la nación dominicana precede a la creación de la República Dominicana.

En los casos de República Dominicana y Uruguay, fueron incorporadas por un tiempo por vecinos muy diferente culturalmente y lingüísticamente. Esto no implicó que las poblaciones de estos países se integraron a estas culturas e idiomas diferentes. Siguieron practicando su cultura e idioma autóctono surgio en los mas de 300 años como parte del Imperio Español. En esencia, durante el tiempo de menos de una generación qud duró la República Dominicana como parte de Haití, no se haitianizaron los dominicanos. Del mismo modo, los uruguayos tampoco se hicieron brasileños cultural y lingüísticamente. Adrmás, no se hicieron estadounidenses los cubanos. Fue similar a los kurdos de ahora quienes son muy diferentes a los iraquíes, los turcos y los sirios, a pesar que el territorio que ocupan estácrepartido entre estos tres países.

Los dominicanos han sido una nación desde mucho antes de crearse la República Dominicana. Esto es una diferencia notoria con Haití, ya que primero surgió Haití y muchos años luego los haitianos como nación. El cado dominicamo era psrecido al de los kurdos en Siria, Iraq y Turquía o los sahuarí en Marruecos, naciones que todavía no tienen su propio país.

El surgimiento de la República Dominicana no fue mas que un acto de preservación cultural ante una situación que la amenazaba desaparecer para siempre, absorbidos por su vecino.

Si la República Dominicana no fue creada por el racismo, ¿por qué fue?

Escudo de la República Dominicana.

Para entender el orígen de la República Dominicana se debe endender lo que le hizo la milicia haitians a la población dominicana durante la Dominación Haitiana (1822 – 1844). A esto se le añade que la nación dominicana y la existencia de los dominicanos precede la creación de la República Dominicana.

Para acercanos a la comclusión, citaremos la carta de D. Francisco Brenes al gobernador de Puerto Rico D. Francisco González de Linares. Esta carta es del 22 de septiembre de 1822. Nótese que el inicio oficial de la Dominación Haitiana es el 9 de febrero de 1822. En otras palabras, a 7 meses de comenzar la era del mando haitiano se manifiesta un descontento general entre los dominicanos.

Póngale mas atención a lo subrayado en rojo.

Es notable que el deseo dominicano de ponerle fin al dominio haitiano se debió al trato que recibían del gobierno haitiano y las tropas haitianas. El disgusto por los haitianos lo profundizaron ellos mismos al nivel que todos los dominicanos sin importar la raza o el color, estaban muy descontentos con la situación.

«¡La verdad te pondrá!».

Las autoridades haitianas demostraron su eficacia en capturar a los dominicanos que lideraron múltiples revueltas en contra del mando haitiano y los mataban. En 1843 estalla un golpe de estado en Puerto Príncipe en contra de Jean Pierre Boyer. Esto supondría que la mayoría de la milicia haitiana estaría en el oeste de la isla. Era el momento perfecto para que se poniera en acción el plan por la independencia de la República Dominicana. Este movimiento fue ideado y liderado en sus inicios por grupo de jovencitos dominicanos llamados Juan Pablo Duarte, Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella. El éxito de la independencia dominicana se debió a un detalle: las tropas haitianas nunca capturaron a ninguno de los tres apesar que los buscaban por mar y por tierra. Cuando logran la separación, el resto de la población dominicana se une al movimiento y en ese momento estuvo claro que había terminado Una nación que existía por mucho tiempo sin su propio gobierno al fin logra tener a su país.

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Las incongruencias de D. Gregorio A. y Espala sobre los dominicanos


En las páginas 25 y 26 del libro «Historia de la dominación y última guerra de España en Santo Domingo», obra de D. Ramón González Tablas publicado en 1870; cita un artículo de D. Gregorio A. y Espala supuestamente de una revista médica. Se trata de una descripción de los dominicanos. Lo que dice llama mucho la atención porque tiende a no coincidir con lo que dicen otras personas en sus libros publicados en esos años y en el siglo XX. Se hará referencia a tan solo algunas partes para dar una idea de por qué la duda.

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«Tanto la isla de Santo Domingo, como otras varias que en un tiempo tuvieron esclavitud, no lograron su emancipación sino a costa de convulsiones más o menos sangrientas, en que la raza blanca fué aniquilada o reducida a tan precarias condiciones que la hicieron desaparecer casi por completo…»

Esa aseveración no es cierta para el Caribe excepto Haití. 

Es verdad que desde que surgió la revolución haitiana en 1791 hasta culminar con la independencia de Haití en 1804, hubo muchas matanzas de blancos y mulatos por parte de las tropas haitianas, y de negros y mulatos por parte de las tropas francesas. También es cierto que en 1804, el general Jean Jacques Dessalines promulgó una matanza general en contra de los hombres blancos y luego les ofreció un indulto para que los hombres blancos que pudieron esconderse y evitar ser asesinados, creyeran en sus palabras y salieran de sus escóndites. A pesar que Dessalines prometió que no les iba hacer daño, al salir los escondidos los mandó a matar. Es verdad que luego dió la órden para que las mujeres y los niños blancos fueran masacrados también. Indudablemente que estas acciones redujeron la población blanca a su mas mínima expresión en Haití, salvándose tan solo personas blancas puntuales que eran vistas como útiles para el régimen de Dessalines como doctores y otros profesionales, además de las esposas blancas que estaban casadas o en unión libre con hombres haitianos. Escenas como estas se vivieron solo en Haití. 

Es verdad que en 1805 Dessalines invadió la actual República Dominicana, sometió a su capital Santo Domingo a un sitio que duró un mes y, en su retirada a Haití, sometió a la población civil dominicana que vivía en el Cibao, en ese entonces el área mas populosa del territorio dominicano, a un castigo inmisericorde que incluyó masacres tanto en los campos como en los pueblos (excepto Samaná y Puerto Plata), incendió todos los pueblos, hizo violaciones sexuales en masa a las mujeres y a las niñas, se llevó por la fuerza a muchos dominicanos como prisioneros, etc. Todo eso y mas se hizo porque consideraba a los dominicanos como traidores por apoyar a las tropas francesas de Leclerc y Ferrand. Como lo reconocen historiadores haitianos de la talla de Jean Price-Mars en su obra «La República de Haití y la República Dominicana» y contemporáneos dominicanos de esas matanzas como Gaspar Arredondo y Pichardo en su obra «Memoria de mi salida de la isla de Santo Domingo el 28 de abril de 1805», sus víctimas dominicanas eran blancas, mulatas y negras; ricas y pobres; citadinas y campesinas. Si usted hablaba español era merecido del peor de los castigos según Dessalines. No ocurrió lo mismo por la banda del Sur porque las tropas haitianas en su retirada eran lideradas por Alexandre Petión, quien no obstante recibir instrucciones de Dessalines de provocar un degüello a la población civil dominicana por todo lo largo, no la cumplió. Es cierto que ese evento traumático produjo una reducción de la población dominicana por completo y muchos emigraron, los que podían a otros puntos de la monarquía española en América y, los que tenían menos posibilidades económicas, a zonas apartadas dentro de la isla como la llamada sierra de Santiago, los alrededores de El Seibo e Higüey y otros lugares. Sin embargo, ese evento no fue producto de la emancipación de los esclavos, quienes de todas maneras era una minoría muy pequeña de la población dominicana al efectuarse la invasión de Dessalines y el trato general a los esclavos era mucho mas suave en la parte dominicana de la isla. 

Si vemos las demás islas antillanas nos damos cuenta que para la época el único que era un país independiente era Haití y, por tanto, la esclavitud existía en las demás islas. La esclavitud fue finalmente abolida en Santo Domingo en 1822 (en realidad la mayoría de los esclavos habían sido liberados varias décadas antes, mas no se hizo una abolición oficial y definitiva hasta ese año) y se hizo de un plumazo, es decir sin derramamiento de sangre ni disturbios. Inglaterra abolió la esclavitud en todo su imperio en 1833 y esa también se hizo de un plumazo, esta vez en Londres, sin disturbios de ningún tipo e incluía islas como Jamaica, Las Bahamas, Barbados, Trinidad y Tobago, Antigua y Barbuda entre otras. En 1863 Holanda abolió la esclavitud y eso incluía islas como Aruba, Curazao entre otras sin derramamiento de sangre o violencia alguna. En 1873 España abolió la esclavitud en Puerto Rico y en 1886 en Cuba, ambas por plumazos en Madrid. Y así sucedió con las demás islas del Caribe. Con la excepción de Haití dónde la emancipación de los esclavos fue violenta y sangrienta y los blancos fueron los grandes perdedores, en el resto del Caribe la abolición de la esclavitud ocurrió años después y reinando la paz siempre.

Por tanto, lo que asevera D. Gregorio A. y Espala es simplemente una mentira.

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«El inmediato contacto de Santo Domingo y Haití dió lugar a que, abolida la esclavitud en la parte española, la raza de color fuera poco a poco absorviendo a la blanca…»

Aquí se vislumbra otra mentira. El término «raza de color» históricamente, y en especial en su época, se refería a los mulatos y no a los blancos ni a los negros, siendo estas dos razas de color también en la definición mas amplia. Es lo natural que con cada mezcla entre blancos y negros se reduce un poco la población blanca y la negra y aumenta la mulata. El efecto de la migración puede variar estas cosas dependiendo si se recibe mas migrantes blancos o negros o mulatos. Otro efecto que lo puede impactar es la emigración, especialmente si los emigrantes en su mayoría son blancos, negros o mulatos. Es cierto que con el pasar del tiempo ha aumentado la «raza de color» en República Dominicana, mas a la vez el impacto ha sido una reducción no sólo de los blancos, sino de los negros también como porcentaje de la población.

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«…Hasta el punto de que en la actualidad las tres cuartas partes de Santo Domingo se hallan exclusivamente pobladas por gente de color asaz oscuro…»

Aquí entra en otra incongruencia tomando en cuenta otros relatos tanto de la época como después donde autores dominicanos y extranjeros que conocieron en persona la sociedad dominicana dicen una y otra vez el aspecto predominante de los dominicanos se acercaba mas a la de los blancos que a la de los negros. Esto se evidencia en relatos de extranjeros de Estados Unidos, país donde es imposible que consideren a cualquier persona como «mas cerca de los blancos» si no tiene, aparte de los rasgos propios de los blancos, un color claro al menos. La obra del estadounidense Samuel Hazard y titulada «Santo Domingo Past and Present» de 1871 y el reporte de la comisión enviada por el gobierno estadounidense en ese mismo año a conocer en persona cada rincón de la República Dominicana y cada aspecto político, cultural, demográfico, económico, geográfico, etc del país; describen a nuestra gente de esa manera.

El estadounidense Alpheus Hyatt Verril en su obra de 1914 titulada «Porto Rico Past and Present and San Domingo of Today» en la página 233 dice:

«…The Dominican Republic cannot by any stretch of the imagination be called a black republic, yet it is distinctly a coloured one… (…La República Dominicana no puede ser considerada como un país de negros, pero es muy distintivamente un país de mulatos…)»

En la página 234 del mismo libro dice:

«In most places… the coloured races outnumber the whites, but the colour is far lighter than in most of the West Indies and to a superficial observer a large portion of them would pass for white. (En la mayoría de los sitios… los mulatos son mas numerosos que los blancos, pero el color promedio es mucho mas claro que en la mayoría de las islas del Caribe y un observador superficial pudiera considerar como blancos a una porción muy grande)».  

José Vasconcelos en su obra «Santo Domingo: La crónica personaal de una visita a República Dominicana» describe su visita al país en 1926 que incluyó lugares como La Romana, San Pedro de Macorís, Santo Domingo, La Vega, Santiago, Puerto Plata, etc. En esa época, el Cibao seguía siendo la zona mas populosa de la República Dominicana y en la página 30 a su llegada a La Vega dice:

«por una especie de ley geográfica, en esta región alta, que es la mas fría de la isla, predomina la raza blanca…».

Así hay mas fuentes que dan constancia que la población dominicana era mayormente mezclada y a su vez la mayoría era de tez clara que junta con la minoría mas grande en ese entonces, la blanca, producía una población tirando a un color de piel claro o blanco mayoritariamente. Además en muchos sitios, en el Cibao particularmente, los blancos eran mayoría hasta entrado el siglo XX.

La continuación del mestizaje entre blancos y negros, el crecimiento vegetativo desigual entre un tipo y el otro, la inmigración a partir de los 1880s de las islas inglesas del Caribe y de los 1920s de Haití (ambas corrientes migratorias consistía de negros en su mayoría), la emigración masiva en las últimas décadas del siglo XX y primeras del XXI que en su principio consistía de personas de la sobrepoblada región del Cibao (mayoría de blancos y mulatos de tez clara) ha cambiado poco a poco la composición actual de la República Dominicana, tornándola mas oscura y mas negra. No obstante, D. Gregorio A. y Espala escribía de una República Dominicana la cual era presentada tanto por escritores dominicanos y extranjeros como una sociedad de tez clara en promedio, incluso adentrando a la primera mitad del siglo XX. 

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«El tipo dominante es el etiópe, sin más modificación que la que sufre esta raza al permanecer en América dos o tres generaciones sucesivas…»

Esta es otra mentira que es demostrable con lo que han arrojado varios estudios genéticos que comparan el promedio del dominicano con el de otros países. Se puede ver que en promedio los dominicanos son mulatos e incluso, el aporte africano es ligeramente menor que el aporte europeo. No sucede igual o similar cuando se trata del promedio haitiano, afroamericano, barbadense, etc que son sociedades negras donde no ha habido mucha modificación no obstante que estos sitios tienen siglos con negros. La modificación de los dominicanos es mucha.

He aquí tres estudios genéticos de varios que incluye a los dominicanos.



Los aportes africanos son rosado y rojo, los europeos azul y morado, y los amerindios (mayormente taíno en el caso dominicano) verde. African-American quiere decir afroamericano y como es costumbre en Estados Unidos, incluye tanto a negros como mulatos de ese país. Si quitaran a los mulatos de esa categoría ficticia y solo aplicable en ese país, el aporte europeo se reduce mucho mas y el aporte africano incrementa de igual proporción. https://www.nature.com/articles/ncomms7596


Los aportes africanos es rosado, los europeos azules (azul claro para europeos del norte y azul oscuro para europeos del sur) y amerindios es amarillo. https://blog.23andme.com/ancestry-reports/reports-for-caribbean-and-latin-american-customers/


Los aportes africanos es verde, los europeos rojo y los amerindios azul. https://journals.plos.org/plosgenetics/article?id=10.1371/journal.pgen.1003925

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«…La coloración más general es la negra…»

 Otra mentira de D. Gregorio A. y Espala. Como evidencia de ello se pueden usar meras fotos de Google Street View de las ciudades mas populosas de la República Dominicana. La población dominicana es urbana en mas de 80% y la mayoría de la población urbana se encuentra en los alrededores de Santo Domingo y en el valle del Cibao. Incluso, en ese valle dónde está la mayoría de las ciudades dominicanas. Estas fotos luego son compararlas con las de Accra en Ghana, una ciudad de negros en África. Se podrá ver la diversidad en la coloración de la gente en las calles dominicanas y, por tanto, es totalmente falso que «la coloración más general es la negra». Se nota que es una población mulata mientras las calles de Accra son mas homogénea y negra. Por decirlo de otra manera, si lo que dice D. Gregorio A. y Espala hubiera sido cierto, entonces las calles del Gran Santo Domingo y Santiago deberían verse igual en la coloración de la gente a Accra, Ghana. Allí sí es verdad que «la coloración más general es la negra» contrario a República Dominicana.

Fotos aleatorias del Gran Santo Domingo, República Dominicana.

Fotos aleatorias en Santiago de los Caballeros, República Dominicana.

Fotos aleatorias en Accra, Ghana.

Como se dijo en un principio, estos son tan solo unos ejemplos de lo que D. Gregorio A. y Espala dice de los dominicanos y se evidencia que miente en ese aspecto. Esto tomando en cuenta que mientras mas en el pasado, mas clara o blanca era la población dominicana comparado con ahora, por lo tanto lo que era el país en tiempos de D. Gregorio A. y Espala era mas en acorde a como lo describen otros dominicanos y los extranjeros y menos como lo describe él. 

El por qué D. Gregorio A. y Espala niega el mestizaje evidente de los dominicanos y lo presenta como si fuera una sociedad mas de África no lo podemos decir con certeza. Sin embargo, existen varias posibilidades. Una es que vivió y se pasó la mayor parte del tiempo en sitios como el este de la península de Samaná. Efectivamente allí es una sociedad dominicana de negros y lo que describe cae como anillo al dedo. Su visión es la que tendría una persona de ese lugar de lo que es la República Dominicana. Sin embargo, zonas como esa tienen un peso poblacional menor que las zonas donde hay mas gente de tez mas clara en República Dominicana. De hecho, la población de todo Samaná es más o menos el 1% de la población dominicana, una zona poco representativa del país mas muy representativa de ella misma. Otra posibilidad es que D. Gregorio A. y Espalas pertenece a cierta corriente ideológica y/o política que trata de presentar la sociedad dominicana mas negra de lo que es. Hay otras posibilidades que por falta de tiempo y espacio no vamos abundar. Lo cierto es que su descripción de los dominicanos no se corresponde con la realidad dominicana.

República Dominicana en 1914, según Alpheus Hyatt Verrill

Alpheus Hyatt Verrill era un estadounidense originario de New Haven, Connecticut. Viajó extensamente por todo el continente americano y publicó varios libros de sus viajes y otros temas. Uno de sus libros es Puerto Rico Past and Present, and San Domingo of Today (Puerto Rico en el pasado y presente, y el Santo Domingo de hoy). En ese libro Hyatt Verrill narra con lujos de detalle a Puerto Rico, República Dominicana y Haití en base a sus hallazgos e impresiones durante el viaje que hizo por estos lugares. Leer esas páginas es transportarnos a la República Dominicana de hace cuatro generaciones, la de nuestros padres, abuelos o bisabuelos.

A continuación citamos algunas informaciones que nos dan una idea de lo que fue la República Dominicana en la primera mitad del siglo XX, antes que surgieran acontecimientos que marcaron al país como la primera invasión estadounidense en 1916, la dictadura de Trujillo a partir de 1930 o la guerra Civil de 1965.

La dualidad en la isla de Santo Domingo

La isla está dividida en dos países conocidos por Haití y la República Dominicana. La primera ocupa más o menos el tercio occidental y la segunda el resto de la isla.

A pesar que estos dos países  ocupan la misma isla y están separados por una línea fronteriza imaginaria; en hábitos, manerismos, gente e idiomas son tan distintos como si estuvieran en dos continentes diferentes. Mientras los haitianos hablan un patua francés y predominan las costumbres y leyes francesas; los dominicanos hablan español y son españoles en manerismos, en el aspecto y en temperamento. Mientras los haitianos rechazan a los extranjeros y al capital extranjero, las empresas extranjeras y las profesiones extranjeras; los dominicanos les dan la bienvenida a los extranjeros y ofrecen todas las facilidades a los inversionistas extranjeros, hombres de negocios extranjeros e industrias extranjeras. Mientras el 90% de la población de Haití es negra y el país es atrasado y retrogresivo; la gente de la República Dominicana es progresista y muy consciente de la importancia de la buena higiene, mejoras materiales y desarrollo, y menos de un tercio de su población es negra.

En los pueblos haitianos las calles son malas, sucias y sin drenaje; hay pocos edificios grandes, el abandono y el deterioro está a la vista de todos, y las comodidades modernas casi no existen. En las ciudades dominicanas las calles son rectas, limpias, suaves y bien mantenidas; los edificios grandes son numerosos y abundan los vehículos, los teléfonos, la electricidad y las comodidades modernas. Ambas naciones se parecen en un aspecto, sufren de revoluciones constantes y aún no han aprendido que la paz produce prosperidad. De todas formas, entre los dos países hay una diferencia tan vasta que viajar desde Haití a la República Dominicana hay un cambio tan positivo como lo expresó un visitante: «es como pasar por un túnel y ver la luz del día».

Características demográficas

La gente de la República Dominicana en su mayoría son de ascendencia española. Algunos son blancos puros, otros están mezclados con sangre negra, otros están mezclados con indios y otros tienen una combinación de blanco, indio y negro.

Mientras los negros puros o casi negros tienen una presencia mucho menor que en Haití, sin embargo la República Dominicana tiene muchos negros. A lo largo del litoral y en las plantaciones hay cantidades inmensas de negros originarios de las islas Turcas y Caicos, las Bahamas, Jamaica y de otras islas caribeñas; mientras en Montecristi y en otros lugares hay una buena cantidad de negros nativos de Santo Domingo y de Haití. En otras áreas los negros están esparcidos por las poblaciones de tal manera que apenas son visibles; y mientras de ninguna manera se puede decir que República Dominicana es un país de negros, sí es un país de gente mestiza.

Regados por el país hay pueblos de blancos donde los blancos puros de ascendencia española son más numerosos que los mestizos, y esta gente es muy orgullosa de su linaje español ininterrumpido. Sin embargo, en la mayoría de los sitios los mestizos son más numerosos que los blancos, pero su color de piel es mucho más claro que en la mayoría de las islas caribeñas y para un observador superficial una porción muy grande de los mestizos serían aceptados como blancos.

Parece que el país carece de una barrera de color porque se ven hablando y libremente compartiendo hombres y mujeres blancos, mestizos y negros. Los blancos y los negros se casan unos con otros, los negros ocupan posiciones políticas en igualdad de condiciones con los mestizos y los blancos, y hay evidencias que los dominicanos consideran a todos los hombres como iguales sin importar su color de la piel. Existe, más o menos, una distinción de color entre la clase alta, pero debido al mestizaje, el cual ha ocurrido desde hace siglos, es imposible que tengan prejuicios de color y raza como lo tenemos nosotros los norteamericanos.

Montecristi

La falda de esta loma, que es conocida como El Morro, al igual que las colinas y llanos aledaños, están cubiertos de vegetación baja y espinosa, y de una grama escasa y seca sin la más mínima evidencia de cultivación. El puerto de Montecristi está situado en una angosta lengua de arena entre un manglar y una llanura de lodo, y es muy caliente y con frecuencia hay pestilencias. Los únicos edificios de consecuencia son las naves, la aduana y algunas tiendas porque el pueblo propiamente dicho se encuentra en una colina a una o dos millas de distancia del puerto. Entre ambos se conecta con tranvías halados por burros mientras los habitantes más acomodados se mueven en vehículos halados por tres caballos.

Montecristi es de mucha importancia como puerto de exportación para el gran y fértil valle del Yaque del Norte, el cual desemboca en la bahía de Manzanillo cerca del puerto. Desgraciadamente, el puerto está infestado por los mosquitos más feroces que hacen que una estadía muy corta sea insoportable para los extranjeros. Una proporción grande de los habitantes de Montecristi son negros originarios de las islas Turcas y Caicos y del Caribe inglés, y casi todos los portuarios y trabajadores hablan inglés. Este lugar, en su conjunto, es poco interesante y decepcionante, mas da una impresión incorrecta de lo que es este país.

Puerto Plata

Treinta millas hacia el este de La Isabela llegamos a la bellísima bahía y al pintoresco pueblo de Puerto Plata. No creo que existe un pueblo más bonito o atractivo -desde el mar- en todas las islas del Caribe, con sus casas con techos rojos embellecidos por cientos de majestuosas palmas reales, y elevándose desde el mar hacia la dominante y cubierta en bosque pico La Torre con su cima cubierto en nubes a 3,000 pies sobre el nivel del mar. Protegiendo la entrada a la bahía está la antigua fortaleza española. Puerto Plata es un pueblo limpio y bien mantenido con calles suaves y rectas, un excelente muelle de hierro y muchas mejoras modernas adicionales, y es de mucha importancia comercial al ser la terminal del ferrocarril que penetra el rico y fértil valle del Cibao.

La Vega

El pueblo de La Vega tiene una gran cantidad de edificios públicos elegantes, una plazoleta hermosa y muchas casas grandes y bonitas. Las calles son anchas y rectas, pero un poco ásperas y polvorientas. El pueblo tiene aproximadamente cinco mil habitantes. Detrás del pueblo, a una distancia de dos a cinco millas, hay unas montañas cubiertas de pie a cabeza de un espeso bosque de pinos. La Vega tiene varios aserraderos, pero estos están en el pueblo y la madera hay que llevarla desde las montañas hasta las colinas con mucho esfuerzo y gastos, en vez de cortarlas en el mismo lugar y transportarlas como tablones y tableros. A consecuencia de ello, la madera importada del pino amarillo es más barato que la del pino criollo.

Santiago de los Caballeros

Santiago fue fundado en 1504 por treinta caballeros españoles de origen noble quienes tenían el permiso del rey de España para añadir su título al nombre del pueblo.

Junta con la capital, Santiago es la ciudad más grande del país con aproximadamente cuarenta mil habitantes. Aunque los habitantes actuales de este pueblo aristocrático no son caballeros, los blancos son mayoritarios en esta ciudad y varias de las familias pueden rastrear sus linajes a los hidalgos españoles que originalmente fundaron el pueblo. Muchos de estos descendientes conservan las armaduras, las espadas y otros engranajes militares de sus ancestros, mientras varios de los edificios de Santiago son de origen colonial.

Santiago ha tenido una historia turbulenta, pero es una ciudad importante y próspera. Ha sido saqueada por varios piratas, casi destruida por revolucionarios y ha sufrido por fuego y espada durante tres siglos; pero impávidamente sus habitantes han reparado los daños, han recuperado sus fortunas y, como el Fénix, cada vez Santiago surge mejor, más brillante y más atractiva.

La ciudad fue construida en un farallón que mira sobre el río Yaque del Norte, tiene un clima magnífico y es uno de los pueblos más saludables en la isla. Tiene tres iglesias bien hechas y una catedral, una plaza hermosa llena de palmas, flores y arbustos; un palacio municipal y del Gobernador, un instituto, una torre fortificada y muchas casas bonitas.

Moca y el Santo Cerro

Aproximadamente por mitad de camino entre Santiago y La Vega se encuentra el pueblo de Moca, una ciudad de unos treinta mil habitantes. Moca es uno de los pueblos de mayoría blanca y pocas personas son mestizas, la mayoría siendo de ascendencia española pura y orgullosos de su linaje. Moca está en un distrito agrícola próspero y famoso por su café, y está conectada con Santiago por ferrocarril. Fue en este pueblo que el general Ulises Heureaux, el dictador del país, fue asesinado en 1899.

Cerca de La Vega está el Santo Cerro, uno de los lugares más famosos y atractivos del país. La loma sube a quinientos pies sobre la hermosa Vega Real, y desde su cima se obtienen vistas hermosas de las sabanas, de las llanuras repletas de palmas, de las colinas bajo cultivo, de los ríos espumosos y de las montañas cubiertas en pinares.

San Francisco de Macorís

Otro pueblo del interior, conectado con La Vega y la costa por una rama del ferrocarril Samaná – La Vega, es San Francisco de Macorís. Es una ciudad pequeña con unos treinta mil habitantes situada en la sombra de las montañas del norte. Como Moca y Santiago, es de los pueblos de mayoría blanca, reconocida por su cantidad de personas de ascendencia española pura y por la belleza de sus mujeres. Macorís está en un distrito muy fértil y rico en productos agrícolas, especialmente el cacao que cubre todas las montañas cerca del pueblo.

El Seibo, Higüey y La Romana

[En el] distrito conocido como Seibo se encuentra la ciudad de Santa Cruz. Este pueblo está a sesenta kilómetros de la capital y tiene una población de 15,000 y es una de las ciudades más antigua de la isla, fundada por Juan de Esquivel en 1502.

El más oriental de los pueblos importantes es Higüey, o propiamente Salvaleón de Higüey, un lugar fundado por Juan Ponce de León. Desde aquí se puede ver hacia el mar en dirección de Puerto Rico en el horizonte. Sin lugar a dudas que desde este lugar Juan Ponce de León miró el mar y contempló la tierra que iba conquistar y gobernar.

Aproximadamente a veinte millas del Seibo y sesenta y cinco de la capital está La Romana, un asentamiento nuevo en un puerto hermoso y en medio de un distrito rico en azúcar.

Baní y San Cristóbal

Hacia el este de Azua, en dirección a la capital, encontramos el pueblo de Baní, fundado en 1764 y situado en un valle hermoso en la orilla del mar. Baní tiene un clima excelente y saludable, y es famoso por los hombres notables que nacieron allí. El pueblo es el lugar de nacimiento de Máximo Gómez, el libertador de Cuba; Don Francisco Billini, expresidente de la República; y Rev. F. X. Billini, un famoso eclesiástico y filantrópico.

Más hacia el este se encuentra el pueblo de San Cristóbal, con más o menos treinta mil habitantes, y el lugar de muchos acontecimientos históricos. San Cristóbal está bellísimamente situado en un lugar próspero y está conectado a la capital por ferrocarril.

Algunas de las fotos tomadas durante su visita


Plaza Colón y estatua de Colón, Santo Domingo.


Interior de una casa dominicana.


Muelle en [San Pedro de] Macorís.


Catedral [Santiago Apóstol] y plaza [Duarte], Santiago de los Caballeros.


Calle en Santiago de los Caballeros.