Los africanos llevados a Santo Domingo durante el siglo XVI se veían de esta manera, como la mayorís de los africanos de hoy. Su color de piel negro, mas oscuro que la de cualquier otro tipo de gente en la República Dominicana, explica el por qué los llamaban «los negros». Con mas de cinco siglos de mezclas entre españoles, taínos y africanos a hecho que el grueso de los dominicanos actuales luzcan diferentes. Sin embargo, el legsfo de los africanos ha sobrevivido y continúa en la República Dominicana.
Introducción de los africanos en Santo Domingo
La mayoría de los africanos introducidos en Santo Domingo directamente de África fue en los 1500´s y estos eran del área de Senegal, especialmente de étnias como los brongs y la mandinga (viven entre Senegal y Mali). De hecho, de esa zona eran los africanos introducidos en América en esa época y como quienes dominaban ese tráfico eran los españoles (el transporte y la venta en sí lo hacían los portugueses), notarás que todos los latinoamericanos con siquiera un rastro africano tienen de mandinga y de brongs. El aporte africano en las zonas anglófonas y francófonas de nuestra América carecen aporte significante de esas étnias.
Segundo impulso
El segundo impulso de introducción africano en América tuvo lugar esencialmente en el siglo XVIII (1700’s), estaba dominado por los franceses y los ingleses, y los extraían más al sur, es decir en el golfo de Benín (Gana, Costa de Marfil, Nigeria, Camerún, Congo esencialmente). En esta época hubo algunas importaciones de africanos a Santo Domingo, pero estas no se hacían directamente de la África. Más bien se adquirían en Cabo Francés (hoy Cabo Haitiano) y las pocas embarcaciones mercantiles que anclaban en Santo Domingo vendían algunos esclavos en especie (los dominicanos les daban víveres y demás comestibles en cambio por esclavos). También se armaron algunas aventuras de piratas dominicanos que atacaban las embarcaciones de otras naciones en el mar Caribe y les hacían un atraco de las cosas valiosas y si tenían negros estos formaban parte del botín.
En la izquierda se vislumbra la tambora dominicana, presente en varios géneros musicales de la República Dominicana. La tambora dominicana tiene su orígen en la tambora de Guinea, la cual ha permanecido por generaciones sin ningún cambio estructural. Sin lugar a dudas, este instrumento que se ha convertido en uno de los símbolos de la dominicanidad es uno de los leganos que nis dejaron nuestros ancestros africanos.
Los fugitivos de los franceses
El otro elemento de introducción de africanos en ese siglo, aunque estos no formaron parte de los esclavos, eran los esclavos fugitivos de los franceses. En ese entonces el Gobierno español tenía una ley en vigencia que dictaba la libertad inmediata a cualquier esclavo de nación extranjera (es decir Francia) que por cuenta propia pisara suelo español (es decir dominicano). A estos negros de los franceses no solo se les daba su libertad, sino que se le garantizaba la misma al convertirlos en sujetos del Rey de España, lo que hacía de cualquier maltrato o intento de privarle de su libertad una ofensa al mismo Gobierno español y suponía una represalia por parte de las autoridades. Esta medida mantenía a los colonos franceses temerarios de cruzar las fronteras en busca de sus ex-esclavos e incluso fue una de las razones por las que les mandaban cartas a Francia metropolitana para que hicieran la conquista del Santo Domingo Español por la fuerza si era necesario.
La cantidad de los negros
La mayor cantidad de esclavos que se logró tener en la parte española de la isla se estima en unos 10,000 a 15,000 de una población total que rondaba los 125,000; es decir alrededor del 10% +/- (en la parte francesa había más de 800,000 esclavos y formaban casi el 90% de dicha población, todos importados en los 1700´s prácticamente). El grueso de la población consistía de personas libres entre blancos y personas de color, con un predominio de personas de tez blanca, entre caucásicos y mestizos o mulatos con aspecto caucasoide. De hecho, la mayoría de las personas de color eran libres.
El chicharrón es tenido por delicias en la culinaria dominicana. Proviene como uno de los alimentos que se le daba a los esclavos africanos en la isla de Santo Domingo. Originalmente su consumo se limitaba a los africanos, hoy día es una delicia esencial de la culinaria dominicana.
Descripción de Moreau de Saint Mery
Si nos llevamos de la descripción que hizo el colono francés Moreau de Saint Mery (vivía en Haití, pero visitó por mucho tiempo la parte española esencialmente para escribir sus libros que describían minuciosamente la isla completa en todos los aspectos), dice que en la población de la parte española de la isla la gente de color libre eran pocos comparado con los blancos, sin embargo eran muchos comparados con los esclavos. También dice que en muchos de los colonos españoles (es decir los blancos) tenían un o dos rasgos que apuntaban a alguna mezcla remota, además que mientras exista tan pocos negros dispersos por el territorio a los españoles se les haría difícil sacar el mayor provecho de la riqueza de la tierra.
Moreau de Saint Mery decía con mucho entusiasmo la gran cantidad de esclavos africanos que podía llenar a la parte española de la isla si fuera colonia francesa. Su entusiasmo no se debía a algún trastorno psicológico, sino que en esa época la riqueza de un lugar estaba íntimamente ligado a la cantidad de esclavos que se poseía. De hecho, los franceses convirtieron su pedazo de la isla en una de las colonias más ricas en la historia de la humanidad y lo hicieron llenando de africanos cada rincón del oeste de la isla de Santo Domingo.
Época haitiana
En la época de la Dominación Haitiana (1822-1844) se introdujeron más negros (haitianos y estadounidenses) por iniciativa del Gobierno haitiano que deseaba una población negra africana poblando la isla completa. Incluso, el Gobierno haitiano tenía leyes que incomodaban a los blancos, precisamente para incitarlos a que emigraran, y con eso se lograba un oscurecimiento de la población en la parte española o dominicana.
Cuadro del pintor dominicano Yoryi Morel de 1959. Se titula «Fiesta Campesina». Es de una escena rural mientras se tocaba el merengue típico, música de la República Dominicana que mezcla los elementos europeos, taínos y africanos en la lírica, instrumentos y forma de bailarlo. A mano derecha se ve un joven tocando la tambora dominicana.
A partir de los 1870’s
Luego a partir de los 1870´s se comienza a desarrollar la industria azucarera, la cual importaba algunos trabajadores puertorriqueños y muchos negros de las islas inglesas y, a partir de los 1920´s los negros ingleses fueron sustituidos por los negros haitianos; paulatinamente influyó en la composición étnica en las zonas azucareras, que hasta entonces eran áreas de escasísima población.
Nuestra época
En nuestra época existe la migración masiva y clandestina de haitianos, lo que indudablemente aumenta la población negra de este país. En países donde los esclavos fueron mayoría hoy son de mayoría negra, no mulata ni mestiza ni blanca.
El legado de los africanos es evidente en la mezcla de los dominicanos sean ricos o pobres, jóvenes o viejos, hombres o mujeres. Un dominicano no puede esconder uno de sus orígenes.
Con mas de 500 años de mestizaje significa que las características de los africanos, los españoles y los taínos formen parte de la mayoría de los dominicanos. Lo único que cambia es la proporción, no los componentes.
Entre los antepasados de los dominicanos se encuentran los africanos que llegaron en el siglo XVI, en esencia los primeros africanos de América. Para muchos que no son hispanoamericanos puede ser chocante al percatarse que los africanos de América hablaban español y portugués mucho antes que surgieran otros africanos que hablaran inglés, francés u otras lenguas europeas. Quedan sorprendidos al percatarse que la religión que profesaban la mayoría de los africanos en América era la católica romana. Mucho mas sorprendente es darse cuenta que tenían mas de un siglo antes que los franceses e ingleses llevaran africanos a sus colonias americanas.
La historia ancestral de la República Dominicana mira de regreso a un extranjero cada vez que tiene contacto con un dominicano. El primer mestizo del mundo, el primer zambo del mundo y el primer mulato de América nacieron en esta tierra. El primer lugar de América donde se asentaron los europeos y el lugar donde ha habido presencia europea por mas tiempo es en la República Dominicana. La primera tierra pisada por la planta de los pies de los africanos hace mas de 500 años también fue en esta tierra dominicana.
Tatico Henríquez contando «Corrida de Santa Ana» en el merengue típico de la República Dominicana. Nótese la incorporación de la tambora, legado sin modificación de los africanos que llegaron a Santo Domingo.
Españoles de las Islas Canarias. La migración española a la República Dominicana ha existido por mas de cinco siglos, por mucho mas tiempo que cualquier otra migración. España es el país que mas ha influenciado a la República Dominicana, un aspecto evidente en todo de la sociedad y cultura incluyendo el idioma. La República Dominicana es dónde se han asentado por mas tiempo en América los españoles y el sitio dónde por mas tiempo se ha hablado español en el hemisferio occidental.
Juan de Pareja (n. 1620 – m. 1670). A pesar que la mayoría de los españoles que han migrado a la República Dominicana durante los mas de 500 años han sido blancos, una minoría grande consistía de españoles mulatos y en menor medida de negros, de Tenerife en las Islas Canarias en particular. En la mayoría a de los casos eran personas libres y comúnmente pertenecían a familias que por generaciones eran libre. Juan de Pareja fue un pintor español de origen étnico mezclado. En los viajes de Cristóbal Colón entre España y la República Dominicana se enterraron a muchos tripulantes y demás pasajeros en el cementerio de La Isabela, primer cementerio cristiano del Nuevo Mundo. Arqueólogos y antropólogos han analizado varios de estos restos y han encontrado signos que evidencia entre algunos un origen africano en vez de europeo. Debían ser españoles negros africanos o mulatos. Lo que queda claro es que no todos los españoles eran blancos. Con investigaciones adicionales han descubierto que entre aquellos que acompañaron a Cristóbal Colón y tenían un origen ancestral africano por completo o parcial, algunos eran esclavos mientras la mayoría eran parte de la tripulación como hombres libres.
El conquistador español Juan Garrido (n. 1480 – m. 1550). Nacido en Guinea en África, fue llevado a España siendo muy joven y pudo convertirse en un español, a pesar que era de orígen africano por completo. También fue parte dd las conquistas de América. Arribó a Santo Domingo en 1510 siendo un hombre libre y por muchos años vivió en ella. Fue parte de expediciones conquistadoras en Cuba, Puerto Rico, la Florida y otros lugares en el Caribe. Su siento definitivo fue en México tras acompañar a Hernán Cortés en su conquista. Allí se enamoró de una indígena y con ella hizo familia y se concentró en ser un buen padre y un buen agricultor. Igual que él habían muchos mas, españoles en todos los sentidos excepto el orígen. Esta gente viajaron desde España a la República Dominicana. No se puede negar que fueron una minoría, pero existieron y caminaron por las calles de la Ciudad Colonial de Santo Domingo, muchos creando familias y dejando descendencia, hoy día presente en dominicanos de todos los colores, posiciones sociales, desde personas comunes hasta los muy conocidos.
Inicios de la migración española
La migración española es la más tradicional en República Dominicana. Tuvo sus inicios en 1492 con la llegada de las tres carabelas de Cristóbal Colón. Desde ese entonces la migración española se ha mantenido constante, si bien con sus alzas y sus bajas.
Siete repuntes migratorios en cinco siglos
Se pueden identificar siete repuntes migratorios procedente de España, en los cuales llegó el grueso de los españoles que forman parte de los ancestros de la mayoría de los dominicanos.
Siglo XVI
El primer siglo de la época colonial se caracterizó por dar inicio a lo que sería cinco siglos de migración española.
Al principio todos eran exclusivamente castellanos y se asentaron en todas las regiones de la isla. Con el pasar del siglo, la migración abarcó orígenes de todas las regiones de España, incluyendo las islas Canarias.
También llegaron muchos portugueses que se hacían pasar por españoles y se asentaron mayormente en el valle del Cibao. Todavía se evidencia su influencia en el dialecto cibaeño con muchas palabras que son pronunciadas más cercanas a sus versiones en portugués.
Siglo XVIII
Tras el asentamiento de los franceses en la franja costera occidental de la isla, España se vio en la necesidad de incentivar una nueva ola migratoria a la parte española de Santo Domingo. Esta migración estuvo constituida esencialmente por españoles canarios, especialmente de las islas de Tenerife, La Palma y La Gomera.
La migración de los españoles canarios toma auge en 1684 cuando por Real Cédula el rey de España permitió el traslado de cientos de familias originarias de la isla de Tenerife. En ese mismo año fundaron el pueblo de San Carlos de Tenerife en lo que en aquel entonces era las afueras de la ciudad de Santo Domingo. Hoy San Carlos es un sector de la ciudad capital. Aún viven descendientes de las familias fundadoras en este sector.
Las migraciones de los españoles canarios continuó durante el transcurso del siglo XVIII a tal nivel que se convirtieron en el elemento principal del aumento de la población en la parte española de la isla. La misma pasó de 6,000 habitantes en 1735 a más de 125,000 habitantes en 1785, producto tanto de las migraciones y la rápida multiplicación.
Los españoles canarios aumentaron las poblaciones de los pueblos que ya existían a su llegada.
Santo Domingo
Santiago de los Caballeros
Higüey
Bonao
La Vega
Azua
También refundaron los pueblos que por órdenes del gobernador Osorio fueron destruidos a principio del siglo XVII (el año de la refundación aparece en paréntesis).
Puerto Plata (1737)
Montecristi (1751)
San Juan de la Maguana (1757)
Neiba (1765)
Además fueron los fundadores de pueblos nuevos por todo el territorio dominicano.
San Carlos de Tenerife (1684)
Hincha (1704)
Sabana de la Mar (1756)
Santa Bárbara de Samaná (1756)
San Rafael de la Angostura (1761)
Bani (1764)
Las Caobas (1768)
San Miguel de la Atalaya (1768)
Dajabón (1776)
San Francisco de Macorís (1778)
Las Matas de Farfán (1780)
También fundaron muchos parajes y demás comunidades rurales. Muchos de estos lugares contienen pistas de su origen español canario en sus nombres. Tal es el caso del paraje Cerro Gordo de los Isleños cerca de Higüey. Isleños es el gentilicio con que se conocía a los españoles canarios y Cerro Gordo es el nombre del pueblo en Tenerife de donde eran originarios los fundadores. Así hay muchos ejemplos por toda la geografía dominicana.
El mestizaje le ha añadido colores y rasgos diversos a muchas familias dominicanas con ascendencia española canaria y la democracia racial ha hecho que casi todos tengan entre sus amigos, vecinos y allegados personas con una diversidad de rostros y colores. un buen ejemplo es ésta de San José de Ocoa.
Típica familia dominicana con origen español canario en una zona rural de Higüey.
Por todo lo largo y ancho del valle del Cibao se observan familias dominicanas que tienen evidente su origen español canario, como esta humilde familia de Santiago.
Anexión a España (1861-1865)
En 1861, la República Dominicana fue anexada a España por petición del gobierno dominicano. En ese intervalo se produjo un aumento, aunque de corta duración, de migración española. Muchos militares españoles, tras concluir la anexión, optaron por quedarse en el país.
Guerras cubanas (1868-1878) y (1895-1898)
En la segunda mitad del siglo XIX, la vecina isla de Cuba se vio involucrada en una larga lucha en su intento por independizarse de España.
La primera de sus guerras independentistas fue la llamada guerra de los Diez Años o guerra de Cuba (1868-1878). En ese período, República Dominicana recibió algunos exiliados desde esa isla, entre los cuales habían españoles que antes de la guerra habían migrado a Cuba.
La segunda guerra fue la guerra de Independencia de Cuba o guerra de 1895 o guerra Hispano-estadounidense (1895-1898). Similar al caso anterior, en esta ocasión llegaron muchos cubanos y especialmente españoles que antes de la guerra migraron a Cuba.
Andrés Brugal Montaner. Un español que durante la guerra Hispanoamericana tuvo que migrar otra vez al ver sus intereses afectados y lo hizo desde Santiago de Cuba a Puerto Plata, República Dominicana.
Un buen ejemplo es Andrés Brugal Montaner, quien luego de migrar desde España a Cuba, abandona aquella isla para asentarse en Puerto Plata. Allí fundó Brugal & Co, actualmente es uno de los cinco rones que más se vende en el mundo y líder entre los rones importados en España.
Principios del siglo XX
A principio del siglo XX España había perdido sus dos últimas provincias en América, Cuba y Puerto Rico, usurpadas por los Estados Unidos. En ese tiempo EEUU promulga una ley de migración que en efecto paraliza el flujo directo de migrantes españoles hacia Cuba y especialmente hacia Puerto Rico. En consecuencia, muchos de los españoles que deseaban migrar al Caribe optaron por migrar a República Dominicana, produciendo para el país la quinta ola migratoria española.
Manuel Corripio. Uno de los españoles que decidió migrar a República Dominicana cuando Estados Unidos se la puso difícil para españoles migrar a Cuba y Puerto Rico, islas que se las había rebatado a España como botín de guerra. Se asentó en Santo Domingo y desde entonces ha estado allí su familia y descendencia.
En esta ola llegaron algunas familias que con el tiempo lograron cierto renombre en la sociedad dominicana, como fue el caso con las familias Baquero, Corripio, Bosch y Cuesta, por mencionar algunas.
Décadas de 1940 y 1950
En la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo se fomentó la migración española como política de Estado para fomentar el desarrollo agrícola.
José Rosselló Campins. Español nativo de soca, cerca de Valencia, se aprovechó de las políticas migratorias favorables del régimen de Trujillo para migrar a la República Dominicana. Se asentó en Constanza y fue pionero en la producción agrícola de hortalizas, vegetales y verduras que hasta entonces no se producían en la República Dominicana.
La agricultura dominicana logró grandes éxitos y diversificación con la ayuda de los españoles. El mejor ejemplo es el caso del valle de Constanza. Tras la aplicación de los conocimientos del agrónomo José Rosselló Campins, considerado el padre de la agricultura en ese valle, Constanza florece y se destaca como una de las zonas agrícolas más productivas.
Debido a la situación que se vivía en España, República Dominicana recibió una migración esencialmente de refugiados popularmente conocidos como españoles republicanos, muchos de los cuales eran intelectuales en vez de agricultores. Este grupo tuvo un impacto cultural profundo en el país por su alto nivel de preparación. Las bellas artes se vieron positivamente impactadas por la incursión de los españoles. Además llegaron muchos arquitectos, médicos, ingenieros, abogados, catedráticos universitarios, autores y otros profesionales que les dieron un salto galáctico a República Dominicana en asuntos culturales.
José Vela Zanetti. Un pintor español que vivió por muchos años en la República Dominicana. Muchos de sus mejores obras son murales que todavía embellecen paredes en varios edificios y palacios públicos de Santo Domingo y otras áreas de la república dominicana..
Uno de los más grandes, de muchos, fue el destacado pintor José Vela Zanetti, quien pintó más de cien murales por todo el país, muchos considerados los mejores que se hayan hecho en la isla de Santo Domingo. Todavía se exhiben sus murales en una gran cantidad de edificios gubernamentales, iglesias, universidades, monumentos, centros culturales y demás lugares por toda la geografía dominicana.
1960-hoy
Luego de la caída del régimen trujillista en 1961, comienza una migración espontánea pero estable de españoles a la República Dominicana. Esta migración también ha sido muy provechosa para el país con la llegada de personas visionarias y emprendedoras.
Román Ramos Uría. Uno de los españoles que migró a la República Dominicana en esta época. Es oriundo de Pola, un pueblo pequeño en Asturias, España y tuvo la intención de establecerse en Santo Domingo. Su deseo de vivir en la República Dominicana fue tan grande, que además era un país que no conocía aunque había escuchado mucho de él en su pueblo natal, el barco que lo transportó a último minuto decidió hacer escala en Puerto Rico y no seguir a Santo Domingo. Pasó algunos días en la isla vecina y, contrario a otros españoles que decidieron quedarse en definitivo en Puerto Rico, se la ingenió para llegar a Santo Domingo.
Un buen ejemplo es Román Ramos Uría, fundador de Grupo Ramos, actualmente la mayor empresa de ventas al por mayor y el principal empleador privado del país.
VALERIANO RAFAEL MONESTINA. ORIGINAL DE ASTURIAS EN EL NORTE DE ESPAÑA, DECIDE MIGRAR A LA REPÚBLICA DOMINICANA Y ES UNO DE LOS FUNDADORES DE LA MUY EXITOSA CADENA DE SUPERMERCADOS BRAVO, basada en principios cristianos.
Otra familia honrada, y en este caso muy comprometida con su creencia en Dios y en el cristianismo, es la familia Monestina. Valeriano Rafael Monestina es fundador de la exitosa cadena de supermercados Bravo.
La presencia española en la actualidad
Según una estimación conservadora que en 2012 hizo el gobierno dominicano, para ese año habían 6,720 españoles viviendo en República Dominicana.
Sin embargo, el gobierno español estima que en 2013 la cantidad de españoles viviendo legalmente en el país superaba los 17,382 mas una cantidad indeterminada que se encuentran en condición irregular, en muchos casos que llegan como turistas y luego optan por quedarse.
En efecto, República Dominicana se encuentra entre los top 23 países con más españoles, y es el 9no en Hispanoamérica y 2do en Centroamérica y el Caribe. República Dominicana también se sitúa en la 6ta posición a nivel mundial en crecimiento de la población española.
Suponiendo que el ritmo de crecimiento se ha mantenido estable, a principios de 2015 la población española en República Dominicana podría estimarse en alrededor de 20,619.
Todavía es evidente el orígen español en muchas familias dominicanas. Esta familia prominente con orígenes humildes es originaria de Gurabo, cerca de Santiago de los Caballeros, los Mejía. El patriarca migró de España a nuestra isla en los 1600s.
Las evidencias de España son obvias en muchos dominicanos de colores claros. En la mayoría de los casos es un orígen español que llegó a la República Dominicana durante los primeros 300 años después de la conquista. En otras palabras, estaba presente cuando se independiza la República Dominicana. Aceptación del mestizaje le ha añadido rasgos adicionales al aporte español.
Dominicanos de la alta sociedad con una ascendencia española muy alta. Contrario a lo que piensa mucha gente que no es dominicana y ya es una especie de mito, la matoría de los dominicanos con una ascendencia española muy alta no pertenecen a la clase alta. Muchos se ven en casas humildes y una vida de carencias económicas en muchas ciudades, pueblos y campos, en el Cibao especialmente. Otras pertenecen a la clase media dominicana.
Ruth Ocumarez es una típica dominicana de tez oscura. Contrario a lo que se puede pensar, los resultados de ADN ancestral muestran que con mucha frecuencia el aporte español entre los dominicanos de tez oscura asciende a 30%, 40% y hasta mas de 50%. Una evidencia mas de lo importante que es España en el orígen de los dominicanos y, además, que los rasgos no siempre son fidedignos a la realidad del ADN ancestral. Una sociedad como la dominicana, con una aceptación general del mestizaje y de hace siglos, explican por qué estas cosas son mas frecuentes que en una sociedad donde la mezcla no era aceptada y/o era prohibido legalmente.
Un ejemplo de los resultados en 23andme de una dominicana de tez oscura.
El aporte genético español es evidente en los dominicanos, uno de los pocos países donde la mayoría de la población es mulata.
Oficiales japoneses y domínico-japoneses de las Fuerzas Armadas de la República Dominicana siendo reconocidos en 2002 por el entonces presidente dominicano Ing. Agr. D. Hipólito Mejía.
La presencia japonesa en República Dominicana es pequeña y de creación relativamente reciente, pero su impacto en la sociedad dominicana supera con creces su corta presencia numérica.
La ola migratoria 1956-1959
Los primeros japoneses comienzan a llegar al país el 29 de julio de 1956 y se asientan en Dajabón.
Fueron atraídos por el régimen de Rafael Leonidas Trujillo, cuando adopta como política de Estado el fomento de la migración japonesa y el asentamiento en pequeñas colonias de japoneses para impulsar el desarrollo de la agricultura en distintos lugares que para la época no tenían mucha producción agrícola.
El último grupo en migrar lo hizo en 1959.
Las colonias agrícolas japonesas
El Estado dominicano creó ocho colonias agrícolas en los siguientes sitios, con las provincias en paréntesis.
Aguas Negras (Pedernales)
Constanza (La Vega)
Dajabón (Dajabón)
Duvergé (Independencia)
Altagracia (Bahoruco)
Jarabacoa (La Vega)
Manzanillo (Monte Cristi)
Neiba (Bahoruco)
La colonia japonesa más famosa
De todas las colonias agrícolas japonesas, la que logra mayor renombre nacional es la de Constanza. Se desconoce la razón, pero su fama es de tal nivel que muchos dominicanos piensan que allí es el único sitio donde existen los japoneses y sus descendientes.
Artículo del Listín Diario del 3 de septiembre de 1964 del aporte agrícola de la colonia japonesa en Constanza.
Documentación de la migración japonesa
En 2007, el Comité Ejecutivo de la Conmemoración del Cincuentenario de la Inmigración de Japoneses al País Dominicano publicó el libro Hoy día, todavía nos encontramos vivos aquí, donde relata el proceso y la llegada de esa migración mas las vicisitudes y los triunfos que sufrieron. La primera versión fue publicada en Japón (y en japonés) mientras la versión para la República Dominicana (en español) fue puesta en circulación en 2009.
Portada de la versión dominicana de «Hoy día todavía nos encontramos vivos aquí». Documenta las experiencias de los japoneses que decidieron migrar a la República Dominicana.
El parque Japonés de Jarabacoa
En Jarabacoa se inauguró el parque Japonés, un hermoso espacio verde con mobiliario y jardines japoneses. Fue creado para conmemorar el aporte de esta valiosa comunidad de inmigrantes a este fértil valle y pueblo.
El parque pequeño tiene una laguna artificial muy tradicional de Japón. La misma tiene una isla en el medio con una placa blanca y las banderas de la República Dominicana y Japón. Además contiene información que explica la razón de ser del parque
En el lado opuesto de la isla existe otra placa bilingüe, español y japonés.
Un marcado interés por los detalles es una esencia fundametal de éste pedacito de Japón en la República Dominicana. La belleza del parque es aumentada por sus pasarelas pictorescas y jardines japoneses.
El parque tiene un puente peatonal tradicional de Japón.
El parque tiene un torii (arco japonés tradicional). La República Dominicana tiene dos toriis, éste en Jarabacoa y otro en el jardín botánico de Santo Domingo.
Monumento a la Migración Japonesa
En 2013 las embajada de Japón, Agencia Internacional de Cooperación de Japón y la comunidad japonesa en República Dominicana unieron sus recursos y esfuerzos para inaugurar el Monumento a la Migración Japones en el parque San José de Santo Domingo.
Algunos miembros de las comunidades de japoneses-dominicanos y japoneses delante del Monumento a la Migración Japonesa en Santo Domingo.
El Jardín Japonés en el Jardín Botánico Dr Rafael María Moscoso
El Jardín Botánico Dr Rafael María Moscoso en Santo Domingo contiene un jardín japonés. Es el mas extenso en el Caribe y uno de los mas exquisitos en América. Fue un regalo al jardín botánico y la sociedad dominicana en general del inmigrante japonés Mamoru Matsunaga.
La entrada al Jardín Japonés está marcada por este Torii, el mas grande en la República Dominicana.
La totalidad del Jardín Japonés está minuciosamente cuidado y detallado exhibiendo un ambiente de paz y belkeza por sus pasarelas.
Su lago artificial y un típico puente peatonal japonés hace de este lugar muy pintoresco.
Este árbol es muy conocido por parecer en su tronco una cara humana.
Un monumento recordando a Mamoru Matsunaga, el creador del Jardín Japonés. En adición, es el padre del Judo en la República Dominicana, un arte marcial de orígen japonés.