El plan de Dessalines de destruir los ancestros de los dominicanos de hoy sin importar el color

Mapa de la segunda invasión haitiana liderada por Jean Jacques Dessalines en 1805. Su nombre oficial fue la «Campaña del este». En esta invasión los dominicanos mezclados y negros fueron personas a destruir igual que los blancos, no importaba el color de piel o si tenía algún origen africano sea en con o sin mezcla.

La Campaña del Este de 1805 fue la segunda invasión haitiana al territorio dominicano, en aquel entonces la parte española de Santo Domingo gobernada por Jean-Louis Ferrand desde 1802. Ferrand estaba a la cabeza de 2,000 franceses e instaló el gobierno francés en la parte española cuando fue enviado desde Francia por Napoleón Bonaparte a capturar a Toussaint Loverture y pacificar a la parte francesa de la isla. Al llegar los franceses, todos los pueblos dominicanos en la parte oriental de la isla se les ofrecieron a expensa de los haitianos que tenían el control de la parte española desde la primera invasión haitiana de 1801. A pesar que el líder haitiano Jean Jacques Dessalines puso en práctica la segunda invasión haitiana de 1805 por un decreto del gobierno de Jean-Louis Ferrand en restablecer la esclavitud en la parte española con los nuevos esclavos ser haitianos jovencitos solamente capturados en la zona fronteriza y no a los dominicanos que en otra época fueron esclavos y recibieron su libertad en 1801. Dessalines consideraba a los dominicanos, quienes eran la mayoría de los pobladores de la parte española, que eran aptos para ser castigados junto con los franceses y por ello debían ser destruidos todos, incluyendo a los mixtos y los negros libres.

En este artículo nos vamos a enfocar en un aspecto de la invasión haitiana de 1805 que regularmente es ignorada o muy poco detallada, a pesar que es un capítulo preponderante para la existencia de todos los dominicanos vivos hoy y los que nacerán en el futuro. La gente tiene derecho a conocer su historia verdadera, especialmente si es tan importante para que existiera la posibilidad que pudieras nacer varios años después. Contrario a la mayoría de la gente del Hemisferio Occidental, muchos de los cuales sufrieron invasiones por un grupo de extranjeros, nunca supuso una destrucción total de la gente y, por consiguiente, de los antepasados de las personas vivas hoy. Lo que implicaría es que al día de hoy tuvieran una lengua materna diferente, una alianza política diferente y/o una cultura diferente. No así con los dominicanos. Una invasión haitiana de 1805 que hubiera sido exitosa por completo significaba el final de los antepasados de los dominicanos de hoy y, por consiguiente, los dominicanos vivos hoy no hubieran nacidos jamás.

El plan de Jean Jacques Dessalines era destruir los antepasados de los dominicanos de hoy y es detallado con lujos de detalles en el reporte del sitio a Santo Domingo de 1805 en el periódico «The Enquire» de Richmond, Virginia, Estados Unidos del 29 de octubre de 1805, página 2.

Españoles blancos y libres – No exceptuaban a los dominicanos mixtos y negros

Los españoles libres eran la gente de color que era libre en lo que ahora es la República Dominicana. Cuando se produce la invasión haitiana de 1805, la mayoría de los mixtos y negros lo constituían los libertos mientras los esclavos no llegaban al 1% de la población. La esclavitud hsbía sido abolida en 1801 y en ese tiempo se estimaban entre un 10% a 15% de la población. Esto era muy diferente a la situación en las colonias caribeñas francesas e inglesas donde los esclavos era entre el 80% a 85% de la población. En esencia, los españoles libres en 1805 eran los antepasados de los dominicanos mixtos y negros de hoy. (Andra Mihali)

El reporte menciona a los «españoles blancos y libres» haciendo referencia a los pobladores de la parte española de Santo Domingo, ahora la República Dominicana. Estos son los antepasados de los dominicanos de hoy tanto los que viven en la República Dominicana y regados por el mundo. Es de conocimiento común que los blancos nunca fueron esclavos en el Hemisferio Occidental incluyendo la parte española de Santo Domingo. Por tanto, no tiene sentido que se mencione a los blancos como «libres» en un lugar cuando todos los blancos siempre fueron libres. Mientras los españoles blancos son los antepasados de muchos dominicanos blancos de hoy y debido al mestizaje, muchos de ellos son los antepasados de dominicanos mezclados también. Sin embargo, los «españoles libres» es una juxtaposición a los que eran esclavos. Las únicas personas que podían ser esclavos eran gente de color y en la parte española de Santo Domingo de 1805 la inmensa mayoría de la gente de color eran libres.

Mientras se abolió la esclavitud en 1801, incluso en ese tiempo los esclavos eran una minoría de la población. Esto se puede evidenciar en la descripción que hace Moreau de Saint-Mery en 1798 en su obra de dos volúmenes «A Political Description of the Spanish Part of Santo Domingo».

Moreau de Saint-Mery; «A Political Description of the Spanish Part of Santo Domingo» Vol I, 1798; página 29.

«La población de la parte española está compuesta por tres clases: los blancos, de los cuales ya he hablado, la gente de color libre y los esclavos.

La gente de color libre son pocos en números si se compara con el tamaño de los blancos, mas son muchos si los comparamos a la cantidad de los esclavos
».

La minoría que era esclava en la parte española de Santo Domingo tenían la peculiaridad de recibir un trato mucho más humano que el esclavo típico del Caribe no español. Hay mucha evidencia de ello, aunque nos limitaremos a dos.

Moreau de Saint-Mery; «A Political Description of the Spanish Part of Santo Domingo» Vol I, 1798; página 30.  

«Los esclavos son tan bien alimentados como sus patronos y se les da un trato tan humano que es desconocido en las colonias de otros países».
Charles Mackenzie; «Notes on Haiti» Vol II, 1830; página 7.

«La mejor evidencia que he tenido confirmando el trato humano que le daban a los esclavos los habitantes de Santo Domingo fue posteriormente corroborado por haitianos y otros extranjeros. A pesar que los comerciantes españoles (dominicanos) tenían la costumbre de llevarse sus esclavos cuando hacían viajes de negocio a la república vecina (Haití), no hubo ni un instante en que un esclavo abandonara a su patrón, no obstante que tan pronto cruzara la frontera el esclavo era libre de hecho.

Por otro lado, los franceses no eran dados a tratar humanamente a sus esclavos (haitianos)».
Los dominicanos de hoy no hubieran nacido según el deseo de Jean Jacques Dessalines, quien en sus planes estaba el de asesinar a los antepasados de la gente de la República Dominicana.

El plan de asesinar a los antepasados de los dominicanos de hoy

El reporte de Jean-Louis Ferrand menciona a un doctor francés que se le escapó a los haitianos en Santo Domingo y fue forzado acompañar a los haitianos desde Cabo Haitiano en su invasión de 1805, el Sr Gailard. Se familiarizó con Jean Jacques Dessalines y el resto de los haitianos hasta estar al tanto de todos sus planes durante la invasión. Entre los cuales estaba la intención de someter a todos los españoles blancos y libres (los antepasados de los dominicanos de hoy) y no sólo a los que habitaban el pueblo de Santo Domingo sino en todo el paìs, de masacrar a tofos cuando los haitianos se apoderaban de Santo Domingo.

«Me informó que los proyectos de ellos (haitianos) después que tuvieran el control de Santo Domingo era de ofrecer todos los artículos demandados. Ya penetrados (los haitianos) adentro de las murallas debían masacrar a toda la población sin ninguna distinción. Luego debían abandonar el lugar excepto los hombres (haitianos) necesario para demoler el pueblo (Santo Domingo). Masacrar a todos los españoles blancos y libres del país (los antepasados de los dominicanos) y secuestrar a la parte francesa (Haití) al resto de los esclavos y los animales.

El Sr Gailard me detalló todas las crueldades que las brigadas (haitianos) hicieron por todo el país (República Dominicana actual)»…

Es obvio que si la invasión se hubiera ejecutado a la perfección, un solo dominicano y descendiente de dominicanos en otros países vivo hoy hubiera nacido. Esto implica que incluso los dominicanos mezclados y negros hubieran sido asesinados todos debido a que el plan incluía a los «españoles libres».

El fracaso de implementar el plan por completo

El hecho que ti¡odavía existen los dominicanos como pueblo y como seres humanos es indicativo del fracaso del plan de Jean Jacques Dessalines en 1805. Si fuera por él, ningún dominicano existiera hoy. El fracaso de masacrar la población completa y destruir a Santo Domingo (lo que hoy es la Ciudad Colonial) ocurre por un simple milagro. Todo favorecía la victoria de los haitianos y su intento de eliminar por compketo a los dominicanos de una vez por todas si no fuera por lo siguiente.

Jean Jacques Dessalines se atrincheró en las immediaciones oeste de Santo Domingo (ahora sería los alrededores del Centro Olímpico Juan Pablo Duarte más o menos). Avistó unas embarcaciones franceses cerca de la costa de Santo Domingo. Estas embarcaciones iban rumbo al oeste y pensó que iban hacia Haití para atacar los pueblos haitianos, los cuales estaban desprotegidos porque la milicia haitiana por completo estaba atrincherada en los alrededores de Santo Domingo haciéndole el sitio. Con esta premisa es que hace la orden que se terminara abruptamente el sitio a Santo Domingo y comenzaran la retirada a Haití por el Sur y por el Cibao. El plan de destruir a Santo Domingo y masacrar a toda la población en el país se vió frustrado.

La población adentro de las murallas de Santo Domingo consistían de los habitantes permanentes y de los antepasados de los dominicanos que se refugiaron en ella de otros puntos del país en busca de mayor seguridad. Esto incluía a los esclavos ya que incluso estos antepasados negros de los dominicanos sufrían de la agonía y las muertes espantosas en las manos de los invasores haitianos.

«Una población prodigosa del país (República Dominicana actual) compuesta de mujeres, niños, ancianos, esclavos; huían de las brigadas (haitianos) y buscaron refugio en el pueblo (Santo Domingo)».

Lo que sí se ejecutó del plan de asesinar a los antepasados de los dominicanos de hoy

Aunque Jean Jacques Dessalines abandonó muy rápido el plan del sitioma Santo Domingo hasta que ella capitule y masacrar a toda la población. esto no quiere decir que el plan de asesinar a los antepasados de los dominicanos regados por el país fuera abortado en su totalidad también. A pesar no pudo hacerse en su totalidad, algo del cual se lamentó Dessalines a su regreso a Haití, sí lograron hacer una destrucción muy extensa del territorio dominicano. Lo siguiente es por lo que pasaron los antepasados de los dominicanos mientras ocurría la retirada de los haitianos. Lamentablemente, por esto vivieron muchos otros que hubieran sido antepasados de dominicanos que nunca nacieron porque fueron asesinados vil e injustamente por los haitianos.

«No puedo abstenerme en deplorar las atrocidades de todo tipo que ellos (haitianos) cometieron en su retirada. Sus pasos estuvieron marcados por el incendio y el asesinato. Ningún crimen fue descartado por ellos. Llamaron a los pobladores (antepasados de los dominicanos actuales) con palabras de paz para engañarlos y sacrificarlos. El jefe de las brigadas (haitianas) en la retirada le dijo a los pobladores de San Juan de la Maguana y Neiba que habiendo tomado a Santo Domingo, regresaba a la parte francesa (Haití) y que les mostraría las evidencias que traía. Estos pobladores crédulos (antepasados de los dominicanos de hoy) le creyeron. Salieron de sus escondites en los montes y todos fueron matados. La otra brigada hizo lo mismo con los pobladores de Cotuí, engañados por su cura quien era un traidor al gobierno, hizo que sus feligreses cometieran la misma traición que él mismo.

El jefe de la primera columna causó que se incendiaran los pueblos de Baní, Azua, Neiba y San Juan de la Maguana. Los jefes de la segunda columna incendiaron a Cotuí, La Vega y mandó que demolieran a Santiago de los Caballeros».
«El jefe de otra brigada con 8,000 hombres (haitianos) atacaron a las fuerzas del Cibao y se entrincheraron en las afueras de Santiago de los Caballeros con éxito por el tamaño de sus fuerzas. El valiente coronel José Serapio Reynoso del Orbe (un dominicano mezclado oriundo de La Vega) encontró la muerte en la ocasión mientras peliaba como un hombre. Sus soldados (dominicanos) al ver que mataron a su jefe tomaron refugio en los montes. El enemigo (haitiano) marchó hasta el pueblo, entró sorprendiendo a sus pobladores infortunados incapaz de coger un arma y los masacró a todos sin ninguna distinción de edad o sexo. Ahorcaron a varios miembros del cabildo. Supe de este evento trágico por el Sr Franco, presidente de ese departamento, y por algunos individuos que lograron librarse de una muerte segura gracias a la rapidez de sus caballos».

La promesa de volver a Santo Domingo de Dessalines

Sería un error pensar que el final abrupto del sitio a Santo Domingo y la retirada a Haití de los haitianos acompañado de horrores, incendio y muertes fue el final intencional. Lo fue en la práctica porque la nueva invasión que prometió Jean Jacques Dessalines no llegó a concretarse. El hecho que Dessalines fue asesinado en Puerto Príncipe, Haití al año siguiente de 1806 por personas muy cerca de él impidió que cumpliera su deseo de volver a invadir la parte española de Santo Domingo, ahora la República Dominicana. Además, la intención de volver no era un secreto.

«Los jefes (haitianos) se reunieron y ejecutaron la retirada diciendo que nada los obliga a parar el sitio, sino que quieren preservar sus tropas para otro momento».

¿Para otro tiempo? ¿Qué era lo que iban hacer? ¿Terminar lo que comenzaron en la invasión de 1805? ¿Cumplir al pié de la letra asesinar a todos los antepasados de los dominicanos que se salvaron en 1805? ¿Destruir a los antepasados mezclados y negros de los dominicanos? ¿Qué hubiera pasado si no asesinan a Jean Jacques Dessalines en 1806?

Artículo

Algunos dominicanos de hoy y de origen dominicano cuyoas existencia nunca se hubiera producido

Las personas que se muestran a continuación son o eran dominicanos o de origen dominicano quienes nunca hubiersn nacido (por un lado tampoco sus padres, abuelos, bisabuelos, etc y por otro lado sus hijos, nietos, etc) según el deseo de Jean Jacques Dessalines en la invasión haitiana de 1805. No había piedad para el color de piel en esta invasión, todo el que era blanco y libre estaba condenado a ser asesinados por los haitianos. ¿Cómo iban a nacer estas perdonas si se destruían a sus antepasados?

Carlos de la Mota. El actor dominicano nació en La Vega, República Dominicana de padres dominicanos. (Foto por Reynaldo Brito)
Luis Abinader. El Presidente actual de la República Dominicana nació en Santo Domingo de una madre dominicana. (Raquel Arbaje)
Oscar de la Renta. El fenecido diseñador de moda dominicano que le abrió el camino a los hispanos en la alta costura de los Estados Unidos nació en Santo Domingo de un padre dominicano. (Matti Hilling)
Pedro Martínez. El famoso pelotero de la MLB fue recibido en el Baseball Hall of Fame nació en Santo Domingo de padres dominicanos. (Andrew Melone)
Romeo Santos. El bachatero famoso es hijo de un padre dominicano. (Alex Cancino)
Pedro Santana. El primer presidente de la República Dominicana nació en territotio dominicano en 1801 de padres españoles de las Islas Canarias.
Cardi B (Belcalis Marlenis Almánzar). La cantante muy exitosa nació en El Bronx, NY de un padre dominicano. (Katie Krause)
Francisco del Rosario Sánchez. Uno de los tres Padres de la Patria de la República Dominicana nació en Santo Domingo de padres dominicanos.
Domingo García Henríquez (Tatico Henríquez). Fue uno de los artistas del merengue típico que más sobresalía, en particular su dominio del acordeón. Nació en Nagua de padres dominicanos.
Amelia Vega. Miss Universo 2003 fue la primera de la República Dominicana en ganar esa corona y nació en Santo Domingo de padres dominicanos. (Reynaldo Brito)
Juan Bautista Vicini Lluberes. El empresario muy conocido de la República Dominicana es de padres dominicanos. (Noticias SIN)
Antonio Maceo. Nació en Cuba de una madre dominicana y se convirtió en uno de los héroes de la independencia de esa isla.
Juan Pablo Duarte. Uno de los tres Padres de la Patria de la República Dominicana nació en Santo Domingo de una madre dominicana.
Alex Rodríguez. El famodo pelotero de la MLB nació en la Ciudad de Nueva York de padres dominicanos.
Hipólito Mejía. Presidente de la República Dominicana (2000 – 2004) nació en Santiago de los Caballeros de padres dominicanos.
Adriano Espaillat. Político en los Estados Unidos nació en Santiago de los Caballeros de padres dominicanos. (US House Office of Photography)
Junot Díaz. Autor, profesor de MIG y ganador de un Pulitzer Prize nació en la República Dominicana de padres dominicanos. (Christopher Peterson)
The Mirabal Sisters. Patria, Minerva y María Teresa fueron asesinadas en 1960 por estribos del dictados Rafael Leonidas Trujillo y las Naciones Unidas le dedica cada 25 de noviembre como el «Día en contra de la violencia a la mujer». Las tres nacieron en la República Dominicana de padres dominicanos. (Barnaby David)
Diana Reyna. Política en los Estados Unidos nació en la Ciudad de Nueva York de padres dominicanos. (Marc A. Hermann)
Gregorio Luperón. Líder de la guerra de la Restauración en 1865 y presidente de la República Dominicana, nació en Puerto Plata de un padre dominicano.
Julia Álvarez. Autora de varios libros nació en la Ciudad de Nueva York de padres dominicanos. (Valerie Hinojosa)

La emigración de dominicanos a Venezuela en 1801

Banderas de República Dominicana y Venezuela en representación de los dominicanos y los venezolanos.

Un dato que ha permanecido algo desconocido es la emigración de dominicanos a Venezuela en 1801. Se produce a raíz de la primera invasión haitiana liderada por Touissant Loverture. Como en las demás emigraciones ocasionada sn cada una de las invasiones haitianas a territorio dominicano durante un gran segmento del siglo XIX, hubo migración de todo tipo de gente aunque el mayor grueso en ésta eran los blancos.

Magnitud de la emigración en 1801

Vista panorámica de Maracaibo, Venezuela en tiempos antiguos.

La magnitud de todas las emigraciones dominicanas entre 1795 y 1812 equivale a un 60% de la población total. Los lugares que más recibieron esta emigración masiva de dominicanos fue Puerto Rico, Cuba y Venezuela, aunque otros países como Colombia y México vieron la llegada de algunos dominicanos también. Igual se produjeron más emigraciones masivas de dominicanos en años posteriores como en 1822 con la llegada de las tropas haitianas durante su tercera invasión de los dominicanos, incluso en esa emigración estaba José Núñez de Cáceres quien vive por mucho tiempo y muere en Tamaulipas, México. Se puede decir que durante la primera mitad del siglo XIX la mayoría de la población dominicana se vio obligada a irse en consecuencia mayormente a las múltiples invasiones haitianas.

Volviendo a la magnitud de la emigración masiva dominicana de 1801 rumbo a Venezuela, fueron muchos lugares venezolanos que sintieron el efecto de recibir una gran cantidad de dominicanos entre cuales estaban:

  • Maracaibo
  • Coro
  • Puerto Cabello
  • Pueblo Nuevo de Paraguaná

Tan sólo en Maracaibo la cifra de emigrados dominicanos superaba los 2,000. Según un informe que se envía a España sobre el tamaño de la población en la Capitanía General de Venezuela en 1801, la provincia de Maracaibo aparece con unas 100,000 almas. Considerando que en ese tiempo la mayoría vivía en el campo y no en la ciudad, y los emigrados dominicanos llegaron a la ciudad, el impacto de la oleada migratoria dominicana debió de ser muy visible en las urbes venezolanas.

Características de la emigración

Dominicanos en la diáspora.

Según indica el artículo, en un principio fue una emigración organizada. Incluía a mujeres, ancianos, niños y sus esclavos con algunas de sus pertenencias. Los hombres se quedaban en Santo Domingo para formar parte de la milicia dominicana que le hacía la defensa a la ciudad capital de las tropas haitianas de Touissant Loverture. Es bien sabido que fracasaron en el intento de proteger a la ciudad considerando que los invasores cumplieron con su motivo de apoderarse de Santo Domingo.

A partir del 26 de enero de 1801, una emigración que se caracterizaba por ser organizada se covierte en caótica. Se cita lo siguiente.

Cada cual se embarcó donde pudo y como pudo, suerte que nuestra salida más ha parecido una fuga precipitada que una emigración arreglada…

Se continúa citando.

Iban huyendole la invasión de Touissant [Loverture] y sus negros.

Hace mención de lo que sufrieron aquellos dominicanos con intención de irse y por razones diversas no le dió tiempo para efectuar su fuga a otras tierras.

Los desgraciados que no han podido efectuarla, ya tienen cerrado el puerto [de Santo Domingo] y están sufriendo las vejaciones y aprobios que son consecuentes al gobierno de un negro déspota, lleno de ambición y codicia.

Indudablemente que una emigración organizada dio lugar a un corre corre al producirse algo que alarmó a los dominicanos de las intenciones de los invasores haitianos.

Las indecencias de Touissant Loverture en Santo Domingo

Foto aérea de Otto Pirón del parque Colón, Santo Domingo. Esta era la plaza de Armas en la que ocurrieron las indecencias de Touissant Loverture.

Lo que no dice el artículo es el por qué hubo un cambio tan drástico en la emigración de los dominicanos de una organizada a una caótica. Algo tuvo que suceder en el intérvalo para causar un cambio tan brusco. Se presume que en esa época la mayoría de la población dominicana estaba compuesta por blancos y mulatos de tez clara, la llegada de los negros haitianos debía ocasionar cierto repudio o racismo lo cual desencadenó la huida. Sin embargo, si bien no hay duda que en algunos casos se dio eso, ¿por qué no se efectuó una huida caótica tan pronto invaden los haitianos en vez de esperar que pasaran muchos días antes de tornsrse caótica? Si en verdad era una reacción por el simple hecho de ser negros, tan pronto entran los negros a territorio dominicano y se vsn acercando a Santo Domingo, la amenazada que percibían a su persona y propiedad debió de causar un pánico generalizado antes de que las tropas haitianas entraran a Santo Domingo. Hubo un episodio tras la llegada de los haitianos a Santo Domingo que no se debe obviar.

En la plaza de Armas, actual parque Colón, por órdenes de los haitianos los hombres, mujeres y niños dominicanos debían agruparse en la misma. Llega Touissant Loverture y se sube a una tarima y dice «todos los hombres nacen libres y deben ser libres», lo cual no produjo reacción alguna de los dominicanos. Esto era de esperarse porque contrario a los haitianos quienes en más de un 80% de la población consistía de esclavos, en la parte dominicana de la isla los esclavos no pasaban de un 15% a 20% de la población y la mayoría de la gente que era libre no poseía esclavo alguno. La reacción de una gente en la que la esclavitud no era tan preponderante como lo fue en Haití no podía ser otra que la indiferencia.

A Touissant Loverture le molestó la indiferencia de los dominicanos, el cual no tomaba en cuenta que siendo él un haitiano en los hechos, las condiciones en las que nació de una sociedad en la que la mayoría de la gente eran esclavos eran distintas al caso dominicano. Su molestia lo obliga a bajar de la tarima y con una fusta en mano toca a las mujeres sus senos y sus partes íntimas y les pregubta si son francesas o españolas. La señora dominicana Dominga Núñez responde:

Atrevido. Aprenda modales para que sepa tratar a las mujeres.

Touissant Loverture expresa sorpresa, se sube a la tarima para dar la orden de someter a los dominicanos a un degüello cuando un nublado oscurece el sol y ráfagas azotan la plaza de Armas, aparecen truenos y relámpagos. En vez de efectuar la orden de un degüello a los dominicanos, Touissant Loverture acepta esto como una intervención Divina en la que Dios desaprueba de lo que piensa hacer a los dominicanos. Da la orden para que se desaloje la plaza de Armas.

Este evento en la que los dominicanos se salvaron de un degüello por un pelito y el desagrado de las mujeres dominicanas ser tocadas indecentemente, debieron ocasionar miedo entre los dominicanos al punto de incentivar que se fueran del país sea como sea.

Es oportuno mencionar que la misma suerte no les tocó a las tropas dominicanas y sus esposas que Touissant Loverture se llevó de Santo Domingo a Haití. Tras la llegada de las tropas francesas en 1802 quienes fueron recibidas con regocijo por los dominicanos al punto que todos los pueblos dominicanos aceptaron el mando francés sin el más mínimo inconveniente, al llegar la noticia a Touissant Loverture le produce una ira tan fuerte que ordena a las tropas dominicanas ser despojadas de su armas y luego asesinadas en venganza.

¿Cuántos venezolanos de hoy tienen sangre dominicana en su venas?

Venezolanos en una manifestación en Santo Domingo.

Es difícil estimar el porcentaje de venezolanos con al menos una parte de ascendencia dominicana a raíz de esta y otras emigraciones dominicanas. Sin embargo, considerando que la población total era menor en aquellos tiempos que ahors, no debe ser pequeña la cantidad de venezolanos de hoy que existen en parte por estos dominicanos que forman parte de sus antepasados. Quizás esto tiene algo que ver con la buena relación que hay entre dominicanos y venezolanos, porque incluso en los venezolanos que no tienen reconocimiento de su origen más allá que son venezolanos y sus padres y abuelos lo eran también debe haber un aporte pequeño de sangre dominicana. A esto se le añade que República Dominicana es de los países que más se parecen a Venezuela tanto en la forma de ser de la gente como en la forma que se ven y se sienten las ciudades. El parecido es tan fuerte que no son pocos los venezolanos que al pisar tierra dominicana se percatan que se sienten no como si están en otro país, sino en otra zona desconocida de Venezuela.

El artículo

«L’Amérique latine et l’histoire des sensibilités», pg 147.

Los dominicanos negros y mulatos fueron víctimas en la invasión de Dessalines (1805)

Los dominicanos negros y mulatos de hoy cuentan con antepasados que vivieron lo que ellos nunca pueden siquiera imaginarse.

Una de las invasiones haitianas mas dramáticas y sangrienta de los dominicanos fue liderada por Jean Jacques Dessalines en 1805. Se conoce lo desastroso que fue ese evento para los dominicanos. He aquí un enfoque en las víctimas dominicanas negras y mulatas, los llamados «afrodominicanos» por algunos y «afrodescendientes» por otros. Tener sangre africana, ser descendiente en parte o por completo de africanos negros no le sirvió para nada. Jean Jacques Dessalines, quien también había nacido en África, y sus demás generales los mató, los torturó, les llevó el sufrimiento y los castigo de la peor manera. Por razón de consecuencia, es obvio que todas estas personas, de no ocurrir este hecho tan lamentable, hubieran tenido descendencia que al día de hoy fueran miles y miles de compatriotas dominicanos.

Mapa de la invasión haitiana de 1805 liderada por Jean Jacques Dessalines

Mapa de la invasión haitiana de 1805. Se puede ver que nuestro país fue invadido por dos columnas de la milicia de Haití y se reunieron en las afueras de Santo Domingo para hacerle un sitio a la ciudad capital, la cual se salvó de un degüello por su muralla del siglo XVI que circundaba a la ciudad (y todavía existe grandes porciones de la misma). También se observa las retiradas de las tropas haitianas de regreso a Haití y varios de los pueblos que primero sometieron a una masacre, luego lo pillaron y por último lo incendiaron hasta que quedara cenizas y huesos. Así le hicieron a todos los campesinos a lo largo de los trayectos en su retirada. No incluye a todos los pueblos que sufrieron esa suerte como Baní, Azua, Bánica, Las Caobas, etc por la banda del sur y Sabaneta, Dajabón y otros lugares por la banda del norte. Dessalines = Jean Jacques Dessalines, Cristóbal = Henri Christophe, Petión = Alexandre Petión.
Puerta del Conde, Santo Domingo. La capital fue el único pueblo dominicano atacado por los haitianos en la invasión haitiana de 1805 que nunca pudieron penetrar y someter a los habitantes dominicanos a un degüello general, el pueblo al pillaje y luego a su destrucción. Esto se debió a la muralla que fue construida en el siglo XVI y todavía se conserva grandes pedazos de ella. La puerta del Conde, vista en la imagen, es la puerta mas grande de la muralla, entrada principal de Santo Domingo.

Jean-Price Mars describe la horrible invasión de 1805

El historiador haitiano, el mas admirado y respetado de los historiadores haitianos en el siglo XX, es Jean-Price Mars. En su libro de dos volúmenes «La República Haitiana y la República Dominicana» describe la nefasta y sangrienta invasión haitiana de 1805 del territorio dominicano (o como la llaman los historiadores haitianos y de esta forma fue llamada por Dessalines y sus tropas, «la campaña del Este»). Lo describe de la forma siguiente.

Dessalines asesina también a dominicanos negros y mulatos

Dominicanos jugando dominó en República Dominicana.

En la penosa invasión haitiana de 1805, la masacre no se limitó a los dominicanos blancos. Jean-Price Mars asevera que las víctimas incluyeron a negros y mulatos por sus sentimientos hacia los blancos. ¿Qué culpa tenían nuestros negros y mulatos que se les daba un trato menos severo que los franceses les daban a los negros en su parte de la isla o los ingleses en Jamaica? ¿Qué culpa tenían los «afrodominicanos» que la esclavitud fuera minoritaria en nuestra sociedad y, por tanto, la mayoría de nuestros blancos, mulatos y negros vivían en libertad? ¿Qué culpa tenían al no sufrir resentimientos raciales hacia nuestros blancos por éstos no darle una razón para odiarlos? A Dessalines no le importó nada de eso. Muerte para todos aunque fueran «afrodominicanos» y negros igual que los haitianos. Muerte y sufrimiento para todos.

Dessalines se enorgullece de matar y llevar el sufrimiento a los dominicanos

Atletas dominicanos para el equipo de beísbol estadounidense Washington National.

Una de las partes mas dolorosas para nosotros los dominicanos es lo que se vislumbra en las próximas palabras. Se puede pensar que alguien no puede ser tan cruel, tan inhumano, tan malvado. No contentarse con matar a los dominicanos por todo lo largo y ancho en el Cibao y la Línea Noroeste y destruirles todos sus pueblos, degollar incluso a nuestros campesinos. Pero con este «señor», no conocía límites de maldad y mas a un pueblo que nunca le hizo daño alguno. Peor que los hechos diabólicos cometidos en contra de nuestra gente, al llegar a Haití se enorgullece de llevar el dolor, el sufrimiento y la muerte a nuestro pueblo. Sintió regocijo en hacer sufrir a los dominicanos de todas las razas, colores, edades, sexo y clase social.


Gaspar Arredondo Pichardo: En su testimonio también menciona que negros y mulatos fueron asesinados

Una joven dominicana hermosa.

Gaspar Arredondo Pichardo presenció el evento en Santiago de los Caballeros. Después de vivir esa odisea sangrienta y malvada, decide abandonar el suelo que lo vio nacer y se muda a la vecina isla de Cuba, a Camagüey (se llamaba Puerto Príncipe en aquella época). Salió de La Española el 28 de abril de 1805 por Puerto Plata. Fue la última vez que vio a suelo dominicano.

En la cita que sigue dice sin tapujos lo que vio, que ni la gente de color eran excentas de la crueldad de las tropas haitianas.

Los haitianos no permitían que dominicanos negros y mulatos abandonaran la isla

Una mujer dominicana con sus dos hijos apunto de entrar a una tienda en Santiago, República Dominicana.

Las tropas haitianas tampoco permitían que los dominicanos negros y/o mulatos salieran de la isla. Cualquiera puede pensar que al menos a los negros, afros como los haitianos, les dieran el nivel de respeto y admiración tan sólo por ser negros como los haitianos. De nada valió esa sangre africana en sus venas y ese color oscuro en su piel.

La furia de las tropas haitianas al invadir un pueblo para masacrarlo

Lo siguiente lo describe según pudo ver la soldadesca haitiana al entrar a Santiago con la intención de matar a los dominicanos.

El caso del mulato Fernando Pimentel

Uno de los casos particulares que menciona con nombre y apellido es Fernando Pimentel. Fue asesinado por las tropas haitianas en la misma puerta del templo Mayor (hoy catedral Santiago Apóstol de Santiago).

Lo que hicieron los haitianos en el templo Mayor de Santiago (en el mismo lugar de la catedral Santiago Apóstol)

En el mismo lugar que estuvo el templo Mayor de Santiago está la catedral Santiago Apóstol en Santiago de los Caballeros, República Dominicana.

En la parte que sigue relata lo que hicieron las tropas haitianas en el templo Mayor de Santiago. En ese tiempo todos los templos eran católicos. Entre la muchedumbre buscando el asilo en la casa de Dios habían muchos negros y mulatos, todos asesinados por las tropas haitianas.

El templo de ahora data de finales del siglo XIX y reemplazó uno que estaba en ese mismo lugar y fue destruido por un terremoto en ese mismo siglo. El templo de principios del siglo XIX, que estaba en ese mismo lugar y del que se describe en el relato, fue destruido por las tropas haitianas durante la invasión de 1805. Después de asesinar a todos los que se encontraban adentro, las tropas haitianas incendiaron el templo y los restos de las víctimas, incluyendo los del sacerdote, sirvieron de combustible para ese siniestro. Tener sangre africana por sus venas no le salvó la vida, pues sus asesinos eran de origen africano, tal como en parte lo era muchas víctimas dominicana.

La gente de color eran de los que iban a ser asesinados por los haitianos en Santiago

Una pareja joven de dominicanos llegando de compras en la República Dominicana.

Como es de esperarse, Santiago era de los pueblos mas blancos del país. No obstante, eso no significa que no habían negros y mulatos viviendo las alegrias y las penurias con el resto de los santiagueros. Como pueden observar, en ningún momento de este pedazo del relato se hace mención del color de la gente. Pero todo cambia con la llegada del mulato Campos Tavárez que era un general de las tropas haitianas en ese momento. Los haitianos tenían a los dominicanos reunidos cerca del río y a punto de matarlos cuando aparece este señor muy oportunamente. Es ahí que nos damos cuenta que el grupo de dominicanos a punto de ser inmolados de la peor manera por las tropas haitianas, incluía a muchos dominicanos que eran gente de color. De nuevo, tener sangre africana y descender en parte de africanos no era motivo suficiente para no incluirlos en el degüello que iba ocurrir en ese momento por los haitianos.

El triste paradero del moreno Julián de Medina y su familia (aunque se conoció el degüello de Moca por dos de sus nietas)

Fueron muchos los dominicanos negros y mulatos que sufrieron, fueron torturados y vilmente asesinados por las tropas haitianas. He aquí el caso del moreno Julián de Medina y su esposa. Fueron de los santiagueros hechos prisioneros por las tropas haitianas y luego forzados a marchar a Cabo Haitiano (los que hablaban español la llamaban El Guárico) sin zapatos y con un sol caribe y sin gorra que les diera sombra, calor en demasía, polvo por doquier, hambre generalizada, picadera de mosquitos, atormentos de las tropas haitianas tanto a los hombres y a todas las mujeres y niñas, las cuales fueron violadas sexualmente en la orilla del río Esperanza, cerca del Mao actual.

Sin embargo, el degüello de Moca se sabe hasta el día de hoy con lujos de detalles por dos de sus nietas, María y Nicolasa, que fueron las dos sobrevivientes del degüello de las mujeres mocanas en la iglesia de ese pueblo y los 40 niños degollados en una habitación del mismo (los hombres fueron degollados en la plaza principal del pueblo). Se salvaron estas dos porque sus cuerpos se cubrieron de sangre del cadaver de su pariente que estaba arriba de ellas. Una escena escalofriante. Al final, todos fueron asesinados por los haitianos. Ser un afrodescendiente le importó poco a las tropas invasoras.

Conclusión

Una mujer criolla en un bikini patriótico, orgullosa de ser dominicana.

Esto es una pequeña parte de las desgracias que le han cometido los haitianos a los dominicanos por años. Aquí nos enfocamos en algunos dominicanos negros y mulatos durante la invasión haitiana de 1805. Sin embargo, estos son los que perduraron en tinta y papel hasta nuestros días. Así como sufrieron ellos, así también han sufrido dominicanos blancos, mulatos y negros por todo lo largo y ancho de la actual República Dominicana. Estos son nuestros antepasados, los que sufrieron la peor de las calamidades. Que los sufrimientos y las injusticias que vivieron estas personas, antepasados de nosotros, no se olvide nunca y se les rinde el respeto que se merecen con honrar la existencia de nuestro país, porque por ella seguimos hablando el mismo idioma que hablaron nuestros antepasados, perduran sus creencias y sus valores que hace mucho se hubieran perdido de no crearse nuestro país. Respeto a nuestra identidad y defendiendo a nuestra República Dominicana todas las veces que sea necesario y por todos los medios que hay y por haber. Ese es la mejor forma de honrar a nuestros antepasados, que dieron su vida de la peor manera por el simple hecho de vigir en nuestra tierra en aquellos momentos tan infortunados.

Terminamos con una parte incluida al pié del relato de Gaspar Arredondo Pichardo y que fue escrito por D. Eugenio Deschamps.

Evidencia del uso de «indio» antes de establecerse la República Dominicana

Una de las críticas que algunos sociólogos e historiadores hacen respecto a la categoría de «indio» en la sociedad dominicana es atribuirle esa costumbre a uno de dos aspectos históricos. Uno es a la creación de la República Dominicana alegando que es una identidad que busca diferenciarse de Haití. La otra es al dictador Rafael Leonidas Trujillo y su régimen de 1930 a 1961 y que antes de 1930 no se usaba esa categoría en la sociedad dominicana. Nosotros hemos encontrado evidencia que esto no es verdad y lo presentamos a continuación.

El significado de «indio» en la República Dominicana

Lo primero que hay que entender es que el término «indio» no es utilizado como sinónimo de una raza o incluso de una étnia. En República Dominicana el término «indio» es una descripción que se le aplica a ciertas personas en base a una gama de colores de piel en específico. No se utiliza el término hacia una persona muy clara o blanca de piel, al menos que en sus rasgos faciales es evidente rasgos negroides y rasgos caucasoides muy mezclados unos con otros. Los que alegan que ser catalogado como «indio» en la República Dominicana es equivalente a pertenecer a, o idearse ser perteneciente a, una raza o étnia tiene una visión totalmente errónea de lo que es en realidad.

El término «indio» como sinónimo de color y no raza o étnia no es único de República Dominicana

Algunas personas pueden pensar que República Dominicana es el único país en el mundo donde la palabra «indio» tiene un significado de color de piel en específico. Esto no es del todo correcto. En otros lugares como Puerto Rico y Cuba hay muy poco o nulas personas de raza o étnia «india o indígena» y, sin embargo, se utiliza el término «indio» como sinónimo de una gama de colores de piel y de demás rasgos como descriptores y no como raza o expectativas del comportamiento, gustos y demás formas de ser de la persona.

Un buen ejemplo de la descripción de alguien como «indio», en este caso sería «india» por ser femenino, es Linda Bell Viera Caballero. Esta cantante puertorriqueña lleva como nombre artístico el apodo que ella tiene desde que era una niña, «la india». Le fue otorgado como apodo por su abuela quien la llamaba «india» por sus rasgos que asemejan a los taínos, indígenas que habitaban Puerto Rico y otras islas del Caribe a la llegada de los españoles. En ningún momento esta artísta puertorriqueña se ha visto a sí misma como perteneciente a una raza o étnia de indios, sino que sus rasgos de color de piel canela es un recordatorio de uno de sus ancestros. Como todos los puertorriqueños, además de indígenas taínos ella es descendiente de una mezcla adicional de españoles y africanos, mas por sus rasgos lucen como los de una taína mas que de un español o de un africano.

La República Dominicana también tiene otros aspectos que la hacen diferente a la mayoría de los sitios en el mundo, incluso diferente a la mayoría de otros países de lengua hispana, y no por eso se busca cambiarlo o se interpreta por algunos como algo que no es. Dos buenos ejemplos es el color anaranjado y la fruta naranja. Los dominicanos a nivel general son los únicos seres humanos que el color anarajando tiene dos nombres que significan lo mismo. Uno es anaranjado, término usado en todos los países y todos los pueblos de habla española para referirse al color de la mezcla de amarillo y rojo. Otro nombre en adición a éste que se utiliza por los dominicanos es «mamey» y quiere decir lo mismo que anaranjado. Incluso, ambos términos se usan intercambiablemente. Lo mismo pasa al referirse a la fruta naranja aunque esto se limita a los alrededores de Santo Domingo ciudad. En esta zona a la naranja se le dice «china», igual que en la vecina isla de Puerto Rico. Una persona puede ir a Bogotá, a Lima, a Chicago, a Madrid y pedir una «china» y será vista de forma perpleja porque nadie entiende a lo que se refiere. Esa misma persona pide una «china» o un «jugo de china» en Santo Domingo o San Juan de Puerto Rico y los lugareños van a saber automáticamente que se refiere a una naranja. Así hay mas ejemplos de la utilización de varios términos que tienen un significado diferente en la República Dominicana.

Evidencia en el Libro de bautismo de La Vega XIV de 1805

Volviendo al término «indio» usado en la República Dominicana como sinónimo de una descripción de una gama de color de piel, nos llama la atención lo siguiente. Este apartado se encuentra en el Libro de bautismos de La Vega XIV. En este volúmen en especial cubre los años 1805 y brinca a 1810 por el efecto desastroso que tuvo la invasión haitiana de 1805 liderada por Jean Jacques Dessalines. La Vega fue uno de los pueblos afectados por las tropas haitianas en su afán de destrucción, siendo objeta de varias violencias incluyendo un incendio que consumió a todo el pueblo creado intencionalmente por las tropas haitianas. La mayoría de los residentes lograron huir del pueblo hacia el bosque y la campiña a su alrededor antes que llegaran las tropas haitianas. En su acto vandálico de asesinatos, secuestros, pillajes e incendio se perdieron muchos libros y documentos encontrados archivados en varias instituciones como el ayuntamiento y la iglesia, por mencionar a dos. El Libro de bautismo de La Vega XIV correponde a 1805 y se vio interrumpido a la llegada de los haitianos y por obra milagrosa no se perdió en el incendio, sino fue encontrado en 1810 en posesión de una persona cualquiera en la ciudad de Santo Domingo. Al encontrarse tan valioso libro e incorporarse de nuevo a la iglesia, se continúa registrando los bautismos ocasionados a partir del año 1810, pero sin antes escribirse el siguiente apartado.

Página titular indicando de qué se trata el libro, en la fecha que comienza, quién es el cura rector, etc.
El apartado de interés.

En el apartdo en cuestión dice lo siguiente.

Don Agustín Tabares Presbítero y Sochantre de la Sta. Iglesia Catedral encontró este libro de Bautismos: en Sto. Domingo en la capital; en manos de un cualquiera, con el motivo del incendio que hicieran los indígenas en las ciudades, pueblos y villas de esta isla, el año 5 de este siglo 800 (XIX), por esta causa no se siguió en este, y fue preciso poner las partidas en otro, donde principio a la vuelta de este otro año. Siguiendo el número y que comienza el de octubre.

Considerando que el incendio al que alude fue ocasionado por las tropas haitianas en la invasión de 1805 y que las tropas estaban compuestas en su mayoría por negros africanos, llama la atención que el presbítero don Agustín Tabares se refiera a ellos como «los indígenas» que viene siendo lo mismo a «los indios». Habida cuenta que faltaban 34 años para establecerse la República Dominicana como país libre e independiente y 120 años para que comenzara el gobierno de Rafael Leonidas Trujillo.

Incógnita final

Terminamos con una pregunta: ¿cómo es posible que algo que se utiliza entre los dominicanos desde mucho tiempo antes que se establezca el país y que no es único de los dominicanos, se le atribuya su origen a la creación misma del país e incluso a un régimen que surge cientos de años después?

Extractos de la memoria de D. Francisco Brenes y el origen de la República Dominicana

Don Francisco Brenes era el secretario de la diputación provincial de Santo Domingo para el gobierno de España. Al producirse el inicio de la Dominación Haitiana el 9 de febrero de 1822, D. Francisco Brenes es testigo de la situación en la parte española de la isla de Santo Domingo, hoy República Dominicana. En su memoria de la situación en Santo Domingo la presenta a las autoridades españolas mas cercanas en la vecina Puerto Rico.

Algunas de las cosas al mantener en cuenta mientras se leen algunos de los estractos que serán mostrados a continuación es lo siguiente.

  • Todavía no se había hecho la estandarización del idioma español en escrito por la RAE, por tanto aparecen varias palabras escritas de formas que hoy se considerarían incorrectas (bacuno por vacuno, llugo por yugo, etc). Esto es muy común en documentos antiguos.
  • Esta carta fue escrita por D. Francisco González de Linares, jefe político de Puerto Rico, remitiendo la memoria presentada en Puerto Rico por el dominicano y residente en la ciudad de Santo Domingo, D. Francisco Brenes.
  • No había transcurrido el primer año de la Dominación Haitiana para que los dominicanos ya pensaran en deshacerse del yugo haitiano, producto de los malos tratos que recibían por parte de la milicia de Haití.
  • Entre 1820 y 1823 fue restablecida la primera constitución de España (Constitución de Cádiz de 1812). Ello se aplicó a todo el territorio de España (que en ese entonces incluía la actual República Dominicana). En el artículo 5 aclara quiénes eran los españoles y en el artículo 10 aclara el territorio de España o las Españas. La mayoría de los dominicanos, incluyendo a la mayoría de los negros, eran libres antes de iniciar la Dominación Haitiana el 9 de febrero de 1822. Por tanto, cuando en la memoria se hace referencia a los españoles, en realidad es a los dominicanos de todas las razas y los colores. Véase los artículos de la Constitución de Cádiz a continuación.

Ahora veamos los extractos de la memoria de D. Francisco Brenes.

Página inicial de la memoria. Nótese que dice españoles, lo que quiere decir dominicanos por lo explicado anteriormente.

Otro detalle a notar es que data del 22 de septiembre de 1822 respecto a la Dominación Haitiana que comenzó el 9 de febrero de ese mismo año. Los dominicanos sintieron el peso del yugo haitiano desde el principio de la Dominación Haitiana.

En esta parte menciona algunos de los atropellos que sufrieron los dominicanos. Menciona la injuria de los libertos a sus amos y a la misma vez el disgusto hacia el gobierno haitiano que esto y otras cosas ocasionaron en los dominicanos blancos, mulatos y negros. Es decir, los libertos debían ser unos pocos para que la mayoría de los negros y mulatos fueran representados por un sentimiento de rechazo. Si fuera lo contrario, la imagen dominante de los negros en particular debía ser la de injuriar a sus amos y no lo es.

También menciona algunos dominicanos que fueron engañados con «la dulzura» (entiéndase mentiras enrolladas en palabras bonitas) para convertirse en prohaitianos y, por tanto, a favor de la Dominación Haitiana. Estos siempre ha sido una minoría muy pequeña, incluso en nuestros días.

En esta parte menciona que el gobierno haitiano sabía que los dominicanos eran tranquilos (y de hecho, lo son hasta el día de hoy) y que tomaron esa característica en cuenta para imponer la Dominación Haitiana. Luego menciona algunos atropellos adicionales que cometía el gobierno haitiano contra los dominicanos. Queda claro que el maltrato al que fueron sometidos los dominicanos por parte de los haitianos le dio origen a un deseo general de librarse de ellos.

Un detalle interesante es que en ningún momento se hace alusión a que el deseo de los dominicanos de independizarse de Haití se debía a que aquellos eran negros. A eso se le puede añadir que en esa época era normal publicar en periódicos internacionales si algo se hacía encontra de los negros precisamente por ser negros. Se decían las cosas a la clara. El verdadero origen de la República Dominicana fue el maltrato a que fueron sometidos los dominicanos por los haitianos.

Primer artículo periodístico del degüello de Santiago de 1805

Los haitianos cometiendo una matanza general en Haití en 1804. Al año siguiente invadieron la parte española (hoy República Dominicana) y se repitó la escena por todo lo largo y ancho del país. Esta vez era de haitianos matando a los dominicanos en su tierra natal. Si bien fue un hecho muy extenso y doloroso que dejó al territorio dominicano con muertes y destrucción por doquier prácticamente, no fue tan completa como hicieron en Haití.

Uno de los episodios más horrendos que se ha llevado acabo es el degüello ocasionado en Santiago de los Caballeros en 1805 por las tropas haitianas lideradas por Jean Jacques Dessalines. Si bien existe el relato del santiaguero Dr. Gaspar Arredondo Pichardo, quien fue testigo del degüello y una de las poquísimas personas a las que se les perdonó la vida; nunca se ha encontrado un artículo periodístico nacional o internacional donde se mencione este suceso. Por ello nos complace presentar nuestro descubrimiento del primer artículo periodístico del degüello de Santiago que se ha encontrado. 

El 25 de abril de 1805 el periódico The Otsego Herald de Cooperstown, New York; publica lo que hasta ahora es el único artículo periodístico enfocado en el degüello de Santiago. 

Puntualizaciones

  • La noticia fue dada por el capitán Richards tras llegar a Charleston, Carolina del Sur, EEUU procedente de Cabo Francés (Cabo Haitiano).
  • Las tropas haitianas consistían de unos 40,000 hombres, con el emperador Jean Jacques Dessalines a la cabeza.
  • Dessalines no arriesgó su vida en el asalto. El general Brave tomó su lugar en liderar las tropas.
  • Decidieron atacar sorpresivamente entrando rápidamente por todas las calles y atacando con sus espadas a todos los hombres, mujeres y niños que encontrasen tanto en las plazas y las calles, como también dentro de las casas, las escuelas, los negocios y las iglesias. 
  • El general Brave al parecer fue herido de muerte. Otros 1,000 haitianos perecieron en el ataque, supuestamente eran de los mejores soldados de las tropas haitianas.
  • Toda la población encontrada en Santiago fue inmisericordemente degollada. No se respetó rango social, color de piel, edades o sexo; todos fueron asesinados a sangre fría y solo por puro capricho.

El artículo

Traducción del artículo

El capitán Richards nos cuenta lo que se dice en Cabo Francés de la invasión haitiana de Santo Domingo. Las tropas consistían de unos 40,000 hombres. El emperador Dessalines estuvo a la cabeza de las tropas hasta que arribó a Santiago, una ciudad importante del interior. Hicieron una reunión de guerra y optaron por asaltar sorpresivamente la ciudad. Al emperador les sugirieron que no arriesgara su vida en el ataque, por lo tanto puso al general Brave al mando. Después de un conflicto sangriento y desesperado, tuvo éxito atacando la ciudad; mas no sin pérdidas considerables. Se rumorea que el general Brave recibió una herida mortal y perdió 1,000 de sus mejores hombres. Los españoles (dominicanos) y franceses que fueron encontrados en la ciudad fueron todos degollados con las espadas.

Relato de Gaspar Arredondo Pichardo

Con motivos para que se comprenda mejor la manera que sucedió este lamentable hecho, incluimos a continuación las partes relevantes del relato de Gaspar Arredondo Pichardo, uno de los pocos santiagueros que vivió en carne y hueso ese estremesante momento de exterminio y sobrevivió para contarlo. 

Primeras noticias de la invasión de Toussaint Loverture en 1801

Toussaint Loverture

El 4 de marzo de 1801 el periódico The National Intelligencer and Washington Advertiser de Washington DC, Estados Unidos; publica una nota respecto la invasión de Touissant Loverture a Santo Domingo. Esta es la primera invasión haitiana de varias que se realizan en el siglo XIX.

Puntualizaciones

  • En la nota la ciudad de Puerto Príncipe aparece con el nombre de Puerto Republicano. Esto se debe que a finales de la época francesa en Haití le cambian el nombre a la ciudad a Puerto Republicano, en conmemorancia al final de la Monarquía Francesa y el inicio de la República Francesa. Cuando se funda Haití como país libre e independiente, bajo la pretensión de eliminar todo lo que les recordase a Francia -nótese que la principal ciudad en el norte de Haití Cabo Francés pasa a llamarse Cabo Haitiano-, se ordena la abolición del nombre Puerto Republicano y se reinstaura el nombre original de Puerto Príncipe. También debe llamar la atención que Haití no es fundado como una república, sino como un imperio vitalicio con Jean Jacques Dessalines a la cabeza.
  • Si bien la nota se publica el 4 de marzo de 1801, debe tomarse en cuenta que el bergantín Stokes Harriet parte de Puerto Príncipe el 9 de febrero y llega a Washington DC el 26 de febrero. 
  • Existía la creencia que los españoles (es decir los dominicanos) habían derrotado las fuerzas invasoras de Touissant Loverture. Esta nota aclara el asunto con noticia de una persona que estuvo en la isla al momento de concretarse la invasión.
  • Los cibaeños, particularmente los de Santiago, demuestran su deseo intenso de preservar el territorio y la sociedad españolas (dominicanas) enfrentando al invasor con mayor determinación y fuerza que el resto de la parte española de la isla. El apego a lo suyo es una característica de los cibaeños que vuelve a florecer en épocas posteriores con motivos de preservar a la República Dominicana, como lo fue en la guerra de la Restauración, rebeldía que comenzó en Santiago, por ejemplo.

El artículo

Traducción del artículo

El jueves arribó el bergantín Stokes Harriet, 17 días después que partió de Puerto Republicano. Un caballero que era pasajero en esta embarcación nos informa que la derrota que los españoles les impusieron a las tropas de Touissant es, en parte, incorrecta. Según los reportes precisos que han llegado a Puerto Republicano, solo la columna que invadió por el norte fue afectada. Touissant dividió sus tropas en tres columnas, y solo la columna del norte en la planicie en los alrededores de Santiago se tropezó con fuerzas españolas superiores que les infligieron una derrota parcial. Antes del bergantín Harriet partir de Puerto Republicano les llega la noticia que Touissant se había apoderado de la ciudad de Santo Domingo sin ninguna dificultad. Los habitantes principales a la llegada de los haitianos ya la habían abandonado, huyendo con sus pertenencias más valiosas.

La situación en Santo Domingo meses antes de la invasión de Dessalines

Grabado de una calle en Santo Domingo durante el siglo XIX, capital de la parte española de la isla de Santo Domingo (actual República Dominicana). El aspecto de la ciudad era muy similar durante la invasión de Dessalines en 1805.

El 4 de agosto de 1804 en el periódico estadounidense The National Intelligencer: Washington Advertiser aparece la copia de una nota con actualizaciones de lo que ocurría en la parte española de la isla de Santo Domingo a tan solo meses antes que se produjera la invasión de Jean Jacques Dessalines en 1805. La nota en sí fue publicada originalmente el 23 de julio de 1804 en el Lazaretta de Filadelfia. La noticia fue dada por el capitán Clark de la embarcación Louisa tras llegar a Filadelfia procedente de Santo Domingo.

Puntualizaciones generales

  • A principios de 1804 los negros habían declarado su independencia y al nuevo país le denominaron Haití. En marzo de ese mismo año se puso en marcha el degüello de todos los franceses blancos por órdenes de Jean Jacques Dessalines, libertador de los haitianos. Desde el principio los haitianos sostenían que la isla completa mas las adyacentes les pertenecían.
  • Desde 1802 la parte española de la isla estuvo en manos de los franceses, primero con el general Leclerc al mando y, tras su muerte, el general Ferrand. Los dominicanos aceptaron el liderazgo francés porque entendían que sus intereses estaban más seguros que bajo mando haitiano y, además, se mantenía la esperanza que en un futuro se pudiera regresar al seno del Reino de España, con el cual se identificaban por razones de origen, idioma, costumbres e ideales.

Puntualizaciones del artículo

  • El bloqueo marítimo que Inglaterra le hizo a Saint-Domingue (la parte francesa de la isla) durante la revolución de los haitianos, con motivos de impedir el éxodo de los franceses por mar y cualquier ayuda que pudieran recibir desde el exterior, no se extendía a la parte española de la isla.
  • Las diferencias entre los líderes haitianos Enrique Cristóbal (Henri Christophe) y Jean Jacques Dessalines se percibía como potencialmente devastadoras para el triunfo de los haitianos, quienes habían declarado la independencia de Haití el 1ero de enero de 1804.
  • A mediados de 1804, el general Ferrand no se sentía amenazado por los negros debido al hecho que prácticamente no habían negros dentro de 190 kilómetros de distancia desde la capital dominicana. Lamentablemente, a principios de 1805 la furia de los haitianos llegó hasta las mismas murallas de Santo Domingo bajo el mando del mismo Jean Jacques Dessalines en lo que él denominó La Campaña del Este. Este ha sido el episodio más sangriento, triste y devastador que ha sufrido el pueblo dominicano.

Traducción del artículo

Durante mi estadía en Santo Domingo llegaron tres fragatas inglesas con banderas de tregua. Las embarcaciones fueron la Blanche del capitán Mudge, la Pique del capitán Ross y la Franchise del capitán Murray. Todos los oficiales estaban en tierra firme, algunos desde hacía tres días. Dijeron que no tenían intenciones de hacer un bloqueo marítimo a Santo Domingo.

Existe una división entre los dos generales negros, Cristóbal y Dessalines, la cual puede ser fatal para los intereses de los negros.

El general Ferrand no sentía la presión porque no había ni un negro a 190 kilómetros desde la ciudad de Santo Domingo. La guarnición tenía provisiones para nueve meses y las tropas estaban saludables.

En el canal de la Mona hablé con la fragata inglesa Mermaid y me informaron que estaban buscando a las tropas francesas que se esperaban desde La Habana para reforzar a Santo Domingo.

El artículo

Las implicaciones a los dominicanos de la Ordenanza del Rey de Francia de 1825

La independencia de Haití tuvo una faceta muy peculiar y es que fue la única independencia de América que requirió el pago de una indemnización a su antigua metrópoli. Según algunos historiadores, esta imposición cementó uno de los tropiezos fundamentales en el deterioro continuo de Haití como sociedad y economía.

El pago de esa indemnización fue aceptada por el gobierno de Jean Pierre Boyer en 1825 como requisito para que Francia reconociera la independencia de Haití. La decisión tomada por Jean Pierre Boyer fue muy impopular en Haití y mucho mas entre los dominicanos. Los haitianos se sintieron ofendidos que su propio gobierno aceptara tal humillación, mientras los dominicanos se negaban a pagar ni un céntimo en impuestos para saldar esa deuda aludiendo a que nunca fueron súbitos de Francia y por lo tanto no tenían ninguna obligación para con ello.

Hemos encontrado la Ordenanza del Rey de Francia original. En ella se manifiesta varios detalles que nos llamaron mucho la atención con respecto a las implicaciones que esto tuvo para los dominicanos.

Falta de legitimidad de la invasión haitiana de 1822 a 1844

A pesar que desde 1822 los dominicanos estaban sometidos al yugo haitiano, en la ordenanza se nota que fuera de la isla la invasión haitiana no tenía legitimidad.

Primero, siempre hace mención de la parte francesa de Santo Domingo, aludiendo a la antigua posesión de Francia en la isla. Nótese que el mero hecho que el gobierno haitiano se había apoderado de la parte española de la isla, no le concedió un reconocimiento automático de ese atropello contra los dominicanos. Por ello, la ordenanza menciona mucho la parte francesa de la isla, lo que implícitamente conlleva a que aun existía la parte española, si bien estaba sometida en una crisis de gobernabilidad por la intromisión de los haitianos.

Segundo, en el Art 3 dice que cuando se salde la deuda, Francia le reconocerá la independencia a los habitantes de la parte francesa. Es decir, Francia le concedía la libertad política a los haitianos mas no a los dominicanos.

Es oportuno señalar que la Era de Francia en Santo Domingo culminó en la práctica en 1809 en la guerra de la Reconquista y oficialmente en 1814 cuando en un tratado el gobierno francés le devuelve la parte española a España, aunque España gobernaba la parte española desde 1809 por petición de los dominicanos. Incluso, en la Constitución de Cádiz de 1812 se incluye a la parte española de Santo Domingo como parte integral de los dominios de España e incluye privilegios que se le otorgaron exclusivamente a la parte española de Santo Domingo, no obstante que oficialmente Francia no había rendido su control sobre el territorio reconquistado por los dominicanos. Esta es la razón por la que Francia no consideraba a los dominicanos como súbitos suyos.

En ningún momento compromete a los dominicanos

Contrario a lo que alegaban las autoridades haitianas, quienes les querían imponer a los dominicanos un impuesto para pagar esta nueva deuda; la misma ordenanza en ningún momento menciona ni a los dominicanos ni tampoco a la parte española de la isla. Inclusive, el hecho que siempre menciona a la parte francesa es indicativo de que esta ordenanza no tenía relevancia mas allá de las fronteras española-francesa o domínico-haitiana. Además, en el Art 2 es muy específico al mencionar a los habitantes de la parte francesa, es decir a los haitianos, como los responsables para suministrar los recursos a su gobierno con los cuales se pagaría la deuda.

La apertura comercial le fue impuesta exclusivamente al occidente insular

Una vez mas se refuerza a quienes realmente le correspondía esta ordenanza con la mención explícita de la apertura de los puertos de la parte francesa, es decir los puertos de Cabo Haitiano, Gonaives, San Marcos, Puerto Príncipe, Jeremías, Los Cayos y Yáquimo; no los de Santo Domingo, Puerto Plata, Montecristi, Samaná, etc. La ordenanza no solo estipulaba la apertura de los puertos de la parte francesa de la isla al comercio internacional, sino que eran los únicos puertos de la isla que estaban obligados a reducir a la mitad los aranceles que se les cobrara a las embarcaciones francesas.

Fue un acuerdo entre los amos franceses y sus esclavos

Queda demostrado sin ninguna matiz de confusión que el propósito de esta deuda no era solo para reconocer la independencia de Haití, sino para indemnizar a los colonos franceses que abandonaron la isla en consecuencia de los disturbios y la guerra de exterminio que se llevó acabo en Haití desde 1791 hasta 1804. Todo esto se resume en un solo hecho: los esclavos franceses compraron su libertad pagando a sus amos el valor de las propiedades usurpadas, incluyendo el valor de los esclavos mismos.

Por naturaleza, este acuerdo no tenía relevancia para los dominicanos por el hecho de que los dominicanos nunca fueron esclavos de los franceses, primero porque la inmensa mayoría de la población dominicana no era esclava, incluyendo a la mayoría de la población de color pues eran hombres y mujeres mayormente libres; y, la minoría que si fue esclava lo fue de algunos españoles, no de los franceses.

Traducción de la ordenanza

ORDENANZA DEL REY DE FRANCIA
París, 17 de abril de 1825

CARLOS, por la gracia de Dios, Rey de Francia y de Navarra, a todos ustedes presentes aquí, saludos. Por los artículos 14 a 73 de la Carta Magna, que busca proveer recompensas por los intereses comerciales franceses, los malestares de los antiguos colonos de Santo Domingo, y el estado precario de los habitantes de esa isla; les ordeno lo siguiente:

ART 1. Los puertos de la parte francesa de Santo Domingo serán abiertos al comercio de todas las naciones; el derecho que se impone a la entrada como a la salida de los puertos serán uniformes para todos los pabellones, exceptuando al pabellón francés, en favor del derecho a que sean reducidos a la mitad.

ART 2. Los habitantes actuales de la parte francesa de Santo Domingo pagarán al fondo (general) de depósitos y envío a Francia cinco veces iguales de año en año, comenzando el treinta y uno de diciembre de 1825, la suma de ciento cincuenta millones de francos, destinados a compensar los antiguos colonos que demandaron una indemnización.

ART 3. Concedemos, en las condiciones siguientes, por la presente ordenanza, a los habitantes de la parte francesa de Santo Domingo, la independencia plena y entera de su gobierno.

Esta será la presente ordenanza sellada con el gran sello.

Dado en París, en el palacio de Tuileries, el 17 de abril del año de gracia 1825, en nuestro reino primero.
(Firmado) Carlos

Por el Rey:

La Francia junta, ministro, secretaria de Estado al departamento de la marina en las colonias,
(Firmado) Conde de Chabrac

Vio el sello: -El Gran Sello, ministro, secretaria de Estado del departamento de la Justicia,
(Firmado) Conde de Peyronnet

Visa: – El Presidente del Consejo de los Ministerios,
(Firmado) JH. de Villeile

La ordenanza original

La proclamación de Dessalines a los dominicanos en 1804

El 21 de junio de 1804, el periódico The Ostega Herald, de Cooperstown en Nueva York, publicó el artículo Massacre of All The Whites at Cape Francois (Masacre de todos los blancos en Cabo Francés). Ese artículo fue redactado en la Ciudad de Nueva York el 4 de junio de 1804, en base a las informaciones dadas por la tripulación de un barco que había hecho escala en Haití antes de llegar a Nueva York. Durante la escala, la tripulación recibió las informaciones de la masacre, además de una copia de la proclamación que hizo Jean Jacques Dessalines a los habitantes de la parte española de Santo Domingo antes de su temible invasión de 1805.

Algunas puntualizaciones

  • Cabo Francés era el nombre original de Cabo Haitiano. También se conoce como El Cabo.
  • Fuerte Delfín (Fort Dauphin en francés) hoy se llama Fuerte de la Libertad.
  • Ferrand era el gobernador francés de la parte española desde que el general Leclerc, después que conquistó la parte española arrebatándosela a los haitianos quienes en 1801 la habían invadido, sucumbió a la fiebre amarilla.
  • Rochambeau era uno de los generales principales de las fuerzas francesas. Se rindió ante los haitianos, efectivamente finalizando las hostilidades en Haití. Firmó un acuerdo con Dessalines respecto a que iba proteger a los soldados franceses heridos hasta que Francia mandara una carabela para buscarlos un tiempo después. A pesar de la promesa que hizo Dessalines, a los pocos días de Rochambeau partir rumbo a Francia, todos los soldados franceses heridos que se quedaron en Cabo Francés fueron ahogados en un río por órdenes de Dessalines.
  • En 1804, Dessalines proclama la independencia de Haití y a partir de ese momento los habitantes de la antigua parte francesa se autodenominan haitianos. Sin embargo, la parte española de la isla estaba gobernada por unos 2,000 franceses bajo el mando del general Ferrand y todos los habitantes dominicanos, y de todos los colores, seguían refiriéndose como españoles.

La masacre de los franceses en 1804


Pintura del siglo XIX que muestra una escena de la masacre de los franceses en 1804.

En 1804, el gobernador general de Haití Jean Jacques Dessalines, ordena la masacre general de todos los franceses sin distinción de sexo o edad. Según la información suministrada en el artículo, la masacre se llevó acabo entre el 19 de abril y el 14 de mayo de 1804 por todo lo largo y ancho de Haití.

Nos llama la atención un detalle hasta ahora desconocido. Parece que algunos franceses de Santiago fueron capturados por los haitianos y llevados a Cabo Haitiano donde fueron masacrados.

Esta masacre general, que fue la última de varias masacres que los haitianos habían ejecutado contra los franceses desde 1791, tuvo un impacto aterrador en el imaginario de los dominicanos. El resultado fue un miedo atroz a los haitianos y por ello pusieron su confianza en las tropas francesas mandadas por Napoleon Bonaparte y lideradas por el general Leclerc y, a la muerte de éste, el general Ferrand. Ese rechazo de los dominicanos a la autoridad de Dessalines, mas la alianza con los franceses, fue lo que produjo la ira que Dessalines descarga contra la población civil dominicana en la invasión de 1805.

Veamos lo que dice el artículo respecto a la masacre de los franceses de 1804.

Todos los habitantes franceses [de Cabo Francés], incluyendo a hombres, mujeres y niños que numeraban entre 2,000 y 2,500; fueron matados con espadas y bayonetas en Cabo Francés.

El 22 de abril, Fuerte Delfín fue saqueada y todos los blancos, aproximadamente noventa hombres, mujeres y niños; fueron masacrados y una parte del pueblo fue destruido.

Unos días después los habitantes franceses de Santiago y otros lugares del interior fueron llevados al Cabo y fueron matados de la manera más inhumana.

Hombres, mujeres y niños fueron despedazados con espadas y apuñalados con bayonetas. Mujeres con sus niños en sus brazos corrían por las calles tratando de evitar a sus perseguidores y cuando eran capturadas, de una apuñalada con la bayoneta atravesaba el cuerpo de la madre y la de su hijo.

Después de esta masacre horrible, los cuerpos se quedaron en las calles por tres días, hasta que se le dio la orden a los habitantes a que movieran los cuerpos que estaban cerca de las casas, los cuales fueron tirados en una fosa al pie de una montaña.

Antes de la masacre, los negros estaban seguros que iban apropiarse de los bienes de los blancos, a quienes se los quitaron llamándolos individualmente y prometiéndoles la salvación de sus vidas si les daban sus bienes. Luego que se los daban, sin excepción todos fueron asesinados en la masacre general. Se dice que la propiedad obtenida (consistía de oro, plata y prendas preciosas) fue inmensa. Los negros llevaron cantidades grandes de oro al pueblo y lo cambiaron por plata que valía menos de la mitad.

Estamos informados que Dessalines ha decretado que cualquier francés que llegue a Santo Domingo será matado.


El tamaño de la milicia de Dessalines

Al día que recibimos la noticia, Dessalines está construyendo fortificaciones en las montañas. Sus fuerzas consisten de 60,000 hombres.

La verdadera razón por la que Dessalines hizo la proclamación a los dominicanos

El 12 de mayo, Dessalines emitió una proclamación (firmada el 8 de mayo) pidiendo a los habitantes españoles de Santo Domingo a declararse a favor o en contra de él, dándoles quince días para que se decidan. Esta proclamación la hizo a consecuencia de recibir información desde Puerto Príncipe respecto a la llegada de refuerzos de tropas francesas a Santo Domingo.

La proclamación de Dessalines a los dominicanos

La proclamación se hizo el 12 de mayo de 1804 con motivos de avisar a los dominicanos que si no se unían a Haití, iban a sufrir el peor de los castigos junto con el último remanente de los franceses que estaban afincados en la ciudad de Santo Domingo. Con esto se desmorona el mito que algunos han difundido diciendo que Dessalines no invadió para pelear contra los dominicanos, sino que solo fue contra los franceses.

Cuando Dessalines toma la decisión de invadir la parte española de la isla a principios de 1805, lo hizo con la decidida intención de vencer al remanente francés en la ciudad de Santo Domingo y luego dar la orden de otra masacre general, pero esta vez contra toda la población dominicana.

Al no cumplirse el deseo de vencer a las tropas francesas, en su retirada hacia Haití Dessalines ejecutó parte de su plan genocida contra los indefensos e inocentes habitantes dominicanos. La matanza contra los dominicanos no fue completa porque las tropas haitianas solo destruyeron lo que estaba en su camino. Si hubiesen vencido a los franceses, el exterminio de los dominicanos hubiera sido completo porque los haitianos hubieran tenido el control de la isla completa, sin dejar tiempo ni espacio para que quienes huían hacia los bosques y se escondían en las sabanas efectivamente pudieran salvar sus vidas.

Fue práctica común de Dessalines, durante la masacre general de los franceses en 1804, de ofrecer protección a los franceses si mostraban fidelidad a él. Sin embargo, sus palabras y promesas nunca fueron sinceras y solo servían para que aquellos franceses que lograban esconderse y salvar sus vidas, se presentaran ante él y, sin ellos tener la menor idea antes de presentarse, degollarlos. No hay por qué pensar que lo mismo no lo aplicaría contra los dominicanos, e inclusive se hizo algo similar en el degüello de Moca.

Veamos la proclamación traducida al español.

Apenas fueron expulsadas las tropas francesas, por un sentimiento libre y espontáneo, ustedes reconocieron mi autoridad. Cuidadoso de su prosperidad antes que la ruina del territorio que habitan, les dí una recepción favorable. Desde entonces los he considerado como mis hijos y no ha disminuido mi fidelidad hacia ustedes. Como prueba de mi solicitud paternal, en los lugares que se rindieron a mi poder, he propuesto que los líderes sean hombres sacados de ustedes mismos. Envidiosos de haberlos aceptados como mis amigos, que les dí mucho tiempo para que se recolectaran y me aseguré de su fidelidad, he restringido la ira insoportable de mis soldados. Desde luego yo mismo me felicitaba por el éxito de mi solicitud con la que pretendía evitar el derrame de más sangre. Pero en aquel momento, un sacerdote fanático no les había puesto en sus pechos la ira, todavía el incendiario Ferrand no les había dado el veneno de la mentira y la calumnia. Escritos originados en la desesperanza y la debilidad, han sido circulados y de inmediato muchos de ustedes, seducidos por las insinuaciones perfidias, solicitaron la amistad y la protección de los franceses. Se atrevieron encojonarme por juntarse con mis enemigos. Españoles, ¡reflexionen! En la orilla del precipicio que se ha abierto debajo de sus pies, ¿ese amo diabólico los salvará a ustedes cuando con espada y fuego los perseguiré hasta la última trinchera donde se escondan?

¡Ah!, sin lugar a dudas que sus rezos, sus mañas, sus reliquias religiosas no serán impedimentos para mi invasión. Tan vano como débil, ¡no los podrá proteger cuando yo los entierre a él y a ustedes en las ruinas de su capital! Recuérdense que ni con los recursos e intelecto de los europeos han podido vencerme, y que por mis manos victoriosas se ha rendido el capitán general Rochambeau. Para atraer a su bando a los españoles, ellos propagan la noticia de la llegada a Santo Domingo de carabelas llenas de tropas francesas. ¿Por qué eso no ha sido verdad? Poco se imaginan que con retrasar mis ataques hasta este tiempo, mi meta ha sido incrementar nuestros recursos y la cantidad de las víctimas. Para crear desconfianza y terror, ustedes van a sufrir la misma suerte que ya sufrieron los franceses, pero yo no tengo razón para tratarlos así. ¿Los males de los franceses también les aplican a los españoles? ¿Tengo que aplicarles a ustedes los crímenes que hicieron los franceses en contra de mi gente? Ellos tienen la afronta de decir que, reducidos a huir para sentirse seguros, me van a derrotar en la parte sureña de la isla. ¡Está bien! Sepan que estoy preparado y que el rayo les va caer sobre sus cabezas. Sepan que mis soldados están ansiosos por recibir la señal de ir y reconquistar las fronteras que la naturaleza nos ha dado. Un poco más y con el peso de mi poder pisotearé el remanente francés.

¡Españoles! Es a ustedes a quienes les hablo solo porque quiero salvarlos. Ustedes, que son culpables de la evasión, podrán preservar sus vidas solo hasta donde mi clemencia se atreva protegerlos. Todavía hay tiempo para evitar un error que será fatal para ustedes. Si no quieren que su sangre sea derramada junta con la de los franceses, rompan todas las alianzas con mi enemigo. Díganme sin demora en qué parte de su territorio debo comenzar mi ataque o si debo atacar por todas partes sin discriminación. Les doy quince días para que me digan sus intenciones y se unan a mi bando. Ustedes saben que conocemos todos los caminos de Santo Domingo y que en más de una ocasión hemos visto a sus soldados dispersarse ante nosotros. En pocas palabras, ustedes saben de lo que soy capaz y de lo que me atrevo hacer. Piensen en su preservación.

Reciban mi promesa de no lastimarlos, ni a su persona ni a sus propiedades, si se aprovechan de esta ocasión de ser admitidos entre los hijos de Haití.

Cabo Haitiano, 8 Mayo 1804.
Primer Año de Independencia
Gobernador General, DESSALINES






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