La desigualdad económica en la República Dominicana

La República Dominicana siempre ha sido una sociedad muy desigual, si bien por la mayor parte de su historia los sectores pudientes eran modestos si se compara con los sectores pudientes de otros países.

La desigualdad dominicana en la historia

Durante la época colonial española que duró más de 300 años, desde el principio fue una sociedad con una ausencia casi absoluta de las clases medias. Todo era rico o pobre. Durante la Dominación Haitiana que duró 22 años fue una época de retroceso al imponerse cosas que eran propias de Haití como el no reconocimiento del país por otros países. La clase pudiente, que no era tan pudiente en esa época, vio su patrimonios achicarse mientras al mando estaban los haitianos. Durante la era republicana con el país establecido como libre e independiente, siguió siendo una sociedad de ricos y pobres y con una ausencia casi absoluta de las clases medias. Esto continuó hasta la década de 1970s, que por primera vez comienza a surgir una clase media aunque en ese entonces concentrada en su cadi totalidad en Santo Domingo. A partir de esa década, las clases medias no estaban compuestas por miembros del Estado, sino que el mercado comenzó a desarrollar una clase media que con el tiempo ha ido creciendo y se ha convertido en su fuente principal.Con ello se iba afectando la desigualdad, que reiteramos siempre ha sido alta si bien las clases pudientes eran moderadas.

La desigualdad dominicana en 2021

El Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS en español, SEDLAC en inglés) de la Universidad Nacional de La Plata en Buenos Aires, Argentina; en noviembre de 2021 publica un mapa de la desigualdad en América Latina y el Caribe. Con datos de la CEDLAS y el Banco Mundial utiliza el índice de Gini de segmentos dentro de un país. El índice de Gini mide la desigualdad económica de los residentes en un lugar en específico. Los resultados son interesantes porque permiten comparar la desigualdad en otros países para entender mejor la realidad dominicana.

Mapa

El mapa engloba a la mayoría de los países en América Latina y el Caribe. Los colores que utiliza van desde el blanco que significa menos desigual y en otro extremo el rojo que significa más desigualdad. Entre los dos extremos están varias tonalidades de amarillo, beige y anaranjado en ese orden de menos desigual a más desigual.

Como se puede observar, la República Dominicana es de los países latinoamericanos con menos desigualdad económica. Podemos ver que países como Colombia, Panamá, Ecuador, México, Brasil, Honduras y otros son más desiguales aue la República Dominicana.
Este acercamiento a la zona de las Antillas podemos ver mejor el caso dominicano. A simple vista se nota que la zona menos desigual de la República Dominicana y la isla es la región del Cibao. Un poco más desigual engloba a toda la región Este, que dicho sea de paso es la zona más visitada por turistas extranjeros, y una gran parte de la región Sur. Se destacan Santo Domingo provincia y el Distrito Nacional al ser la zona más desigual de la República Dominicana.

Si comparamos a nuestro país con el vecino Haití, brinca ante nuestros ojos la diferencia con República Dominicana al ser un país mucho más desigual. Incluso, el nivel de desigualdad en la mayor parte de Haití no existe en la República Dominicana. Pone en evidencia que la frontera domínico-haitiana no es solamente una barrera de tradiciones, constumbres, linguística, desarrollo económico entre otras cosas; también marca la diferencia entre una sociedad que es más desigual que la vecina. Una haitianización de la República Dominicana implicaría un aumento de la desigualdad en nuestro país por el simple hecho que con el tiempo la República Dominicana se parecería más a Haití.

En el caso de Jamaica se ve una similitud con Haití y una diferencia marcada con República Dominicana. Aquí se pone en evidencia el mito que dice que si República Dominicana hubiera sido colonizada por los ingleses fuera mejor. Creen que esto significa que fueramos más parecidos a Estados Unidos, cuando en realidadson países como Jsmaica los que representan mejor lo que hubiera sido nuestro país ante esa circunstancia. Ningún dominicano desearía que nuestro país fuera más desigual de lo que es e incluso, se quiere que con el paso del tiempo sea más igual.

Imágenes de la invasión estadounidense a República Dominicana (1916 – 1924)

La República Dominicana fue invadida por los Estados Unidos en 1916 hasta 1924. Aunque no está del todo claro el por qué fue invadida por los Estados Unidos, lo cierto es que en 1915 el presidente estadounidense Woodrow Wilson ordenó la invasión de la vecina Haití. Existe una versión que dice que la decisión que tomó Wilson de invadir la República Dominicana al año siguiente se debió al simple hecho que comparte la única frontera terrestre con Haití. En pocas palabras, la República Dominicana fue víctima de su vecindad con el segundo país más antiguo de América.

De todos modos, durante la primera invasión estadounidense a la República Dominicana se tomaron varias fotos por todo lo largo y ancho de la República Dominicana. Aquí mostramos una pequeña parte de estas imágenes, la mayoría tomadas en el Cibao. Las mismas no están en orden alguno.

La bandera de los Estados Unidos ondea en la cima de la Torre del Homenaje en la Fortaleza Ozama tomando el lugar de la bandera de la República Dominicana. Las banderas de todos los países que han gobernado a Santo Domingo ondearon en esta torre, que es la única medieval en América y forma parte del complejo militar occidental más antiguo de América.
Militares estadounidenses revisando un aeroplano cerca del primer Santiago de América.
Militares estadounidenses marchando cerca de la bandera de los Estados Unidos en República Dominicana.
Militares estadounidenses en la Santiago de los Caballeros.
La llegada a República Dominicana de un grupo de militares estadounidenses a Montecristi.
El cruce de militares estadounidenses a una carretera dominicana.
Militares estadounidenses revisando una casa de dominicanos.
La llegada de una parte de la milicia de Estados Unidos a Montecristi.
Un campamento militar estadounidense en Montecristi.
Campamento militar estadounidense al lado del Cemeterio Municipal de Santiago de los Caballeros.
La bandera de los Estados Unidos ondeando sobre la entrada principal de la Fortaleza San Luis en Santiago de los Caballeros (1918).
Militares estadounidenses en las afueras de Santo Domingo. Nótese las escopetas Springfield, las armas por excelencia de las tropas estadounidenses en su primera invasión de la República Dominicana (1916).
Caballería de las tropas estadounidenses cruzando el río Dajabón en la frontera norte entre República Dominicana y Hití. Nótese mujeres haitianas lavando ropa en el costado izquierdo de la foto. Los estadounidenses tenían intervenido militarmente a Haití, por tanto los que gobernaban un lado y el otro de la isla era la misma gente que habla inglés.
Militares estadounidenses en plena batalla contra los dominicanos defendiendo su país de los invasores. Nótese que varios están apuntando sus escopetas preparadas a tirotear a dominicanos en su país. Foto tomada en la Línea Noroeste (entre Montecristi y Santiago) en junio de 1916.
Vista aérea en julio de 1916 de la Fortaleza San Luis en Santiago con un campamento militar de los Estados Unidos.
Caballería militar estadounidense andando por las calles de Santo Domingo.
Militares estadounidenses custodiando al pueblo de Castillo cerca de San Francisco de Macorís.
Militares estadounidenses en plena batalla contra los dominicanos.
Fortaleza San Luis en Santiago.
Otra toma de la Fortaleza San Luis en Santiago. Nótese la bandera de los Estados Unidos y la ausencia de la bandera de la República Dominicana en lo que es tierra dominicana.
Formación militar estadounidense en Montecristi.
Militares estadounidenses en una bola en carreta dominicana. Nótese que mientras los estadounidenses están sentados, el dominicano dirige la carreta y los burros a pié. Otro detalle a notar es que mientras el dominicano está desarmado, los estadounidenses tienen sus escopetas.
Militares estadounidense patrullando la ruta del ferrocarril entre Navarrete y Puerto Plata en 1916.
Caballería militar estadounidense rodeando uno de los carros Ford T usados por ellos también en su invasión de República Dominicana.
Militares estadounidenses en la calle Del Sol entre calle Cuba y Sánchez en Santiago de los Caballeros.
Militares estadounidenses marchando en una zona rural de la República Dominicana. Nótese la bandera de los Estados Unidos.
Afiche representando la llegada los estadounidenses a la República Dominicana en 1916.

Frank Moya Pons: La revolución ignorada

LOS DOMINICANOS se complace en presentarle este artículo del destacado historiador dominicano Frank Moya Pons. Fue publicado en la desaparecida revista RUMBOen la edición del 15 al 21 de abril de 1997. Consideramos que describe a la perfección de los cambios progresistas que ha tenido la República Dominicana respecto a su estilo de vida y economía durante los siglos XIX y XX.

«Pocos dominicanos se dan cuenta de que la República Dominicana ha estado viviendo en medio de una revolución social y económica.

Esta revolución comenzó durante la Segunda Guerra Mundial y, salvo un par de conyunturas de estancamientos a finales de los años 50 y principios de los 60, los cambios generados por ella se han ido acelerando a medida que pasa el tiempo.

La revolución dominicana del último medio siglo ha sido una revolución capitalista, y de ella no han podido escapar ni siquiera los que más se opusieron a ella, esto es, los socialistas y comunistas.

En el curso del siglo 19 la economía dominicana se expandió lentamente por vía de sus exportaciones, principalmente tabaco y maderas. Durante la primera parte de esa centuria el país vivió dentro de lo que se conoce como capitalismo mercantil.

En los últimos 25 años del siglo pasado (19), las exportaciones dominicanas se expandieron considerablemente con el desarrollo de nuevas plantaciones de azúcar, café y cacao que incorporaron definitivamente la economía dominicana a la economía mundial.

El modelo económico era entonces relativamente simple y muy similar al que presentaban la mayoría de los países de América Latina: un país especializado en la producción y exportación de varios productos tropicales o minerales que producían divisas para financiar las importaciones de mercancías no producidas localmente.

El comercio exterior era entonces el principal motor de la economía pues esta funcionaba el ritmo de las exportaciones.

Cuando las ventas en el exterior subían, la prosperidad se hacía visible. Cuando bajaban, el comercio se aletargaba, el consumo se constreñía y había escasez por doquier.

La hegemonía era tal que no habían bancos ni instituciones financieras formales. El crédito y financiamiento de las operaciones económicas estaba a cargo de un activo grupo de grandes casas comerciales ubicadas en las cabeceras de las principales provincias y puertos del país.

A pesar de ser la dominicana una economía agrícola, los agricultores y hacendados no eran entonces la clase dominante. Su poder social y económico era compartido por los comerciantes, particularmente los que tenían un poder de compra y almacenamiento, y gozaban de crédito en casas extranjeras importadoras de productos tropicales.

En los pueblos y ciudades más importantes habitaba una élite comercial que avanzaba dinero a los campesinos y hacendados a cambio de sus cosechas.

Esta élite comercial procesaba y almacenaba el tabaco, el café, el cacao, los cueros, la cera, la miel y las maderas, y exportaba estos productos a través de Puerto Plata, Santo Domingo, Azua, Montecristi y Samana.

Estos comerciantes eran banqueros de los productores rurales, así como los mercaderes, artesanos y profesionales urbanos. Su predominio económico y su gravitación social los convertía en uno de los ejes centrales de la economía nacional.

El desarrollo de la gran industria azucarera entre 1874 y 1920 no debilitó el poder del sector comercial. Antes al contrario, ayudó a reforzarlos.

Aunque controlada por compañías extranjeras, la industria azucarera sirvió para aumentar sustancialmente las exportaciones al mejorar la capacidad de pagos del país en el exterior.

Al convertirse en uno de los principales exportadores, la industria azucarera diseminaba en las regiones bajo su influencia mucho dinero en salarios.

Ese dinero circulaba rápidamente en busca de alimentos y mercancías importadas y era recogido en un breve ciclo económico por los comerciantes importadores que eran, a su vez, los principales exportadores en el país.

La industria estaba entonces escasamente desarrollada. Aparte de los ingenios y de unos pocos aserraderos, los llamados establecimientos industriales eran casi todos pequeños talleres artesanales de poca tecnología y escaso personal.

En muchos de ellos la tecnología derivaba de la llamada Edad Media europea, aunque algunos utilizaban máquinas e instrumentos de más reciente invención, esto es, de la proto-revolución industrial europea del siglo 18.

La llegada de la máquina de escribir, del linotipo, del cable submarino, y de los vehículos de motor empezó a alterar el ritmo de cambio en la sociedad dominicana a principios del siglo 20, pero no fue suficiente para revolucionar la economía.

Esto siguió manteniendo su carácter mercantil durante las siguientes décadas hasta que comenzó la revolución capitalista que hemos mencionado más arriba».

Frank Moya Pons

Documentos de la economía de la República Dominicana

LOS DOMINICANOS les presentamos varios enlaces en los que se pueden descargar documentos profesionales, libros electrónicos, clasificaciones, presentaciones en PowerPoint y más; todos relacionados a la economía de la República Dominicana. Cada cierto tiempo actualizaremos y/o añadiremos nuevos enlaces para su enriquecimiento intelectual.

La informalidad en el mercado laboral urbano en República Dominicana

Medición multidimensional de la pobreza

Fortalecimiento de la capacidad recaudatoria del Estado para el desarrollo sostenido

El ingreso y el gasto como medida de bienestar de los hogares: Una evaluación estadística

Devaluación y distribución del ingreso en República Dominicana

Estrategia de competitividad turística de la República Dominicana

¿Cómo se mide la independencia de los bancos centrales?

Datos del turismo, la inversión y la economía de República Dominicana

El consumo de la economía dominicana rural

Guía de negocios en la República Dominicana

Una economía, muchas recetas: La globalización, las instituciones y el crecimiento económico

Composición Social Dominicana: Historia e interpretación

Historia de la inserción de la economía dominicana

Génesis y evolución del concepto y enfoques sobre el desarrollo

La ruta hacia el crecimiento sostenible en la República Dominicana

Acuerdo de cooperación energética PETROCARIBE

Tendencias urbanas: 227 millones habrán dejado los barrios de tugurios para 2010

Apertura commercial y sostenibilidad fiscal

Estrategia para la implementación de un mercado de valores de deuda pública en la República Dominicana

El gasto público y privado educativo en la República Dominicana

Crecimiento, competitividad y equidad

Retos y oportunidades para la economía regional

DR-CAFTA y el futuro de la economía dominicana

Análisis del comercio entre República Dominicana & la Unión Europea

Relaciones comerciales y cooperación entre Estados Unidos & República Dominicana 

Relaciones comerciales entre Haití & República Dominicana, 2003-2007

Características de mercado: Sector agropecuario dominicano 

Composición Económica Dominicana: El estrato de ingresos medios en el umbral del siglo XXI

Contribución del sistema financiero al crecimiento económico en Centroamérica y República Dominicana 

Propuesta de reforma del sector eléctrico dominicano 

Requerimiento de información para el cálculo del IPC

La República Dominicana en 2030: Hacia una nación cohesionada

Estrategia Nacional de Desarrollo de la República Dominicana 2010-2030

Índice de atractividad de inversiones urbanas 2010

¿Hacia dónde va la economía dominicana? 

Cálculo del PIB de la República Dominicana

El Siglo XX Dominicano: Economía, política, pensamiento y literatura

Las marcas más reconocidas en la República Dominicana