Faustino Soulouque y su deseo de exterminar a los dominicanos

En 1849 se proclama a Faustino Soulouque como emperador de Haití y se hizo llamar Faustino I. En 1859, un militar subalterno le hizo un exitoso golpe de estado, terminando a destiempo sus pretensiones de gobernar a Haití de por vida y de expandir su imperio al resto de las Antillas.

El emperador Faustino I y los dominicanos

La relación entre el emperador Faustino I y los dominicanos fue de mal a peor. Nos invadió en tres ocasiones (1849, 1853 y 1855/1856), y por poco nos invade una cuarta vez en 1859. El motivo de estas invasiones fue, en un principio, su deseo de reincorporar el territorio dominicano al yugo haitiano por la fuerza.

Sus fracasos bélicos contra los dominicanos sellan su futuro

El hecho que todas sus invasiones contra los dominicanos fracasaron, influye mucho para que sus propios militares les hicieran el golpe de estado que lo saca del poder. Una de las razones era que los militares haitianos estaban cansados de invadir a los dominicanos y siempre perder las batallas. Además, entre el pueblo llano haitiano se rechazaba las continuas invasiones a los dominicanos. La opinión pública que imperaba en Haití era la de dejar a los dominicanos tranquilos porque en cada invasión forzaban a miles de adolescentes y hombres civiles haitianos a formar parte en las campañas bélicas, esencialmente afectando negativamente las actividades económicas en Haití. También muchas madres haitianas temían lo que le podía pasar a sus hijos, hermanos y esposos en esas invasiones.

El deseo fundamental de Faustino I era el exterminio del pueblo dominicano

No obstante el deseo del pueblo haitiano e incluso de los mismos militares haitianos, el mando político haitiano no solo insistía en ponerle fin a la independencia de los dominicanos, sino incluso someter a la población dominicana por completa a un exterminio. Fue Faustino I quien dijo que en su invasión de República Dominicana ni las gallinas iban a quedar vivas, frase que le recordó a los dominicanos la invasión de Dessalines de 1805 cuando, en su intento de limpieza étnica contra los dominicanos, arrasó incluso con las bestias y las gallinas de nuestros indefensos campesinos.

El racismo contra los blancos y los mulatos de color de piel claro sostenía el odio de Faustino I hacia los dominicanos

Si bien el desprecio que Dessalines le tenía a los dominicanos se debió a que nunca aceptaron su autoridad, en el caso de Faustino I fue más por un odio de color. Faustino I odiaba el hecho que los dominicanos son de color de piel más claro que el haitiano común y corriente; inclusive en el mismo Haití hizo varias masacres contra los haitianos mestizos por tener sangre de los blancos mezclada en sus venas.

Evidencia del racismo de Faustino I en los medios de comunicación de la época

La evidencia sale a relucir en los artículos y libros que citaremos a continuación.

En Souloque and His Empire (Soulouque y su imperio), publicado en 1861, dice lo siguiente:

«…[El deseo de Faustino I era de] una guerra racial, la destrucción de todos los mulatos y la expulsión de los extranjeros al expropiar y monopolizar sus negocios en el gobierno, desde donde pudiera transferirlos a algunos de sus allegados. La destrucción completa de los dominicanos fue representada como de una necesidad impetuosa, porque ellos eran un obstáculo para establecer un gobierno de negros bajo un protectorado extranjero. Soulouque, como hemos dicho, menospreciaba esta política y se mantuvo fiel a su sentimiento de justicia, pero al final fue persuadido por la influencia maquiavélica de hombres crueles».

El 22 de febrero de 1859, el periódico neoyorkino The New York Times publicó el artículo Hayti and the Dominican Republic (Haití y la República Dominicana) donde dice:

«…El odio [que Soulouque le tenía] a los dominicanos parece que era porque ellos hablan español en vez de francés, y porque no son negros como él».

Existen muchas evidencias adicionales que demuestran las razones por el odio que Faustino I le tenía no solo a los dominicanos, sino también a la minoría haitiana que es mestiza. En más de una ocasión, Faustino I logró cometer masacres e intentos de exterminios contra los mulatos de Haití por el simple hecho que tenían sangre de los blancos mezclada en sus venas.